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- 02/06/2020 00:00
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Un mes después de instalada la mesa económica para encontrar coincidencias entre el sector empresarial, sindical y gubernamental con miras a la reapertura económica, aún no hay puntos en común.
Ayer se realizó una sesión plenaria virtual con la intervención de la directora de la Organización Mundial del Trabajo para Centroamérica y el Caribe, Carmen Moreno, según se enteró este diario. La especialista llamó la atención a los intervinientes para que se centren en buscar una solución en consenso dentro del plan de recuperación económica que vive el país.
Moreno solicitó a los integrantes de la mesa no desperdiciar el papel que tienen, como nunca lo han tenido, un papel de una altísima responsabilidad hacia miles de panameños, aprovechando que cuentan con el apoyo institucional de la comisión “instaurada por la máxima autoridad del país, además del seguimiento de varias instituciones”, indicó.
No obstante, además de las declaraciones de Moreno, los integrantes no informaron de avances sustanciales y nuevamente parece volver a un punto muerto sin llegar a concordancias en temas profundos y concretos.
Lo que sí lograron fue que los sindicalistas se reintegren el próximo miércoles a las tres comisiones de trabajo –asuntos sociolaborales, asuntos laborales, económicos y jurídicos para el trabajo y preservación del empleo, y la mesa de retorno gradual laboral y sanitario– de las que se levantaron el viernes pasado.
Esto se logró luego de que un comité especial insistió el fin de semana en buscar acuerdos atendiendo las peticiones de los trabajadores que se ceñían a que se cuente con un suplente en la mesa y se le diera derecho a voz a los asesores. Situación que se concedió con tiempo limitado por la cantidad de voceros que representaría en los diálogos, al menos 16 personas.
Esto fue un tema que llamó la atención de Moreno, quien dijo estar “sorprendida por las horas invertidas en la discusión en las voces participativas, cuando afuera hay miles de personas sin trabajo”, comentó uno de los participantes a este diario.
La parte sindicalista se resiste a un cambio en el Código de Trabajo, mientras que los empresarios proponen una reforma temporal para flexibilizar las normas y reactivar los empleos gradualmente.
Este medio conoció que se va a trabajar en una declaración conjunta para reforzar el espíritu de apoyar el empleo. No obstante, en el fondo se ve lejana la posibilidad de alcanzar un acuerdo pronto, por la distancia de las posturas mencionadas.
Por otro lado, hay amenaza de los sindicatos más rígidos de salir a la calle, en caso de que se oficialicen las reformas temporales al código. “El Gobierno tiene la tarea de demostrar liderazgo, debe hablar claro a la ciudadanía, con cifras, y si es posible sostener a los suspendidos con subsidios; en caso de que no sea así, tomar las disposiciones”, indicó uno de los participantes.