FMI advierte que las economías pierden 'impulso' debido a la covid-19 y la inflación

Actualizado
  • 01/02/2022 18:09
Creado
  • 01/02/2022 18:09
Para este 2022, se prevé que el crecimiento económico de la región disminuirá a 2.4%, una rebaja respecto al pronóstico de 3% dado en octubre de 2021

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que las economías de América Latina y el Caribe están "perdiendo impulso", después del repunte de un 6.8% que reportó el año pasado (2021), tras el fuerte colapso económico sufrido en 2020. 

Con este panorama, para este 2022, el FMI prevé que el crecimiento económico de la región disminuirá a 2.4%, una rebaja respecto al pronóstico de 3% de octubre de 2021.

"La desaceleración es inevitable a medida que las economías retoman los niveles del PIB previos a la pandemia", advierten los autores del informe del FMI:  Ilan Goldfajn, Anna Ivanova y Jorge Roldós.

En el artículo, publicado este 31 de enero, el FMI alerta que la covid-19 y la inflación frenarán en 2022 el crecimiento económico en América Latina y el Caribe. 

"La incertidumbre en torno a la evolución de la pandemia a nivel más general continúa ensombreciendo la recuperación en el mundo y en América Latina y el Caribe".

Aunado a ello "las presiones inflacionarias en Estados Unidos y a lo largo y a lo ancho de la región,... también representan grandes riesgos para la recuperación".

También advierte que el efecto inflacionario podría impactar las tasas de interés a nivel mundial, por lo que los gobiernos tendrán que combinar la lucha contra la inflación con políticas estructurales que reactiven el crecimiento.

"El incremento de las tasas de política monetaria ha contribuido a mantener ancladas las expectativas inflacionarias, como señalamos en la edición de octubre de Perspectivas económicas: Las Américas, a la vez que apuntalaron la credibilidad que los bancos centrales cultivaron con tanto esfuerzo", indica la publicación.

Estimaciones para Panamá

Aunque la publicación no especifica el impacto por país, el ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama, no descartó que la inflación (que se traduce en aumento de precios) que se vive a nivel mundial impacte a este país.

 "Yo no diría, hablando con franqueza como me gusta hablar a mí, que nosotros podamos detener el proceso inflacionario que vive el mundo de hoy", declaró Valderrama a los medios locales.

Destacó que este 31 de enero, según las noticias internacionales,  en Estados Unidos y Europa la inflación está llegando a casi un 8% o 9%, la más alta en los últimos 50 años de la historia de la humanidad. 

"Soy realista... decir en estos momentos que la inflación no nos va a impactar es ser mentiroso y como dice el presidente: mejor es una verdad amarga que una mentirita fresca", afirmó Valderrama.

Sin embargo, indicó que no solamente hay un problema de aumento de los costos, sino que países como China y otros productores de energía y fertilizantes han cancelado las exportaciones como seguridad nacional para su alimentación.

Así que "no solamente es un aumento de precios, es un producto de falta de productos a nivel mundial, hay una escasez", manifestó el ministro agropecuario panameño.

Respecto a la presión inflacionaria en las tasas de interés a nivel mundial, el gerente general del Banco Nacional, Javier Carrizo, dijo que su efecto  también puede impactar a Panamá, por lo que es importante las calificaciones de riesgo de los países.

"Hoy en día con la amenaza de la inflación mundial que tenemos  se  hace cada vez más importante tener la menor tasa posible. Esta inflación mundial va a generar tasas m´ás altas. Así que mientras mejor calificación tenga el país, menor costo podemos tener", expresó Carrizo.

La inflación a nivel mundial es impulsada por el creciente aumento de los precios de las materias primas y las importaciones (atribuible en parte a las perturbaciones del suministro mundial), de los combustibles, fletes marítimos, alteraciones en las cadenas de suministros y las depreciaciones de los tipos de cambio, entre otros.

Perspectivas

El FMI sostiene que las expectativas de inflación a largo plazo se mantienen relativamente "bien ancladas", y eso refleja la "confianza" en la capacidad de la política monetaria para devolver la inflación a las metas. 

Sin embargo, las expectativas inflacionarias a corto plazo "son elevadas", lo cual hace pensar que es necesario mantenerse alerta y que los bancos centrales de algunos países tendrán que volver a actuar.

"Si la creciente inflación amenaza con desanclar las expectativas inflacionarias, los bancos centrales deberán subir más las tasas de política monetaria para demostrar que siguen comprometidos a respetar las metas de inflación y evitar persistentes alzas de precios. Esto tendría que ir acompañado de una comunicación clara y transparente", puntualizó.

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