Volver a comer en Caracas

Actualizado
  • 16/02/2024 12:07
Creado
  • 14/02/2024 16:18
Venezuela vive un despertar gastronómico liderado por una generación de cocineros con ganas de mostrar al mundo los sabores propios

La última vez que visité mi ciudad natal fue hace cinco años. La Caracas de finales del 2018 era muy distinta a la de ahora. Algunas cosas no cambian, como los días azules de diciembre, El Ávila que te ve y te abraza, las calles anchas para caminar despacio y los afectos de la familia. Tampoco han cambiado las consignas políticas ni mucho menos los que gobiernan.

A Caracas volví para reencontrarme con los míos y a la vez descubrir una oferta gastronómica que desconocía. Desayuné cachitos, todos los que pude, comí empanadas en el mercado y perros calientes a la orilla de la calle, pero también tuve la oportunidad de conversar con venezolanos talentosos dispuestos a darle a la cocina local el reconocimiento que merece.

Tras años de crisis y escasez, la escena culinaria vive un despertar gracias a una generación que trabaja con entusiasmo en dar a conocer al mundo los sabores e ingredientes propios. Issam Koteich es parte del grupo, luego de una estadía en España y Dubái regresó al país y abrió el restaurante Cordero, recientemente galardonado con el premio American Express One To Watch 2023, otorgado por los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica.

También ocupa el puesto número 88 del listado extendido (del 51 al 100) anunciado por la misma organización, el año pasado. Con la inclusión de Cordero, Venezuela regresa a este ranking internacional, luego de una larga pausa, y comienza a posicionarse nuevamente en la región.

El joven chef Iván García del restaurante El Bosque Bistró es otro representante de la gastronomía local. Su menú expone la diversidad de ingredientes que reúne el país, desde el páramo merideño hasta la Amazonía, los territorios centrales y las costas bañadas por el Mar Caribe. Un recorrido que ha llamado Kilómetro Venezuela con la intención de darle visibilidad a los pequeños productores.

María Evans y Angélica Locantore, ambas dedicadas a la repostería, han hecho del cacao nacional su principal bandera para elaborar postres y barras de chocolate que han dejado en alto a Venezuela, en otras latitudes. Evans es propietaria de la pastelería Azú y tiene una marca de chocolates; Locantore reside en Madrid y viaja por temporadas al país para mostrar su talento en la vitrina de la pastelería Mémé, situada en la capital.

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