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- 29/08/2008 02:00
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Acá el escenario no es una pista de baile, sino un cuadrilátero, y las necesidades no son ajenas, sino propias.
Se trata del Torneo Regional de Boxeo que mañana sábado 30 de agosto en la ciudad de David cumple su jornada de semifinales.
Un evento que se inició con cuarenta y ocho participantes de diversas comunidades chiricanas que jamás pensaron que tendrían la oportunidad que hoy se les presenta. Pero?¿Cómo fue posible que una actividad como esta se realizara en Chiriquí?
Todo lo ha hecho posible una persona.
Rogelio Espiño es el principal promotor del boxeo panameño en la actualidad. Maneja la carrera del campeón mundial Celestino “Pelenchin” Caballero y de una veintena de cotizados púgiles panameños y venezolanos. Y aunque organiza los más importantes eventos boxísticos en los más elegantes centros de convenciones de la ciudad capital, puso sus ojos en la provincia chiricana.
“Considero que existe mucho talento en el interior del país, pero esos boxeadores no destacan porque no cuentan con las condiciones y facilidades adecuadas”, nos explica Espiño cuando le consultamos por qué se decidió a organizar este evento. “Quería ver de que manera podía colaborar para que esos púgiles tuvieran una oportunidad en su carrera, darles una esperanza para que, a través del boxeo, ellos pudieran llegar a triunfar para beneficio propio y de su familia”, añade el promotor. A través del torneo regional, los púgiles chiricanos han cobrado bolsas muy por encima de lo que acostumbra pagarse. Aquellos que triunfen en la función del sábado, irán por el premio de dos mil balboas (B/ 2,000.00) en cada una de las cuatro divisiones.
Los que pierdan, ya habrán devengado más dinero en tres o cuatro peleas, que lo que hubieran cobrado en ocho o diez.
“Es un esfuerzo grande. No he obtenido ganancias económicas, pero espero que este proyecto nos de sus frutos el próximo año”, reconoce Espiño. Para muchos de estos prospectos, su vida ya ha cambiado al tener una continuidad en este deporte, que le garantiza ingresos que no habían tenido nunca. Noel Gantes, por ejemplo, que perdía todas sus peleas porque trabajaba cultivando piñas y no tenía mayor tiempo para entrenar, está dedicado a sus entrenamientos y ya suma dos triunfos consecutivos.
Mercedes Concepción, quien vive en Cerro Punta y trabajaba en labores agrícolas también lleva dos victorias consecutivas y mañana va por la tercera.
Lo importante es que, para varios de esos anónimos peleadores chiricanos, el sueño de ser alguien se convertirá en realidad. Sí, ellos pelean por un sueño. Y hoy tienen la oportunidad de lograrlo.