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Panamá carece de una clasificación de sus estratos sociales
- 01/01/2024 00:55
- 31/12/2023 18:42
A ciencia cierta no se sabe cuántas personas pueden estar conformando la clase baja, media o alta en Panamá.
La falta de una metodología lleva a que los economistas o expertos solo hablen de estimaciones, ya que lo único que se mide de manera oficial es la pobreza y la pobreza extrema.
El director del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec), Samuel Moreno, confirmó que la medición sobre las clases sociales es un tema un poco relativo. Por ejemplo, contó que, por el momento, se puede entender que quienes están en un nivel de pobreza extrema y pobreza, son personas de clases bajas y los que no estarían en clase media o alta. “El tema de medir quiénes están en clase baja, media o alta es un poco relativo por las definiciones que están detrás de eso. ¿Quién dice qué clase social forma parte una persona? Por su nivel de ingreso o por el confort que presenta su vivienda, ya sea si tiene agua potable, energía eléctrica, internet, etc.”, indicó Moreno.
El director del Inec atribuye la falta de datos a que no existen centros de investigación robustos, facultades de economía y de sociología que investigan. Aunque existen algunos institutos, dijo, muchos son más para análisis políticos, no de tipo social, como así lo exige los temas de estratos sociales que tienen mucho que ver con sociología. “Lamentablemente nosotros no tenemos facultades de economías robustas o sociología que pueden hacer estos análisis que se plantean”, manifestó.
Tradicionalmente, el Inec lleva a cabo la Encuesta de Mercado Laboral (EML), que es una investigación estadística que tiene el propósito de obtener información que permite el análisis de diferentes aspectos de carácter económico, social y demográfico del país; aunque su objetivo principal es la medición de los cambios en la fuerza laboral, su temática está orientada al estudio de la situación social integral de los individuos y los hogares, investigando variables como: sexo, edad, escolaridad, ocupación, actividad económica, horas trabajadas, ingresos, acceso a la tecnología, entre otras.
Si bien los datos muestran un escenario sobre los ingresos que devengan los panameños, no específica alguna relación o clasificación de un estrato social.
Sin embargo, el Ministerio de Economía y Finanzas (Mef) utiliza el EML para estimar los niveles de pobreza general y extrema para el país. Los resultados los presenta en base a sus propias consideraciones que da a conocer en su reporte sobre pobreza e indigencia por ingresos.
Sus últimos resultados se dieron en octubre de 2021. Allí se clasificó tres tipos de pobreza: la general, que es aquellas personas cuyo ingreso es inferior al valor per cápita. La pobreza extrema, que tienen ingresos por debajo del valor per cápita de la canasta mínima alimentaria. La pobreza no extrema, que tienen ingresos iguales o superiores al valor per cápita de la línea de pobreza extrema y pueden adquirir la canasta mínima de alimentos, pero que son inferiores al valor per cápita de la línea de pobreza general, es decir, insuficientes para satisfacer las otras necesidades básicas no alimentarias (vivienda, educación, salud, transporte, vestuario, etc.
El Mef se centra en estos grupos porque son los que más ayuda social recibe con transferencias monetarias condicionadas, un comportamiento que le permite al Gobierno justificar el aumento o no de la pobreza nacional.
Según el Banco Mundial (BM), en Panamá, las clases sociales se dividen en cuatro categorías: pobre, vulnerable, media y alta. En términos de ingreso, la clase media incluye a las personas que ganan entre $10 y $50 diarios. La clase baja y la pobre representan el 56,5% de la población, mientras que la clase media representa el 39,75% y la alta equivale al 3,73%.
A la hora de realizar las consultas, tanto los economistas Maribel Gordón y Adolfo Quintero mantienen posiciones distintas a la forma de cómo evaluar las clases sociales del país.
Por un lado, Gordón sostiene que el concepto del término clase está asociado al papel que se juega frente a los medios de producción, que hace que existan dos grupos: la obrera y la empresarial. Dentro de ambos, agregó, están las capas medias. Aclaró que solo se habla de estratos económicos cuando nos referimos a los deciles o quintiles, términos que se utilizan para caracterizar la distribución del ingreso de una población humana, pero cuando hablamos de clase media no, sino que se usa las capas medias que son una fracción de clase.
“No todas las capas medias son trabajadoras porque hay algunas que se autoemplean, es decir, se gestan sus propios ingresos. No tienen ganancias, ese sector que sería microempresarios, pequeños empresarios, que se han visto afectados producto de una política que favorece al gran empresario”, expresó Gordón.
Quintero reconoció que es difícil precisar la cuantificación de las clases medias, pobres y altas de Panamá, ya que “estos porcentajes no están cuantificado la cantidad de personas, sino en estimaciones”.
Mencionó que cuando se hace el análisis de clase en este país, se hace en términos segmentados y no desglosados. Por ejemplo, señaló que la devengación de la clase media puede ser de $1,700 mensuales, pero en términos cuantitativos no se tiene.
En un cálculo a priori, este economista prevé que la clase media viene perdiendo poder entre el 10% a 12%. Aunque aumentó con la pandemia, no ha sufrido disminución en el periodo post pandemia, que incluye los años del 2022 y 2023. “La clase media está disminuyendo y esto implica que la clase trabajadora de ingresos bajos está aumentado. En cuanto a la clase alta por su origen de ingresos, ellos se están manteniendo porque una parte es nacional y la otra extranjera. Recuerde, en este país usted no ve ningún rico que se vuelva pobre”, explicó.
Quintero sostuvo que en función de los ingresos la persona no solo tiene para cubrir sus necesidades básicas, sino que puede cubrir otro nivel de gasto, que no tiene la clase baja, como un automóvil, finca, casa de campo, etc. Mientras que la clase obrera trabaja y recibe ingresos que le permiten los niveles de subsistencia.
Con respecto a los datos actualizados del Censo poblacional 2023, el director del Inec recordó que existe data respecto a la caracterización socioeconómica en la que se puede generar criterios y decir a qué clase entran las personas, ya sea baja, media o alta. “Del Censo se puede sacar los estratos sociales. Lo que habría que hacer es un análisis bien claro y una metodología para llegar a esos resultados. Un indicador efectivo serán las variables económicas, es decir, los ingresos”, dijo Moreno.
Sin embargo, el director del Inec reveló que el indicador de ingresos todavía no lo tendrán listo hasta finales de enero y lo estarán trabajando con el Banco Mundial.