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Apademar sugiere 'recuperar el uso de las sociedades anónimas panameñas en el registro de naves'
- 25/08/2022 00:00
- 25/08/2022 00:00
Desde hace tres décadas (1993) Panamá ha mantenido el liderazgo mundial en el abanderamiento de buques, y aunque la Autoridad Marítima de Panamá asegura que el registro “ha crecido durante la actual administración”, la realidad es que ese crecimiento “no” se está dando a la par de sus competidores: Liberia e islas Marshall, asevera la Dirección General de Marina Mercante.
En este contexto, está la posibilidad de que Panamá pueda perder su hegemonía a corto plazo, lo que podría causar un impacto económico y afectar su reputación ante los ojos del mundo, advirtió en una reciente entrevista con La Estrella de Panamá, el presidente de la Asociación Panameña de Derecho Marítimo (Apademar), Ramón Franco.
“El impacto de perder el primer lugar como país de abanderamiento, sería la pérdida de ingresos millonarios para el Tesoro Nacional que trae como resultado esta actividad; así como también su reputación por el servicio que presta. Tomemos en cuenta que cada nave registrada en Panamá debe pagar impuestos y tasas anuales al Estado panameño, además de los ingresos que genera directa o indirectamente por la empleomanía que genera esta actividad. Esto sin contar el prestigio que representa el servicio que brinda nuestro país a la comunidad internacional”, afirmó.
El presidente de la Apademar atribuyó el crecimiento de los registros de Liberia e islas Marshall a que se apoyan en un “modelo corporativo de negocios, que les brinda mayor flexibilidad, recursos y alcance que les permite posicionarse en los mercados internacionales y captar más naves para sus registros”.
Añadió que el modelo del registro de naves panameño actual es de corte estatal, cuenta con más de 100 años de operación, el cual fue exitoso en su momento, pero “ya no es competitivo en comparación con el de nuestros principales competidores, ya que no está exento de las debilidades propias del sistema estatal, como la excesiva burocracia, cambios de gobierno, vaivenes políticos, etc.”
Según Franco, “la única manera de que el país siga ocupando el primer lugar como registro de naves es modificando el modelo de negocio, con cambios estructurales que permitan al registro operar como una empresa privada, enfocada únicamente en la marina mercante internacional, con estrategias de mercadeo dinámicas que nos permitan posicionarnos en los mercados en los que hemos perdido terreno, a tener acercamientos con los grandes bancos que financian las construcciones y compraventa de naves, atraer mercados de nuevas construcciones, megayates, cruceros, entre otros”.
Al preguntarle sobre si privatizar el negocio sería la salida para rescatar la competitividad del registro, respondió que “definitivamente el modelo de negocios debe cambiar”; pero “para ello, debemos evaluar cuál es el modelo que más le conviene adoptar a nuestro registro, basado en fortalezas propias. Lo ideal es que nuestro registro pueda operar como una empresa privada con control y supervisión estatal”.
Otro punto importante que sugirió es “recuperar el uso de las sociedades anónimas panameñas en el registro de naves”, pues después de los mal llamados “papeles” ha caído en desuso, cuando en un tiempo era la favorita de los navieros, quienes utilizan un vehículo corporativo como propietario registrado de sus naves. “Cada vez más vemos sociedades de Liberia e islas Marshall como propietarias de naves de bandera panameña, lo que significa que ya nuestros usuarios también utilizan los servicios de la competencia”, apuntó.
Según explicó Franco, actualmente Apademar cuenta con una propuesta de un vehículo corporativo exclusivo para la actividad marítima, que es la Sociedad Marítima y que ya están empezando a dar a conocer a las autoridades y al sector privado.
No obstante, consideró que el registro de naves debe ser un tema de Estado y las iniciativas deben surgir de esfuerzos en conjunto entre gobierno y sector privado.
“A corto plazo debemos tomar acciones encaminadas a agilizar y simplificar procesos de registro, implementar tecnología y revisión de legislación marítima a fin de adecuarla a nuestra situación actual", señaló Franco.
En una primera reunión de actualización de la Ley 57 de Marina Mercante del 6 de agosto de 2008, el pasado 17 de agosto, y donde se instaló la mesa de diálogo, el director general de Marina Mercante, Rafael Cigarruista, aseveró que el porcentaje de registro de buques en Panamá “ha bajado con los años”, al tomar las referencias estadísticas de los últimos 10 años, pero reconoce que “quizás el problema venía de muchos años más atrás”.
Con respecto a la reforma de la Ley 57, que data ya de más de 14 años, Franco comentó que la legislación en materia de registro de naves debe adecuarse a la situación del mercado actual, enfocarse en agilizar y simplificar procesos de registro sin que ello implique sacrificar seguridad jurídica, implementar el uso de la tecnología en los trámites, como la firma electrónica calificada y presentación de documentos electrónicos.
Adicionalmente se debe revisar la legislación paralela al registro, como la Ley 55 de 2008, sobre comercio marítimo en lo referente a inscripción de títulos e hipotecas en lo que pueda incidir en trámites de registro de naves.
En su presentación, Cigarruista detalló que el 7,3% se va a islas Marshall y el 10% se va a Liberia; pero esos porcentajes “se convierten en doble porque yo lo pierdo y ellos lo ganan, es decir que se acercan cada vez más a mí y ahí es donde está el problema”. Literalmente, Cigarruista adujo que “la carrera es de un Porsche con un Toyota, y no hay manera de que yo le gane en una línea recta, y de eso se trata revisar la legislación, de eso se trata la competitividad, de eso se trata ajustarnos a los mercados internacionales”.
Cigarruista explicó, por un lado, que los problemas de pérdida de competitividad se deben principalmente a que el mejor proveedor de servicios de Panamá, que es Japón, “no está construyendo a la velocidad que solía hacerlo”.
Y por otro lado, Japón –el mayor proveedor de tonelaje de Panamá– está vendiendo naves de segunda mano a países como Grecia, porque hay buen momento para las embarcaciones pull carrier.
Aunque consideró que también hay que ver la parte de la compra y venta que afecta el abanderamiento, y los fletadores, quienes están decidiendo hoy en día la bandera; y tampoco se ha hecho la tarea con los bancos. “Aquí hay que salir al mundo y reunirse con los grandes grupos económicos. “Reitero, el problema del registro es mucho más grande de lo que he visto que dice la Dirección General de Marina Mercante o la Autoridad Marítima de Panamá. Tenemos que ponerle la visión país, y reitero la estrategia marítima nacional”, expresó.
En una ilustración de lo que sucedió en el mercado griego, Cigarruista profundizó en que de 2005 a 2021, Panamá solo captó 3 millones de toneladas en un mercado que creció 300% (Grecia); siendo la flota griega, según el análisis, la más grande en el mundo en millones de toneladas, es decir, el mercado que más creció en los últimos 10 años.
“Solía ser Panamá el primer proveedor de servicios (para los griegos, pero) hoy somos el quinto. Perdimos competitividad en ese mercado. Van a Japón y compran las naves de segunda mano y toman la competencia como el proveedor de servicios”, apuntó Cigarruista.
Enfatizó en que "Grecia era el mercado donde Panamá tenía que haber concentrado todo su esfuerzo en captarlo, porque era el que más dinero tenía, pero, contrario a eso, en 2010, Liberia pasó al país y en 2011, islas Marshall. ¿Dónde están ellos concentrados? En Grecia”, comentó.
La pregunta que surge es ¿por qué los buques griegos no están abanderando con Panamá? Eso es lo que se va a discutir en más detalle en la “mesa de diálogo de marina mercante”, que este miércoles 23 tuvo su segunda sesión, de 12 reuniones semanales, durante un periodo de tres meses.