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- 27/05/2024 00:00
- 24/05/2024 18:35
Los arbitrajes internacionales se han convertido en un mecanismo para que los países de América Latina puedan resolver sus disputas. El interés por utilizar esta herramienta ha aumentado en los últimos 10 años, según Sandra González, vicepresidente de la Corte de Arbitraje (ICC) de la Cámara de Comercio Internacional.
González, quien representa a una corte que ha administrado más de 25 mil casos de arbitraje en más de 160 países, mencionó en una entrevista exclusiva a este medio, que la estadística sobre las disputas entre estados y empresas en áreas como energía, proyectos de infraestructura y minería, son de al menos 50 y 50, con una tendencia a que los estados tienen una alta prevalencia, sobre todo, en los arbitrajes de inversión.
Recalcó que la razón principal por la que los países optan por un arbitraje internacional es porque estos son más cortos que un arbitraje nacional. “Todos quieren que haya una solución relativamente rápida, es decir, una de las razones por las que eso pasa es porque el procedimiento, está dado de esa manera. En promedio un arbitraje de la ICC demora uno o dos años, pero hay otros que al ser mucho más sencillos se resuelven en seis meses, a estos se les llama arbitrajes expeditos”, expresó la vicepresidenta del ICC.
Hay una tendencia muy clara, que se dio con mucha fuerza en los últimos años, pero que ya venía de un tiempo antes, quizás no de forma homogénea en toda la región, pero sin duda, en los últimos 10 años, en los que, particularmente, hay ciertos países de América Latina que recurren al arbitraje internacional o compañías que operan en esos países y son empresas estatales. Hoy día, ya no hay, prácticamente, ningún país de América Latina que tenga arbitrajes internacionales y que no use el arbitraje internacional, o sus compañías o empresas estatales, para resolver disputas.
Creo que es una consecuencia de los grandes proyectos que han aparecido en América Latina en infraestructura, energía o minería, ya que son sectores activos en el arbitraje internacional, como también lo son las operaciones de compra y venta de compañías, que se han dado mucho en la región. En ese tipo de sectores es donde el arbitraje internacional se ve con más presencia, pero lo que es una cuestión clara para la corte de arbitraje de la ICC es que los registros indican que los casos Latinoamericanos, incluyendo América Central, han ido creciendo y hoy constituyen una parte muy importante de la cantidad de casos que administra la corte de arbitraje de la ICC. El estimado del número de casos que se han dado es más o menos un 25% o 30%.
Más o menos la estadística sobre las disputas entre estados y empresas en áreas como la energía, proyectos de infraestructura y la minería, al menos es 50 y 50, con una tendencia a que los estados tienen una alta prevalencia, sobre todo, en los arbitrajes de inversión.
Los casos de minería son más complejos que eso porque las demandas que se ponen sobre la mesa, no necesariamente son todo a nada porque muchas veces, de 10 reclamos, cinco se amparan y cinco rechazan. Entonces, quién ganó o quién perdió, es un concepto sumamente relativo.
Hay estadísticas de la ICC y de arbitraje internacional en general. En los casos de la minería se mezclan arbitrajes comerciales y de inversión.
Los arbitrajes internacionales en proyectos mineros son bastante frecuentes, pero generalmente son complejos porque son proyectos muy caros y largos. Están destinados a vivir por décadas, por lo tanto, eso hace que la inversión sea muy cuantiosa para el inversionista.
En conclusión, son proyectos complejos desde el punto de vista del monto, de la duración del proyecto, la parte técnica y la ambiental. Todo esto son los temas que más se debaten en los arbitrajes internacionales de minería.
Estos arbitrajes pueden llevar varios años de desarrollo. Se puede dar antes cuando el proyecto está en su fase de inicio, medio, final o incluso años después de su finalización. Diría que son arbitrajes complejos y con una duración más larga que lo que es el promedio, por todas estas cosas que se discuten. Sin embargo, el tiempo que dure el arbitraje minero depende si es comercial o de inversión. Los arbitraje comerciales duran en promedio dos años en la ICC y los de inversión son casos que no terminan en menos de 5 años porque hay cuestiones a resolver porque hay mucha revisión de documentación y análisis de expertos.
Los arbitrajes internacionales de inversión, que es donde el inversionista va en contra de los estados, comenzaron a tener una mayor cantidad de casos en la región. Esto produjo a que se diera una cierta mirada en aquellos países que no tenían caso versus a los que tenían mucho. Por ejemplo, los que no tenían caso aprovecharon para decir que eran responsables, honraban las expectativas de los inversores y que cumplían los compromisos internacionales. En pocas palabras decían: estos países tienen casos y yo no. Sin embargo, en los últimos años lo que ha ocurrido es que los países que no tenían arbitraje de inversión, ya comenzaron a tenerlos, como es el caso de Japón y Holanda. Entonces, en la medida que los arbitrajes de inversión en contra de los estados se generalizan en distintas medidas del tiempo, bajo gobierno o ciclos políticos distintos, se hace menos beneficioso o eficiente un arbitraje de ese tipo, tanto para ambas partes.
Un arbitraje internacional es más corto que un arbitraje nacional, y esta es una de las razones por las cuales las compañías o los estados, o las partes que van a recurrir a un arbitraje, acuden a ella. Todos quieren que haya una solución relativamente rápida, es decir, una de las razones por las que eso pasa es porque el procedimiento, está dado de esa manera. En promedio un arbitraje de la ICC demora uno o dos años, pero hay otros que al ser mucho más sencillos se resuelven en seis meses, a estos se les llama arbitrajes expeditos en la ICC.
Va de la mano con la economía que tenga cada uno de los países porque el arbitraje es como una norma común en ciertas industrias y del momento histórico para poder decir si es este u otro. De hecho, eso puede ir cambiando. Yo podría decir que en una época al tope de la tabla estaba México, ahora probablemente está Brasil. Obviamente por una cuestión de tamaño de las economías, los países quizás un poco más pequeños es difícil que estén al tope de la tabla, pero eso no significa que no haya aumentado la cantidad de casos de la región en general. Depende mucho de los ciclos económicos.
Hay diferentes razones por las que alguien quiera llevar un arbitraje. Porque espera obtener un beneficio económico o por razones reputacionales. En lo económico, los clientes le preguntan a sus abogados que chance tienen de ganar. Muchas veces estos casos tienen que ver con proyecto de construcción, donde la típica cosa es, en vez de demorar dos años, demoró cuatro años, por lo tanto, el constructor lo que quiere es que el dueño de la obra le pague por los dos años adicionales. Entonces, si son dos años adicionales, y es el doble del dinero que el proyecto costó, quizás en esa situación la compañía decida reclamarlo porque es importante a efectos de costear ese proyecto. En lo reputacional, hay empresas que lo hacen para dejar sobre la mesa el valor de que algo es un problema como precedente. Además, porque quieren que tengan derecho a que se les pague daño. Hay una combinación bastante específica, en cada caso.