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- 25/11/2019 16:09
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El primer vocal nombrado para el nuevo órgano electoral de Bolivia, Salvador Romero, designado este lunes por la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, ya presidió este organismo en la etapa anterior a Evo Morales.
Romero fue elegido como representante del Ejecutivo en virtud de la potestad constitucional que otorga al jefe de Estado el nombramiento de uno de los siete vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), mientras que el resto corresponde al Parlamento, donde tiene mayoría el partido de Morales.
El elegido fue vocal, vicepresidente y presidente entre 2004 y 2008 de la entonces Corte Nacional Electoral, hasta que con la nueva Constitución promulgada por Evo Morales en 2009 este organismo fue sustituido por el actual Órgano Electoral Plurinacional, cuya máxima instancia es el TSE.
Un profesional "altamente capacitado", lo definió Áñez en el acto de designación en el palacio de Gobierno en La Paz.
Doctorado en Sociología Política en París, Romero participó en misiones electorales en Colombia, Honduras y México entre 2017 y 2018, entre otros países de América, y también en África.
La presidenta provisional lo destacó como "garante de la limpieza del proceso electoral" que a su juicio requiere Bolivia.
Las pasadas elecciones del 20 de octubre en Bolivia, en las que Morales fue declarado vencedor, han quedado anuladas por la ley de urgencia promulgada este pasado domingo para agilizar la convocatoria de nuevos comicios a comienzos de 2020.
Las nuevas elecciones serán "justas, libres y transparentes", en palabras de la presidenta, quien citó una frase del filósofo español José Ortega y Gasset sobre la calidad democrática.
"La improvisación ha terminado", sentenció Áñez en referencia a lo que calificó como un manejo partidista de las instituciones en los casi catorce años de Morales en el poder.
Salvador Romero lamentó en su discurso que se hayan anulado unas elecciones por primera vez en casi cuarenta años de democracia en Bolivia, para reiterar en su mensaje que la próxima cita con las urnas será con un organismo electoral independiente.
Los vocales del tribunal electoral que gestionó la votación del 20 de octubre están procesado por supuesto fraude a favor de Morales y varios de ellos, entre ellos su expresidenta María Eugenia Choque, están encarcelados preventivamente.
"Se requiere reencontrar la misión auténtica del tribunal electoral, como una institución independiente de los poderes del Estado y de los partidos", destacó.
Los otros seis vocales debe designarlos el Parlamento, al menos dos de ellos "de origen indígena originario campesino", según la Constitución.
La ley que regula las próximas elecciones en Bolivia es fruto de un acuerdo entre el Movimiento al Socialismo de Evo Morales, que tiene mayoría en el Parlamento, y la oposición, de la que Áñez era senadora por Unidad Demócrata antes de asumir el poder de forma interina el pasado 12 de noviembre.
Esta norma prevé plazos más cortos para nombrar un nuevo órgano electoral y que éste a su vez pueda convocar de forma más rápida a las urnas, al dejar sin efecto provisionalmente varios artículos de la legislación electoral boliviana para acotar plazos.
Bolivia está sumida en uno de los conflictos más graves de su historia reciente, desde que al día después de las elecciones del 20 de octubre comenzaron las denuncias de un fraude a favor de Evo Morales, quien fue proclamado ganador para un cuarto mandado consecutivo.
El pasado 10 de noviembre la Organización de Estados Americanos advirtió en un informe graves irregularidades en esos comicios y Morales anunció su renuncia, forzado por las Fuerzas Armadas, para al día siguiente salir hacia México, donde está asilado.
La renuncia es calificada de "golpe de Estado" por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos.
Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez y parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.