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Antonio Ledezma: ‘Cualquier negociación parte de la renuncia de Maduro y en qué términos sale del poder’
- 12/08/2024 11:34
- 11/08/2024 19:02
La tirante situación entre la oposición venezolana representada por Edmundo González y el régimen de Nicolás Maduro no parece ver la luz pronto. Ambos reclaman el triunfo de las pasadas elecciones presidenciales celebradas el 28 de julio. Desde esa fecha, varios han sido los intentos de la comunidad internacional para permitir una salida pacífica a la crisis. Se menciona a Brasil, Colombia y México como los interlocutores. Una mediación que se maneja con las reservas del caso, como explica Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas y dos veces diputado del extinto Congreso Nacional, ahora Asamblea Nacional, a La Estrella de Panamá. El también asesor de la líder de la oposición, María Corina Machado, pone como punto de partida la desproclamación de Maduro como presidente por el Consejo Nacional Electoral.
La estrategia que tiene la oposición es defender la victoria del 28 de julio, lo ha dicho María Corina Machado. En pocas palabras, no hay vuelta atrás. No se trata de colocar en una mesa de negociación la voluntad soberana de millones de venezolanos. Nosotros fuimos a un proceso electoral en medio de grandes adversidades, venciendo todo tipo de obstáculos. De ahí que el gallardete que ha conquistado al pueblo, es a base de mucho sacrificio y perseverancia, mediando con muchos riesgos. La estrategia es esa, hacer valer la victoria. Que Edmundo González sea proclamado presidente conforme a la ley vigente y a las verdaderas actas que ha mostrado el binomio al mundo.
Esta estrategia también contempla el inicio de una transición ordenada, porque el paso de la dictadura a la democracia tiene que ser sin mayores traumas y María Corina Machado ha ofrecido una serie de caminos para que quienes fueron derrotados no sientan que va a caer sobre ellos un linchamiento o una persecución, o una cacería de brujas. Que sepan que se ofrecen garantías y políticas de salvoconducto para que nadie tema por su integridad física.
Hemos visto la buena voluntad de los gobiernos de Brasil, Colombia y México. Desde luego que sí se supone que están haciendo algunas diligencias y si hay en marcha una negociación, no puede ser de micrófono, tiene que manejarse con las reservas del caso. Pero desde luego que ahí también hay algunas premisas que han fijado tanto González como Machado, de que cualquier negociación tiene que partir de la premisa que es para definir cómo acepta Maduro la renuncia y cómo se desproclama el acto que dio lugar a tal proclamación el 28 de julio, de la cual es responsable Elvis Amoroso, el mismo personaje que cuando fungió de Contralor General de la Nación se prestó para montarle un expediente sin fundamento a Machado, mediante el cual fue inhabilitada.
Esa negociación tiene que contemplar esas premisas de Machado, cómo acepta la renuncia y en qué términos sale Maduro del poder y en qué condiciones se inicia una transición pacífica.
Edmundo González es el presidente electo y María Corina Machado es sin duda alguna la líder indiscutible de todos los venezolanos que estamos apostando a un cambio profundo. Ellos han venido trabajando como una llave de titanio, que no da lugar a ningún tipo de intrigas o va a ceder a ninguna emboscada que busque separarlos. La unidad entre ambos es indisoluble. Están conscientes de la responsabilidad que tienen y sobre todo, cuando hay coyunturas en la vida de un país, entre los líderes hacen una cita con su propio destino.
Hablar de una negociación sin Machado, es como hablar de un arroz con pollo sin pollo.
Nosotros hemos venido resistiendo con una voluntad de lucha propia de gente estoica. 25 años de penurias, sacrificio y hostigamiento. Maduro y Hugo Chávez aplicaron en su momento un patrón de conducta para desarrollar detenciones arbitrarias, torturar a los detenidos y en algunos casos lamentablemente asesinarlos. Han usado todo tipo de adjetivos para estigmatizarnos y descalificarnos. No obstante nos hemos sobrepuesto a esa andanada. Maduro nos ha dejado sin libertad de expresión porque ha cerrado casi todos los medios de comunicación y ahora hay un bloqueo hasta de las redes sociales. Ha asaltado la propiedad privada, ha deteriorado el salario de los venezolanos a niveles increíbles, un salario equivale a menos de $4. Ha empobrecido la familia venezolana, provocado una crisis y un cataclismo de servicios públicos inimaginable. O sea ha destruido la economía y ha derrumbado las principales fuentes de ingresos como la industria petrolera y ha provocado una diáspora de millones de venezolanos. ¿Qué más vamos a soportar los venezolanos? Si nos hemos sobrepuesto a esta adversidad, qué cuesta esperar el tiempo que sea necesario para hacer valer la victoria del pasado 28 de julio.
El país no va a bajar los brazos, los mantendrá arriba. Arriba corazones, como decía Marañón. Este es un país que está paralizado porque su aparato productivo está muy debilitado. El mercado de trabajo ofrece empleos que deprimen a cualquier ser humano. Las escuelas a penas dan clase dos días a la semana; porque los centros de salud no están equipados; porque siendo el país con las mayores las reservas de petróleo, la gente no consigue gasolina; porque Venezuela siendo el país con la sexta reserva de gas del mundo, la gente no tiene bombona de butano para cocinar. Es decir, somos el país de la paradoja. No vale hablar de paralización o de brazos caídos, sino de brazos arriba para forzar por la vía pacífica, pero persistente, que Maduro entregue el poder e inauguremos una era nuevamente democrática.
La presión internacional tiene que ser más firme con iniciativas específicas como las que ha dado a conocer el presidente Mulino, cuya posición nosotros agradecemos profundamente.
Él ha dicho que no olvida como dirigente político la solidaridad que el gobierno venezolano siempre dio a Panamá durante la época de la dictadura. Es la relación de países hermanos, que apelamos a esa máxima de hoy por ti, mañana por mí. Por eso esta posición enaltece el gentilicio panameño. Un presidente que no mira para los lados, que no juega a intereses personales o haciendo cálculos si le convienen o no, sino que privilegia lo más importante que es la defensa de los valores y los principios de la democracia. Este es un momento en el que la Organización de Estados Americanos y las Naciones Unidas pueden reivindicarse. En que la Unión Europea haga valer todas las medidas que ha adoptado desde el punto de vista personal contra dictadores de crímenes de lesa humanidad y violadores de derechos humanos.
Nosotros le hemos cumplido a la comunidad internacional. Cada vez que nos reuníamos con líderes de países del mundo nos aconsejaban dos cosas: Primero que resolviéramos las diatribas en el seno de la oposición. Lo hicimos. Establecimos una plataforma unitaria y ahí ungimos como candidato de todos a Edmundo González con María Corina Machado dirigiendo la campaña.
Otro consejo que nos daban era que transitáramos la vía electoral. Pues bien, lo hicimos muy a pesar de que estábamos persuadidos de todos los riesgos que corríamos, metiéndonos en ese charco lleno de pirañas y serpientes. A pesar de todas las adversidades llegamos a la orilla. Y lo hicimos sin ninguna tablita de salvación. Nunca esperamos milagros del maná o del exterior. Nos sacrificamos nosotros mismos, pero ahora necesitamos el apoyo internacional.
¿Qué pasa si detienen a María Corina Machado o Edmundo González, qué hará la oposición?
Este es un pueblo que no se va a paralizar. Como lo decía el poeta Mario Benedetti, aunque el sol se esconda o que se calle el viento, aunque nos queme el frío o nos muerda el miedo, nosotros no vamos a dejar de perseguir hacer realidad ese sueño de la libertad y hacer efectivo el triunfo. Para eso tenemos un pebetero que han encendido María Corina Machado y Edmundo González, si cometen la extrema locura de ir por ellos, tenga la absoluta seguridad que las dos Venezuelas, la que está adentro resistiendo y la que está afuera anhelando volver, se van a movilizar contundentemente.