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- 16/09/2024 11:23
- 12/09/2024 11:36
En el vibrante mundo de la moda, donde la creatividad colinda con la técnica, hay historias que brillan con una luz especial y se mantienen vivas sin importar el paso del tiempo. Entre ellas se encuentra la historia de Helene Breebaart, una diseñadora de modas francesa que marcó huella en Panamá no solo por su trabajo, sino por su misión de ayudar a las mujeres gunas a tener autonomía.
Reconociendo el potencial, legado y labor de Helene, es ahora su hija Sophie quien mantiene viva su historia. A través de ella, Breebaart se mantiene de pie, continuando los diseños de su madre, pero esta vez añadiendo un toque de modernidad a cada uno de ellos.
Sophie atribuye toda su formación a su madre y la mantiene presente en cada una de las preguntas que responde a revista MÍA desde Breebaart Boutique. Recordar a Helene enciende en ella un brillo en sus ojos y resalta su misión de continuar el trabajo que su madre inició en Panamá hace más de cuatro décadas.
Mis inicios se remontan a hace más de 40 años, ya que quien abrió las puertas del mundo de la moda para mí fue mi mamá. Ella era francesa, pero se enamoró de Panamá y su cultura, sobre todo del trabajo artesanal que fusionó con su arte. Viví muchas de sus etapas a través de los cambios y la evolución de la marca.
Ella falleció inesperadamente hace dos años y junto con el gran equipo que la acompañó y que ahora me acompaña decidimos continuar su legado y llevarlo más allá.
La naturaleza me inspira mucho, al igual que la expresión a través de la vestimenta. Mi mamá siempre pensó que el vestir debía ser una forma de expresión. Según tu ropa, debías reflejar quién eras, tus valores y lo que sentías en el momento.
De chiquita no era divertido, y recuerdo que los talleres de costura comenzaron en nuestra casa. De hecho, mi cuarto se utilizaba para coser y yo refunfuñaba mucho. Recuerdo acompañar a mi mamá a comprar telas y quedarnos horas en los almacenes porque a ella le apasionaba ver todo.
Tomaba un encendedor para ver si el tejido era natural o no. Son cosas que tal vez en el momento no entendía que estaba aprendiendo y absorbiendo un poco de su mundo. Pero, una vez me tomé el reto de continuar su legado, empezaron a florecer estas enseñanzas que me dejó.
Mi mamá dejó más de cuarenta años de dibujos y diseños, lo cual nos facilita mucho continuar ese legado y esencia que tenía. Nos inspiramos en las creaciones de mi madre, pero les damos un toque más moderno.
Es admirable decir que, en nuestro taller, el 99 % del equipo somos mujeres y esto ha ayudado a que muchas lleven sustento a sus hogares. También logramos promover la artesanía panameña en otros países y darle el valor que se merece.
Un poquito, sí. Especialmente en esta colección que presentaremos en Panamá Fashion Week. Hay mucha expresión de los momentos que estamos viviendo actualmente en el taller y en mi vida personal. Creo que esta será la primera colección donde verán un poco más de Sophie.
Es una colección totalmente diferente a las otras que he presentado. Quizás no es lo que las personas esperan, pero será una pasarela llena de emoción y expresión humana. Rendirá honor no solo a mi madre, sino al trabajo artesanal de las personas con las que trabajo.
La formación es esencial para garantizar un buen trabajo y una buena representación del potencial que tenemos. Pudiésemos ser un puente de moda para toda Latinoamérica, pero debemos prepararnos en mano de obra, calidad y materia prima.