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- 31/05/2022 17:24
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Los sectores como la banca, la energía y las telecomunicaciones cuentan con poca admiración entre sus clientes y tienen el reto de incrementar su capital reputacional para captar su atención, advirtió el estudio "RepCore Panamá", elaborado por Reputation Lab y Stratego y presentado este martes en conferencia.
La encuesta, que da luces sobre áreas clave de la economía panameña, fue realizada ede manera online entre febrero y marzo de 2022, a un total de 2,207 empresas.
Tomando como referencia una escala de 100 puntos, las mediciones con menos de 35 son consideradas pobres; mientras que de 35 a 45, débil. La banca panameña, por un lado, obtuvo 40.5 puntos (débil); mientras que las telecomunicaciones y la energía, reflejaron 31.9 y 30.5, respectivamente, resultando en calificaciones de reputación "pobre".
Al comparar los desempeños de estos sectores con años anteriores, los tres vienen sufriendo una caída en su reputación.
En el ejercicio anterior, el estudio de la banca abarcó a ocho entidades, mientras que para la encuesta presentada este martes, subieron a diez. En 2020, la medición resultó en 46.5 puntos, una diferencia de 5.6 puntos, al compararlo con el reciente resultado de 40.9 puntos de reputación.
En el caso de energía, la encuesta de 2020 marcó 33.2 puntos, una variación de 2.7 puntos en comparación a los 30.5 puntos de 2022, y en telecomunicación también se registró una caída interanual, pasando de 34.9 puntos en 2020 a 31.9 puntos en 2022, es decir, una diferencia de 3.0 puntos.
Conclusiones
Para Fernando Prado, director de Reputation Lab, en Panamá se vive en la economía de la reputación, un entorno en que las percepciones de los grupos de interés sobre las empresas tienen un impacto directo en sus resultados de negocio.
"Los postulados de la economía de la reputación se cumplen en Panamá. Por ejemplo, intención de compra o recomendación, suben o bajan cuando lo hace la reputación", dijo Prado.
Como resultado —dijo— las empresas de los sectores de la banca, energía y telecomunicaciones, tienen el reto de incrementar su capital reputacional, pues los niveles medios sectoriales son "débiles" o "pobres".
La reputación corporativa, añadió, es un activo intangible de gran valor que las empresas deben gestionar, pero para ello es preciso disponer de sistemas de medición objetivos con el fin de establecer indicadores.
De acuerdo con Prado, los panameños valoran de una manera mucho más positiva el compromiso de las empresas y organizaciones del sector privado de cara a la reactivación económica, en comparación con las instituciones públicas. De la misma manera, confían más en las empresas que en las instituciones públicas.