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- 13/10/2024 00:00
- 12/10/2024 16:54
La continuidad y el posible incremento adicional de los aranceles sobre las importaciones chinas, tensiones geopolíticas en aumento y el reconocimiento durante la pandemia de covid-19 de la fragilidad de las cadenas de suministro han llevado a Estados Unidos (EE.UU.) a intentar reducir el riesgo promoviendo el nearshoring o el friendshoring.
La estrategia podría convertirse en un motor importante de crecimiento para América Latina y el Caribe (ALC), según la secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen.
De hecho, Yellen señaló que, algunos países, como Costa Rica, fueron exitosos a la hora de atraer eslabones significativos de la cadena de suministro de semiconductores y maquinaria médica.
Asimismo, recalcó que la transición verde ubica a la región en una buena posición para la manufactura, dado que cuenta con las redes eléctricas más verdes del mundo.
Las declaraciones de la secretaria del Tesoro de EE. UU. fueron citadas en el reciente informe denominado “Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento” que publicó esta semana el Banco Mundial (BM).
Con Yellen coincidieron unos 250 ejecutivos que, a través de su participación en la encuesta The Proximity Premium de KPMG, plantearon las realidades de la relocalización estratégica en el entorno actual de las cadenas de suministro.
Entre los principales resultados está que el 81% prevé que las cadenas de suministro que prestan servicio a EE. UU. estén ubicadas en las Américas, una vez que las empresas concreten sus planes de strategic shoring.
Mientras que el 66% señala la incertidumbre política y económica de EE.UU como razones clave para reevaluar sus cadenas.
Asimismo, el 64% considera los impuestos indirectos, las subvenciones o incentivos gubernamentales y las normas sobre precios de transferencia (PT) al momento de tomar decisiones.
Por lo anterior, 76% de las compañías han decidido transformar y acercar sus operaciones a las Américas, a fin de servir mejor al mercado en EE.UU., logrando así reducir los tiempos de entrega, diversificar el suministro, maximizar el acceso al talento y minimizar los riesgos.
Colombia, Perú, Panamá y República Dominicana están entre los mercados alternos con un mayor potencial para aprovechar el nearshoring en Latinoamérica ante una combinación de factores que yan desde su ubicación estratégica, entorno para los negocios, infraestructura logística y capital humano, dijo a Bloomberg el director de Investigación en América Latina del Norte de la firma global en la gestión de inversiones y bienes raíces JLL, Rodrigo Torres.
“Lo que esto sugiere es que el impacto del nearshoring para estos países podría traducirse en disrupciones positivas en las industrias manufactureras locales, e incluso crear oportunidades en segmentos que no existen a nivel local”, explicó.
El potencial de Panamá se explica por una mezcla de ubicación estratégica e infraestructura logística. República Dominicana se beneficiaría de su cercanía a Estados Unidos y una oferta de mano de obra mayor que la de otros países en Centroamérica y el Caribe. Por su parte, Perú y Colombia ofrecen una mezcla favorable de ubicación, entorno para los negocios y capital humano, mencionó el analista de JLL.