Arap y la FAO revisan la reglamentación de la Ley General de Pesca y Acuicultura

Las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) y la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) realizaron observaciones y propuestas de la reglamentación y normativa secundaria de la Ley General de Pesca y Acuicultura.

Durante la reunión se identificaron áreas de interés que requieren ser reglamentadas.

Por un lado, la FAO propuso la actualización de manuales y guías de procedimientos, así como la capacitación del personal de las distintas unidades administrativas, incorporando las mejores prácticas y regulaciones vigentes.

También planteó el fortalecimiento del Programa de Observadores a Bordo (POB) en la que ofreció acompañamiento durante la fase inicial de su implementación, con el objetivo de mejorar la efectividad del programa, enfocándose en el desarrollo de capacidades técnicas y su eficiencia.

Con esto, la FAO busca garantizar una mayor participación de observadores panameños en el programa.

Otro aspecto abordado en la reunión fue la optimización del sistema de trazabilidad.

Allí se identificó la necesidad de robustecer dicho sistema mediante el uso de tecnologías avanzadas, que aseguren la precisión de la información sobre la cadena de producción y faciliten auditorías más eficaces.

La Arap resaltó el papel que la FAO desempeña en los esfuerzos de Panamá para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).

“Se valoraron las contribuciones del organismo internacional en el control de la flota pesquera de servicio interior, proponiendo acciones para fortalecer su monitoreo. Estas acciones buscan prevenir capturas excesivas y garantizar el cumplimiento de la normativa, considerando incluso la posibilidad de establecer acuerdos de colaboración con otras instituciones”, menciona la entidad.

Al concluir las sesiones, ambas organizaciones determinaron la creación de un plan estratégico y un esquema de seguimiento.

En la que se recomendó elaborar un mapa de acciones que detalle los pasos necesarios para implementar las mejoras propuestas, con un cronograma claro y responsabilidades asignadas, a fin de asegurar un seguimiento efectivo del progreso en cada área de la institución.