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Marileidy Paulino, Jordan Díaz y Rai Benjamin conquistan Saint-Denis
- 09/08/2024 16:10
- 09/08/2024 16:10
La penúltima jornada de atletismo en el Estadio de Francia de los Juegos Olímpicos de París tuvo como protagonistas principales a la dominicana Marileidy Paulino, que ganó con récord olímpico los 400 metros; al español de origen cubano Jordan Díaz, que con 23 años se proclamó campeón del triple salto; y al estadounidense Rai Benjamin, que sorprendió al noruego Karsten Warholm en los 400 vallas.
El triple salto tuvo acento cubano aunque el país caribeño no celebró ninguna de las tres medallas.
Jordan Díaz, nacionalizado español, volvió a celebrar un nuevo triunfo dos meses después de proclamarse campeón de Europa. En esta ocasión lo hizo con 17,86 metros en los Juegos Olímpicos, dónde volvió a superar a su máximo rival, el portugués Pedro Pichardo, que, con 17,84, no pudo vencer al joven prodigio de La Habana, capital del país que le vio nacer también a él.
Tercero fue Andy Hernández, cubano nacionalizado italiano, que, con 17,64, se quedó lejos de esa dura rivalidad entre Pichardo y Jordan.
Vibrante fue la final de los 400 metros, en la que demostró su superioridad la dominicana Marileidy Paulino, que se colgó la medalla de oro tras ganar la final con mucha autoridad y parar el crono en 48.15, nuevo récord olímpico.
Sobre la pista morada, y mojada por la lluvia del Estadio de Francia, Paulino se mostró muy superior a sus rivales, ganando con una distancia considerable sobre el resto de finalistas para convertirse en la cuarta mujer más rápida de toda la historia en esta disciplina. Además batió el récord olímpico, que estaba desde el 29 de julio de 1996, en Atlanta, en posesión de la francesa Marie-Jose Perec.
Los 10.000 metros, con veinticinco mujeres en la pista, tuvieron un altísimo nivel con tres de las mejores mediofondistas mundiales de la actualidad: la neerlandesa Sifan Hassan, la keniana Beatrice Chebet y la etíope Gudaf Tsegay.
El triunfo se lo llevó la más consistente, que fue Beatrice Chebet, que aventajó en solo diez centésimas (30:43.25) a una invitada con la que no contaba, la italiana Nadia Battocletti, que, con 30:43.35, hizo récord nacional. La tercera fue Sifan Hassan, que en 32 horas se pondrá en la línea de salida del maratón en busca de su tercera medalla de los Juegos tras el bronce en los 5.000 y en estos 10.000.
En los 400 vallas hubo sorpresa ya que el gran favorito, el noruego Karsten Warholm, no pudo revalidar el oro de Tokio y se tuvo que conformar con la plata ya que quedó segundo (46.46) en la final que se llevó el estadounidense Rai Benjamin (47.06), que ascendió un puesto en el peldaño respecto a hace tres años.
Otra de las pruebas que levantó al público de sus asientos, aunque en la jornada matutina, fue la semifinal de los 800 metros, en la que los principales favoritos lograron el pase a la lucha por las medallas, entre ellos el keniano Emmanuel Wanyonyi, el estadounidense Bryce Hoppel, el canadiense Marco Arop, el argelino Djamel Sedjati y el bostwano Tshepiso Masalela. También el español Mohamed Attaoui, subcampeón de Europa, que entró por tiempos.
En las semifinales de los 100 metros vallas la más rápida hacía la final fue la estadounidense Alaysha Johnson (12.34), solo una centésima mejor que la favorita al título, la portorriqueña Jasmine Camacho-Quinn, que aspira a revalidar la corona olímpica de hace tres años.
En el relevo 4x100 femenino Estados Unidos recuperó el trono perdido en Tokio y, con un equipo formado por Melissa Jefferson, Twanisha Terry, Gabrielle Thomas y Sha’carri Richardson, se llevó la victoria con un tiempo de 41.78. A solo siete centésimas llegaron las británicas mientras que el bronce lo ganaron las alemanas.
En la categoría masculina los estadounidenses también se quedaron fuera del podio, como les ocurrió en Japón. En esta ocasión fueron descalificados por un contratiempo en la posta entre Chris Coleman y Kenneth Bednarek.
Los ganadores fueron los canadienses, con un equipo muy solvente con Aaron Brown, Jerome Blake, Brendon Rodney y Andre De Grasse, paró el crono en 37.50. Segunda Sudáfrica y tercera Gran Bretaña.
La final de peso femenino fue para la alemana Yemisi Ogunleye, que se guardó el mejor lanzamiento para el último intento, en el que alcanzó los veinte metros y dejando, a un paso de saborear el triunfo, a la neozelandesa Maddison-Lee Wesche, que se quedó en 19.86, marca personal.
La estadounidense Raven Saunders, que volvió a competir con una máscara, no pasó el corte en los tres primeros lanzamientos, y finalizó undécima con 17,79 metros.
El heptatlón femenino también se resolvió con las últimas pruebas, llevándose la gloria olímpica por tercera vez la belga Nafi Thiam. La británica Katarina Johnson-Thompson la llevó al límite en un 800 final muy ajustado pero no fue capaz de arrebatarla la corona de campeona.