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- 02/12/2024 00:00
- 01/12/2024 18:54
Panamá tiene un gran potencial para aumentar su productividad y, en consecuencia, su crecimiento económico. No obstante, esto requerirá un enfoque integral que aborde los desafíos en la educación, la infraestructura digital y la gobernanza.
Hacer los cambios e implementar las políticas adecuadas y oportunas en las reformas estructurales que promuevan la innovación y fortalezcan las instituciones públicas serán clave para sostener un crecimiento robusto y basado en la eficiencia (productividad).
Lo anterior es parte de un nuevo informe del Centro Nacional de Competitividad (CNC) titulado; El aumento de la productividad transformará a Panamá, en el cual recomienda sobre los mecanismos que debería tomar el país con respecto a la productividad.
En el documento, el CNC afirma que la productividad es crucial para generar más bienes y servicios con los mismos recursos, mejorando así el crecimiento económico de manera sostenida. Además, de que impulsa la competitividad, incrementa los ingresos y eleva el nivel de vida.
Sin embargo, señala que este indicador económico ha venido en declive hasta reflejar números negativos en 2018, 2019, y en 2020 con una caída profunda por la pandemia.
Sorprendentemente, sostiene, “en 2021 la recuperación económica reflejó un efecto rebote o “corrección”, asociada principalmente a los sectores motores de crecimiento.”,, En 2022 se estabiliza y equilibra los factores y la productividad.
Pese a esta recuperación, el CNC cree que “todavía no es suficiente, ya que el país debe lograr que su contribución crezca más que los otros factores para registrar un crecimiento robusto y sostenible, y un desarrollo social integral a través de una economía del conocimiento, basada en la digitalización y el desarrollo de habilidades tecnológicas.
La advertencia llega cuando en los últimos años, la economía panameña ha desacelerado su ritmo de crecimiento, vinculado principalmente a la caída en la acumulación de capital físico y a la productividad negativa registrada en varios periodos.
Esta situación, para el CNC, se agrava por problemas estructurales en el mercado laboral, donde la baja calidad educativa y la formación inadecuada han limitado la capacidad del empleo para adaptarse a las demandas cambiantes del mercado.
Por ejemplo, plantea que entre 2017 y 2019, el crecimiento del producto interno bruto (PIB) disminuyó de 5,3 % a 3,3 %, acompañado por una caída significativa del PTF, que pasó de 1,2 % en 2017 a -4,2 % en 2018 y -2,5 % en 2019.
Es decir, la proporción de la productividad en muchos casos determina el crecimiento económico, pero durante estos años, la acumulación de capital físico y la generación de empleo fueron los principales motores del crecimiento, lo que indica que la economía panameña seguía un patrón de crecimiento basado más en la cantidad que en la eficiencia de los factores productivos.
Sostiene que “con la contracción económica del 2020 que alcanzó el 17,8 %, el capital físico fue el único factor que contribuyó positivamente al crecimiento, impulsado por las inversiones en infraestructura sanitaria. Esto generó un efecto rebote en 2021, ya que la productividad aportó un 13,9 %”.
Sin embargo, para el CNC este dato debe considerarse con precaución, ya que refleja una combinación de factores atípicos que no se le puede atribuir a la productividad o eficiencia.
Asimismo, habla que en el 2022, el crecimiento económico de Panamá comenzó a estabilizarse, y las contribuciones del empleo (3,9 %), capital (3,0 %) y productividad (3,9 %) fueron relativamente equilibradas. Este escenario sugiere que el país ha alcanzado una fase de crecimiento más sostenible, donde la tecnología y la eficiencia juegan un papel más relevante.
Para plantear mejor el escenario, el CNC citó el Informe sobre el Desarrollo Mundial 2023 del Banco Mundial y Going for Growth 2023 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en donde se plantea que existe un espacio considerable para mejorar la productividad en el largo plazo, dado que su contribución debería crecer más que los otros factores para registrar un crecimiento robusto y sostenible.
Además, señala sobre la importancia de la transición de Panamá hacia una economía del conocimiento, basada en la digitalización y el desarrollo de habilidades tecnológicas.
También se destacan la necesidad de que países en desarrollo, como Panamá, impulsen la digitalización, inviertan en educación tecnológica y fortalezcan la innovación para mejorar su PTF y reducir la dependencia de sectores tradicionales.
“Según los informes mencionados, se puede impulsar un crecimiento basado en la PTF con las siguientes políticas: reformas estructurales, innovación tecnológica, inversión en tecnología e infraestructura digital, inversión en infraestructura moderna (logística y digitales), acceso al financiamiento, reformas laborales, inversión en capital humano y fortalecimiento de las instituciones”, concluyó el CNC.