Análisis | La ‘droga’ del endeudamiento externo

Actualizado
  • 04/03/2025 00:00
Creado
  • 03/03/2025 17:56
En los últimos 5 años aumentamos la deuda externa en $27.124 millones y eliminamos $5.100 millones de inversión privada

Entre el 2012 y 2024 el tamaño de la economía panameña se duplicó, y la deuda externa pasó de $14.567 millones a $53.736 millones. Sin embargo, 4 de cada 5 nuevos empleos generados en ese lapso fueron informales y el otro fue un funcionario, financiado a través de préstamos.

Hoy tenemos la mayor tasa de informalidad laboral de los últimos 20 años (49,3 %), así como los niveles de endeudamiento y déficit fiscal ($6.416 millones) más altos de nuestra historia.

Crecimiento sin confianza

Las cosas no eran así antes del 2012. 78 % de los empleos generados entre agosto 2004 y agosto 2012 fueron asalariados del sector privado (cotizantes), 13 % funcionarios y 9 % informales. La deuda externa en el 2004 era de $9.333 millones.

En julio 2012, el Informe del Banco Mundial publicó su Informe “Mejores empleos en Panamá: el rol del capital humano”, donde señaló que cada $1 gastado en la expansión del canal generó $0.64 de demanda interna, principalmente de construcción, y $0.36 en compras de bienes de capital.

Con una inversión de unos $5.250 millones a lo largo de 6 años, este indicador significó compras de unos $600 millones anuales a otros sectores de la economía. El reporte también indicó que el final de la construcción en el Canal de Panamá eliminaría un importante estímulo para la economía, generando desafíos para el crecimiento económico durante la década y presión para una rápida reasignación de mano de obra.

A partir del 2012, a pesar de un aumento en los niveles de inversión privada, el clima de negocios sufre de “incertidumbre postampliación”, dando como resultado la pérdida de 24 mil empleos asalariados privados (2012-2024), y que 81 % de los nuevos empleos sean informales y 19 % sean funcionarios, el proceso de precarización y estatización laboral más severo de la historia.

Buscando ‘culpables’, no soluciones

Hemos creado una economía “artificial” que crece, pero sólo genera informales y funcionarios, financiada con plata prestada. No hace falta ser un “genio de las matemáticas” para adivinar cuál es el problema del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), ni tampoco para deducir que no lo podremos resolver con slogans y consignas.

La generalizada percepción de corrupción alrededor de la clase política, ha servido de caldo de cultivo para la búsqueda de “culpables” y el logro de “justicia social” a través de un gasto público que sólo podemos financiar con deuda.

Haciendo la analogía a un plano personal, queremos mantener un nivel de vida no con lo que ganamos, sino con lo que le cargamos a la tarjeta de crédito, cuyos intereses son cada vez mayores y tarde o temprano habrá que pagar.

Cual droga, tenemos una economía “adicta” a la deuda. Pero lejos de enfrentar la realidad y buscar tratamiento médico y psicoterapia para superar la adicción, buscamos justificativos para seguir suministrándole alucinógenos..

Más endeudamiento, menos inversión privada

Entre junio 2019 y junio 2024, la deuda externa panameña aumentó de $26.612 millones a $51.812 millones, para ubicarse en $53.736 millones al 31 de diciembre 2024.

No obstante, el reciente Informe del Mercado Laboral a octubre 2024 publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), reveló que se perdieron 54.107 empleos formales no agrícolas durante los 14 meses comprendidos entre agosto 2023 y octubre 2024, la mayor “catástrofe” laboral después de la pandemia, directamente relacionada al repentino cese de la operación minera y consecuente pérdida del Grado de Inversión de Fitch Ratings en marzo 2024.

La súbita interrupción de $888 millones de compras anuales de la operación minera a otros sectores de la economía ocurrió de manera concurrente con la reducción de $2.405 millones en nuevos financiamientos bancarios al sector productivo, debido al aumento de las tasas de interés, y del flujo de Inversión Extranjera Directa (IED), de $4.835 millones en 2019 a unos $3 mil millones en 2024 (estimado). Se perdieron $5.100 millones de inversión privada en 5 años (2019-2024).

En los últimos 5 años aumentamos la deuda externa en $27.124 millones y eliminamos $5.100 millones de inversión privada. Como vimos con la Ampliación del Canal, si inyectamos $5.000 millones a esta economía, “la ponemos a volar”. Pero si le sacamos $5.000 millones (cierre minero y pérdida del Grado de Inversión), la “asfixiamos”.

Aterricemos

Urge transmitir confianza de que invertir en Panamá es buen negocio. Sin inversión privada no habrá reactivación económica sostenible y seguiremos viviendo en una economía ficticia. La riqueza se crea con trabajo, no con subsidios financiados con plata prestada.

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