La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
- 19/02/2016 01:00
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El fin de semana pasado viví una experiencia surreal: Subí junto a Tribu Guarumo al enigmático Cerro Marta, ¿qué tiene de especial este Cerro? Pues mucho, en él se encuentra la avioneta donde el General Omar Torrijos murió.
Al estar frente a ella, me sentí retroceder en el tiempo hasta ese momento que marcó un hito en nuestra historia.
Salimos el sábado a El Copé (pasando Penonomé, entrando por la Candelaria, a 35 km de la entrada), el plan era acampar en casa del mejor guía del lugar: El señor Macedonio, quien nos tenía una rica cena, camas y sitio para carpas o hamacas, todo coordinado.
Al día siguiente nos levantamos a las 6 de la mañana, desayunamos bollos y café y alistamos mochila.
Puntualmente vino el pick-up a las 7 y fue muy divertido ir en la batea por las lomas del camino.
Llegamos al pueblo de Marta, pasamos por algunas casas para empezar el sendero que está relativamente marcado.
Cruzamos el primer río, subimos hasta llegar al mirador (primer cerro), bajamos por la lomota que los locales llaman El Violín (al regreso, la sufrimos), vimos una entrada del Parque Nacional Omar Torrijos, que es uno de los principales pulmones del país, pasamos un potrero subiendo el segundo cerro y finalmente estuvimos frente a la entrada del Cerro Marta.
Allí encontramos unas bancas de madera, lo que venía eran muchísimas escaleras.
El guía nos contó sobre el día en que la avioneta se estrelló, cómo se movilizaron para subir, los hallazgos que encontraron e incluso un cuento de miedo de un local que, días después, fue a recoger huesos desperdigados y se los llevó escondidos entre naranjas en su carro, ese mismo día murió en un accidente.
Entramos a un bosque nuboso tan hermoso como indescriptible. El verdor era impresionante acompañando de suaves bajareques y neblina por momentos que nos hacía sentir en una dimensión mágica.
Seguimos subiendo escaleras (aún tengo dolor en las piernas), pasamos por puentes de madera, bancas hasta llegar al tramo final donde a la izquierda nos desviábamos a la cima y recto hasta la avioneta.
Al llegar y verla, a todos nos conmocionó mucho, el hecho de presenciar los vestigios de un suceso tan importante, el imaginarnos cómo ocurrió y sentir la energía que emanaba ese lugar fue increíble.
Después fuimos a la cima con 1,022 m de altura y nos encontramos con mucha neblina y un vendaval que casi nos tumba.
El sendero se topa con los ríos Marta, Tigrero y Juan Julio. Nos tomó 8 horas el recorrido de 13 kilómetros.
Practicar senderismo me ha dado un bagaje de vivencias, cada fin de semana es una aventura inolvidable.
El compañerismo, los ánimos y apoyo de todos, el enfocarse ante una meta vienen por añadidura en estas actividades.
Pronto subiré algunas fotos y video del guía a la página de Facebook Encuentra tu Ruta – Panamá, también les exhorto seguir a Tribu Guarumo y conocer sus actividades los fines de semana. ¡No se arrepentirán!
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