Moda vibrante, una visión que camina las pasarelas del mundo

Verónica Ángel es chispa pura. Recibe a MÍA desde su taller con una sonrisa enorme y logra que la conversación fluya de forma natural. La joven diseñadora se inició en el mundo de la moda a los 18 años, cuando cursó sus estudios universitarios en el Instituto Marangoni en Milán, Italia, lugar al que le guarda mucho cariño. A sus 21 años regresó a Panamá y las ganas de trabajar fueron inmediatas.

En su proceso como diseñadora, contó que le gusta más escoger las telas y experimentar con ellas que el diseño. “Siempre busco telas que sean diferentes”, explicó. “Considero que para tener un buen diseño, debes contar con una buena tela que lo acompañe”.

Su firmeza para tomar decisiones y defender sus ideales la han llevado lejos. Sus diseños se representan por vibrantes colores y telas, “una mezcla entre lo moderno y lo diferente”.

Ha presentado alrededor de diez colecciones a lo largo de su carrera, no solo en Panamá, sino en China, Islandia y Tanzania. Por su cabeza recorren mil y una posibilidades, todas con la intención de dejar a su país en alto, resaltando su cultura y vibrantes colores en cada uno de sus diseños.

Soy una persona altamente sensible a todo. Vivo con un sobreestímulo de inspiración. Cualquier cosa me inspira y cuando surge esto, lo anoto para no perder el pensamiento. Pero sí, me puedo inspirar con cualquier cosa.

Pienso que la moda italiana son siluetas muy usables y creo que eso influyó mucho en mi estilo. Me encanta crear piezas que puedas usar en el día a día. A la vez, la mayoría de mis compañeros en Milán eran italianos y la gama de colores era muy oscura. Al ser de Panamá y vivir en un clima tropical, siempre presentaba colores y estampados.

También pude descubrir lo que me gustaba y cuál era mi esencia durante esos años.

Diría que mis diseños son modernos y tienen ese giro entre la mezcla de materiales y colores.

Hace unos años creé unos estampados de los “diablos rojos” y el raspao. Eran piezas que no todos se atrevían a usar al ser muy coloridas. Pensé entonces en lanzar una colección de almohadas, incluyendo los prints para que pudiesen adornar el hogar. Es un regalo que puedes dar para una persona que quiera recordar su tierra panameña al estar lejos de casa.

Creo que todos los diseñadores sueñan con presentarse en Nueva York. Además, al estudiar en Milán, tengo apego por esa ciudad y me encantaría presentarme ahí.

No les quiero contar mucho porque prefiero dejarlo en secreto. Pero sí deben saber que es algo que no hemos sacado anteriormente. Es una línea que me emociona compartir con todos en esta ocasión.

Creo que lo que realmente hace falta en Panamá son materiales. Después de la pandemia el sector de la materia prima se vio muy afectado y las telas se han vuelto supremamente costosas en comparación con la calidad. Al ser vecinos del país colombiano podríamos importar su material, pero garantizando un precio razonable con el que podamos competir.