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- 01/02/2022 00:00
- 01/02/2022 00:00
La derrocada líder birmana, Aung San Suu Kyi, fue acusada este lunes ante un tribunal por el delito de fraude electoral durante los comicios de noviembre de 2020, en los que su partido arrasó, informan a Efe fuentes próximas al caso.
Desde el golpe de Estado, del que este martes se cumple un año, la junta militar que tomó el poder ha presentado numerosas denuncias contra la premio nobel de la paz, detenida desde las primeras horas de la sublevación.
Suu Kyi, quien ya acumula cuatro condenas por un total de 6 años de prisión, afronta esta nueva acusación junto al depuesto presidente, Win Myint, y el exministro Min Thu.
El tribunal especial de Zabuthiri, en la capital y constituido tras la asonada para juzgar a la política y otros líderes civiles, indicó que espera terminar con el caso en 6 meses mientras que la parte oral del juicio comenzará el 14 de febrero.
Además de este nuevo cargo, la justicia birmana juzga a Suu Kyi por vulnerar la Ley de Secretos Oficiales, penado con hasta 14 años de cárcel, y un puñado de delitos de corrupción, castigado cada un con un máximo de 15 años de prisión.
A principios del pasado diciembre, Suu Kyi fue condenada a cuatro años de cárcel, rebajados a dos al recibir un perdón de la junta militar, por vulnerar las leyes implementadas contra la pandemia e incitación contra la junta militar.
La derrocada líder también fue sentenciada el 10 de enero a cuatro años de cárcel por saltarse durante un acto electoral las medidas contra la propagación de la covid-19 y por la importación ilegal de dispositivos de telecomunicaciones.
El golpe de Estado sumió a Birmania (Myanmar) en una profunda crisis política, social y económica, y abrió una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
El Ejército justifica el golpe por un presunto fraude masivo durante las elecciones generales de noviembre de 2020, cuyo resultado ha sido anulado y en las que el partido de Suu Kyi arrasó, como ya hizo en 2015, con el aval de observadores internacionales.
Casi 1.500 personas han muerto a raíz de la brutal represión ejercida por policías y soldados desde el golpe, que han disparado a matar contra manifestantes pacíficos, según los datos de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos, que también cifra en más de 11.800 los opositores detenidos, entre ellos Suu Kyi.