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- 09/08/2024 00:00
- 08/08/2024 18:28
La tasa de hambre en América Latina y el Caribe (ALC) se redujo levemente a 6.2% en 2023 (más de 40 millones), después del 6.9% registrado en 2021, revela el informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en el Mundo (SOFI 2024) de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Al comparar estos resultados (2023 versus 2021), significa que 4.3 millones de personas han dejado de pasar hambre, con respecto a la tasa de la última evaluación, apalancado, principalmente por la recuperación en América del Sur, de países como Brasil, cuyas políticas públicas han tenido un impacto positivo en la reducción del hambre y la inseguridad alimentaria.Lubetkin.
Sin embargo, “el hambre y la inseguridad alimentaria, no son simplemente cuestiones de escasez de alimentos; si no que reflejan desigualdades estructurales y fallas sistémicas que afectan la dignidad humana y la justicia social en todo el mundo y también en la región”, sentenció en comunicado el subdirector general y representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin.
“Sacar a alguien del hambre y la pobreza es una inversión que se hace una sola vez. Luego, es muy difícil que las próximas generaciones vuelvan atrás. Por eso, es una inversión que vale la pena”, agregó el ministro de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre, Wellington Dias, al explicar algunas de las acciones emprendidas por el gobierno brasileño en la lucha contra el hambre y cómo logró sacar de la pobreza a 14 millones de personas a través de un programa social que posee dos componentes: la asistencia social y la seguridad alimentaria.
En su análisis, Lubetkin consideró que “tener la oportunidad de reflexionar sobre estas experiencias nos obliga a reconocer que el hambre es una realidad que sí puede ser afrontada con responsabilidad, decisión y trabajo colectivo; y asegurar que todas las personas, independientemente de su ubicación geográfica, género o condición económica, tengan acceso a alimentos suficientes y nutritivos”.
Según el informe de la FAO, después de un fuerte aumento entre 2019 y 2021, el hambre mundial, medida por la prevalencia de la desnutrición (PMU), ha persistido en casi el mismo nivel durante tres años consecutivos, afectando todavía al 9.1% de la población en 2023 frente al 7.5% en 2019.
En general se estima que entre 713 y 757 millones de personas, lo que corresponde a un 8.9% y un 9.4% de la población mundial, respectivamente, podrían haber padecido hambre en 2023. Considerando el rango medio (733 millones), esto es aproximadamente 152 millones más de personas que en 2019, señala el informe
Sin embargo, las tendencias a nivel regional difieren considerablemente. Si bien el hambre sigue aumentando en África, se ha mantenido relativamente sin cambios en Asia y se han registrado notables progresos en América Latina.
De 2022 a 2023, el hambre aumentó en Asia occidental, el Caribe y la mayoría de las subregiones de África. África sigue siendo la región con la mayor proporción estimada de población que sufre hambre 20.4%, en comparación con en 8.1% en Asia, 6.2% en América Latina y el Caribe, y 7.3% en Oceanía.
De acuerdo con el SOFI 2024, Asia sigue siendo el hogar de más de la mitad de todos los que padecen hambre en el mundo, alrededor de 385 millones de personas. El hambre también afectó a casi 300 millones de personas en África, más de 40 millones en América Latina y el Caribe y más de 3 millones en Oceanía en 2023.