“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
- 25/09/2024 00:00
- 24/09/2024 19:10
Consultado la semana pasada sobre la posibilidad de una huelga general de los futbolistas, Rodri, el popular jugador español del Manchester City, expresó: “Estamos cerca... Es la opinión general de los jugadores, y si sigue así, no tendremos otra opción”. Una declaración resonante viniendo de un jugador que se ha convertido en figura indiscutida del fútbol inglés y de la selección española, con un protagonismo que le ha llevado a estar nominado este año al codiciado Balón de Oro que se entregará el próximo 28 de octubre.
El mediocampista ibérico conocido mundialmente solo como Rodri, cuyo nombre completo es Rodrigo Hernández Cascante, se dirigía con sus palabras hacia las altas dirigencias del balompié mundial lo que, por ahora, parece más una velada amenaza verbal que una acción pronto a desencadenarse.
El punto de inflexión controversial gira en torno al número de partidos que tiende a aumentar en cada temporada y año, tanto en clubes y selecciones, lo cual les expone, ante el desgaste físico de la alta competitividad, a graves lesiones que parecieran ensañarse cual plaga sin contención a la vista. Como si el presente quisiese mostrar la cruda realidad, después de sus declaraciones, el mismo Rodri ha sufrido este pasado domingo una dura lesión en el partido entre el Manchester City y el Arsenal, que según las predicciones médicas lo mantendrá por la mayor parte de la temporada alejado de la actividad deportiva.
El foco está puesto primordialmente en las principales ligas europeas, las cuales impulsan el mercado multimillonario del fútbol profesional, convirtiéndose en un renglón influyente en las economías de Inglaterra, España, Francia, Italia etc. Después de concluir la temporada anterior, se disputó la Eurocopa, y justo acaban de comenzar las respectivas temporadas 2024-25 que incluyen las ligas y sus torneos nacionales; a ello le deben sumar los equipos las competiciones europeas de clubes.
En algunas, como en la Champions League, se cambió el calendario de competición: ahora cuenta con 36 equipos, formato de liga, y dos partidos más por jugar para cada club participante. El año entrante está programado el nuevo Mundial de Clubes, entre el 15 de junio y el 13 de julio. Un campeonato en el que pilar atractivo descansa en la presencia y participación de los clubes europeos de renombre: Real Madrid, Manchester City, PSG, Bayern Múnich, Inter, Juventus etc.
La oferta de fútbol sigue creciendo en el menú televisivo y en las plataformas digitales, disparando la preocupación de que sigan aumentando los torneos, saturando de paso a los jugadores en sus capacidades y dejándoles poco espacio para el descanso. La Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPro) recomienda 55 partidos por temporada. Un jugador de primer nivel, de participar en todos los partidos, podría estar rondado entre los 70 y los 75 partidos.
FIFPro señaló que, en perspectiva, la temporada 2024-25 se presenta como la más pesada en esfuerzo físico. A esta hay que agregarle las giras de pretemporada con partidos amistosos y viajes al exterior. “No todo es cuestión de dinero o marketing. Se trata de la calidad que se muestra. Cuando no estoy cansado, juego mejor”, señaló Rodri quien jugó 4.327 minutos en 50 partidos con su club la temporada pasada, sin contabilizarle los minutos con la selección española.
El entrenador italiano del Chelsea, Enzo Maresca, expresó su comprensión: “En términos de partidos es demasiado. No creo que protejamos a los jugadores... Los únicos que pueden hacer algo son los jugadores y nosotros podemos ayudarlos”, aunque se mostró en desacuerdo con una huelga como medida de coerción.
No está muy claro hasta dónde los jugadores en sus comunicaciones han llegado a consensuar una posición única, a priori parece que confluyen en la manifestación de la inconformidad, pero lejos colectivamente de un entendimiento y de cohesión como para realizar un cese de la programación deportiva, que tenga impacto y genere réditos inmediatos a los convocantes.
Se parte del hecho de que no hay un sindicato único que los aglutine de inmediato para generar la presión que implica convocar una huelga. En Inglaterra está la Asociación de Futbolistas Profesionales de Inglaterra (PFA) que tiene acuerdos particulares con la Premier League, y en Francia la Unión Nacional de Futbolistas Profesionales (UNFP). Las dos ya han cuestionado la legalidad de la “unilateralidad” del calendario internacional de partidos concebido por la FIFA (apelaron a la intervención de la Comisión Europea). También está FIFPro como el sindicato más universal, aglutina 66 asociaciones, entre ellas está activa Panamá.
La inglesa PFA, por reglamento, tendría que someter a votación una decisión de esta naturaleza entre los más de 5.000 miembros que posee; la UNFP francesa utilizaría su mecanismo consultivo e igualmente FIFPro. Esta última ha apuntado directamente al Mundial de Clubes del próximo año como el evento que desborda las exigencias con un calendario congestionado. La FIFA niega su culpabilidad y dice que le consultó a FIFPro.
No parece factible entre estos tres sindicatos un pronto acuerdo de cese del fútbol europeo. De llegar a esa posición, se espera que encontrarán resistencia en una contrademanda de parte de quien se sienta inmediatamente perjudicado, ya sea la liga, la UEFA o la FIFA, lo que los ubicaría en un pulso para el cual necesitan una sólida unidad. No hay antecedentes significativos de huelgas en el fútbol para apoyarse a modo de guía.
De Estados Unidos es donde se tienen las mayores experiencias en la paralización de los deportes por parte de los deportistas profesionales, aunque distan para poder tomarlas de referentes, debido a la fortaleza de sus sindicatos que les posibilitan una fuerza de negociación en una confrontación Deportistas vs. Propietarios-Asociaciones.
En 2011, la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) sufrió una huelga por falta de acuerdos en la revisión del convenio colectivo entre jugadores y propietarios; en ese mismo año la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) sufrió también un paro de cinco meses. El más reciente es el de la Major League Baseball (MLB), en 2022, el noveno cierre en su historia. La liga de hockey, la NHL, también cuenta con un historial de negociaciones de fuerza entre sindicato y propietarios. A diferencia, el fútbol profesional europeo por sus características no tiene un demandado único. Puede, por ejemplo, incluir a propietarios, a entes territoriales como las propias federaciones u organismos extraterritoriales como la FIFA.
En este sentido, a las declaraciones se sumó Kounde, defensa del Barcelona, al manifestar su apoyo a ponerle límites al calendario dejando un llamado a cerrar filas. Dijo: “Tenemos que organizarnos para que haya una voz colectiva. Será más potente cuando el mensaje venga de una organización que agrupe a muchos actores. Tenemos que hablar de ello y organizarnos”.
Hay que esperar para ver cómo evoluciona el frente de unidad que proponen los futbolistas, un objetivo que por ahora ha sufrido la primera baja con Rodri, su voz cantante, fuera de competición por lesión y por cómo gestionará su recuperación física con los tiempos para abanderar a los jugadores en busca de un objetivo del que ya han hablado antes, pero no han logrado materializar. La huelga como amenaza de palabra esta puesta sobre la mesa.