Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
- 02/09/2024 00:00
- 01/09/2024 17:38
Gabriel sabía desde muy temprano que su vida profesional estaría estrechamente ligada a la locución deportiva.
Hay niños que sueñan con ser médicos, otros bomberos y algunos hasta policías. El exparacorto de ‘La Maquinaria Roja’ de Cincinnati, David Concepción, recordó en una entrevista, que su padre le regaló por cinco años consecutivos un carro patrulla, porque deseaba que fuera policía.
En el caso de Gabriel Jesús fue todo diferente. Desde que era un chávalo de seis o siete años, organizaba con sus amiguitos carreras de barcos de papel en los charcos y zanjas de las callejuelas de la capitalina Plaza Amador.
Cuál narrador de una carrera de autos o de galgos, el pequeño daba los pormenores de la competición, en la que, además, participaba con uno o dos ‘naves’ por aquello de que ‘la suerte de uno, no la corre el otro’.
Así nació una de las carreras más completas en la narración deportiva istmeña, porque no solo lo hace en el fútbol, el deporte de sus pasiones, sino también en el básquet o el boxeo, entre otros.
Es decir, no hay pereza cuando de la narración se trata.
Esta es parte de la historia del ‘Comandante’ Gabriel Jesús Castillo, uno de los mejores narradores que tiene el fútbol local, tal vez subestimado o dejado a un lado en ocasiones, porque ha comentado, criticado o señalado aspectos que han ido en contra de los ‘intereses’ de algunos.
Hoy, sigue con el mismo empuje que lo llevó a los medios, pero con los ojos críticos y la sapiencia de un hombre de 55 años, que ha visto mucho, pero que aún le falta por observar otro centenar de cosas.
“La prensa de ahora está en los like. Generan noticias, siendo ellos la nota principal, para generar like”, dijo.
“Entiendo el detalle de monetizar, pero se ha transformado un poco la parte periodísticas. En nuestro tiempo, buscábamos que el estadio tuviera gente y que hubiera fútbol en la cancha, pero hoy la tendencia es la de generar para degenerar”, aseveró.
Gabriel se confiesa ser un ‘plazino de camiseta’. Se crío en la Calle 15 y C Santa Ana, diagonal al recordado restaurante ‘Gato Negro’, allá donde también brilla el sol, aunque algunos lo tildan de aristocrático.
El ser un apasionado del fútbol y su nombre, le llegan de familia. Su abuelo fue Gabriel Castillo Rodríguez, selección nacional en los años 30, y sus tíos Gabriel y Marlon, también futbolistas, aunque no con tantos créditos.
“Mi abuelo me sacaba todos los domingos a ver partidos, pero primero debía ir muy temprano a la iglesia, después donde mi tía Margarita en Las Bóvedas a almorzar y luego llegaba el fútbol”, recordó.
Su cercanía al barrio le permitió ver jugar a figuras de nuestro fútbol, como Rommel Fernández, René Mendieta, Ricardo ‘Halcón’ Buitrago, Luis ‘Diablo’ Tejada, mientras que en la locución estaban Luciano Zapata, Luis ‘Lucho’ Giraldo y Carlos ‘Pepe’ Collado, todos de alguna manera, leyendas.
“Mi primer partido narrado completamente fue cuando vino la selección nacional de china sub-20, que enfrentó a un combinado nacional; pudo ser en 1988, junto a Julio Shebelut, con producción de Giraldo, y la voz comercial de Hugo Enrique Famanía”, precisó.
Pero, no nos adelantemos. Nuestro cuento iba por los barquitos de papel.
“Recuerdo que, con los palitos de paletas, nosotros hacíamos unos pequeños barquitos que tirábamos por la cuneta y yo, de seis o siete años, describía la carrera de esos barquitos”, sostuvo.
Los chiquillos del barrio pasaban de los ‘veleros en carrera’ a las peleas de ‘hormigas culonas rojas’, que a Gabriel también le tocaba amenizarlas con su narrativa.
“El poder describir un evento o un partido de fútbol, creo que es algo que viene en mí. Esa capacidad de convertir las imágenes en palabras y viceversa, es una bendición de Dios”, apuntó.
Castillo pasó de las descripciones imaginarias a una cabina real en 1986, cuando siendo graduando del Instituto Nacional, participó en el programa ‘La Voz Institutora’, que se transmitía los viernes por Radio Mía, y donde era responsable de las notas deportivas.
Un poquito antes, vio su nombre plasmado en un diario nacional, cuando el diario Matutino le publicó en 1982 una nota sobre la actividad boxística del Club Cincuentenario, que presidía su tío, Ricardo Valdés.
Desde esa época, ha corrido mucha agua por debajo del puente. Ha estado vinculado de una u otra forma a los diarios La Prensa, Crítica, El Siglo, La Estrella de Panamá y Mi Diario, a las emisoras Radio Cadena Millonaria, La Exitosa, Radio América, La Voz de Panamá, RPC, TVN y actualmente participa en varios programas.
Si bien ha narrado indistintamente en radio y televisión a lo largo de su carrera, prefiere la primera porque le permite ser más abierto, le da oportunidad de utilizar más palabra, ser más descriptivo y literalmente, convertirse en los ojos de los oyentes.
De esta manera es que ha tenido la oportunidad de narrar Copas Mundiales, Copas Américas, Centroamericanos, Olimpiadas, Bolivarianos, Panamericanos y diversos torneos regionales.
Castillo cuenta con 38 años en los medios, si contamos cuando lo hizo por primera vez como institutor en 1986.
De referentes en materia de locución tiene a los reconocidos Ricardo Pitty, José Bech y Efigenio Tapia, a nivel local; y a los costarricenses José Luis ‘El Rápido’ Ortiz y Mario McGregor y a los uruguayos Víctor Hugo Morales y Eduardo Moreno, entre los foráneos.
Es por ello que afirma que su forma de narrar tiene influencia de varias escuelas, aunque siente que la que más le ha marcado ha sido la colombiana y la argentina, que tiene velocidad y le permite “literatura, remembranzas, etc”.
De este mar de expertos personajes se queda con dos de ellos. El comentarista Luis Giraldo, quien le dio su primera oportunidad oficial en la radio al verle talante, tanto en su voz como en el conocimiento del fútbol.
En esa línea, recordó cuando estuvieron en La Voz de Panamá, donde los principales protagonistas eran Giraldo y Collado, sentados en las dos únicas sillas del pequeño estudio, y sentados detrás en un pequeño taburete, Shebelut y él.
La otra figura fue Eduardo Moreno, a quien llama ‘mi gran maestro’, con quien aprendió sobre el relato, la descripción y la utilización de la memoria, para recordar nombres y pasajes épicos del fútbol.
Esa experiencia le dio la posibilidad de ser el ‘anchor’ del programa ‘En La Jugada’ de RCM Televisión, cuando aún con la señal en prueba y las eliminatorias del mundial Corea-Japón 2002 encima, le hicieron una entrevista en vivo al narrador mexicano Jorge ‘El Perro’ Bermúdez.
Otros dos aspectos que recordó con cariño fue la creación del proyecto ‘Los Dueños del Balón’, con Giraldo y Shebelut; y la cobertura en vivo por RPC Televisión desde Berlín, de la final del mundial Alemania 2006 entre Italia y Francia, junto a Shebelut y David Samudio.
Han sido casi cuarenta años, en los que ha tenido muchas satisfacciones, principalmente porque los ha recorrido solo con amigos, como Giraldo, Shebelut, Vene Castillo, Luis Carlos Bailey, Antonín Aizpurúa y Hernán Rivadeneira, entre otros.