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- 05/07/2024 14:38
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Acelerado al inicio, brusco como nunca (lesionó a Pedri) pero con su fútbol elegante de casi siempre, Toni Kroos dijo adiós a su carrera en los cuartos de final de la Eurocopa con un gol cruel en el minuto 119 de la prórroga, obra de Mikel Merino para España (2-1), país en el que alcanzó la cumbre y que obligó a colgar las botas al maestro del ‘tempo’, dedicado durante más de una década iluminar el camino del Bayern Múnich, Real Madrid y Alemania.
La Eurocopa, el único título que no luce en las vitrinas de Kroos, echó el telón antes de tiempo para el fino centrocampista germano. Después de una exitosa fase de grupos, cada partido de la Eurocopa se convertía en una posible final para el ex jugador del Real Madrid. Ya no había red que pudiera sostener al mito alemán, que ante cualquier error se enfrentaba a una despedida sin vuelta atrás. Y su objetivo, devolver la gloria a Alemania, no llegó a buen puerto, por lo que no pudo decir adiós a lo grande, como logró en el Real Madrid después de ganar una Liga de Campeones, una Liga y una Supercopa de España.
Kroos, eso sí, se marchó con el reconocimiento de todos los buenos amantes del fútbol. Durante su periplo por la Eurocopa, en cada uno de sus pases, casi siempre certeros hasta rozar la perfección porcentual, marcó el paso de su selección y nunca dejó de recibir halagos. Cuatro ciudades de Alemania podrán presumir de que acogieron su cuenta atrás hasta el final definitivo en el día que falló todo su equipo. Múnich, Stuttgart, Frankfurt, Dortmund y otra vez Stuttgart en su final, fueron las etapas de una transición para sustituir el traje de corto por una vida apacible en Madrid.
Eso es lo que fue Kroos durante toda su carrera y eso es lo que desea: tranquilidad. Se acabaron los viajes semanales, el circo del fútbol ya no será obligado para el alemán, que lo disfrutará cuando quiera y donde quiera. Ahora pasará definitivamente página y se centrará en otros asuntos. Pero, hasta llegar a esta fase de su vida, ha disfrutado de una trayectoria profesional prácticamente intachable regada con 33 títulos entre el Bayern Múnich, el Real Madrid y Alemania. Un éxito incontestable.
Seguramente, los que más orgullo produzcan a Kroos serán Mundial de Brasil 2014 que conquistó con Alemania y sus seis Ligas de Campeones (cinco con el Real Madrid y una con el Bayern). Tal vez fueron el cenit de la carrera de un jugador que se formó en el club alemán del que salió ante la dejadez de sus dirigentes en una de las decisiones más nefastas de la historia del fútbol, similar a cuando la discográfica Decca decidió que The Beatles no servían y los dejó escapar. EMI recogió a los ‘Fab Four’ como el Real Madrid lo hizo con Kroos en 2014 por la irrisoria cantidad de 25 millones de euros.
El centrocampista alemán apareció por la casa blanca con 24 años, justo después de ganar el Mundial. Ambas partes comenzaron una relación que se cortó una década después, una de las más prodigiosas del Real Madrid, que a su ritmo rememoró tiempos muy pasados que generaron un ciclo internacional. El Real Madrid de Kroos, Modric y compañía acumuló seis Ligas de Campeones en una década, cuatro de ellas en cinco temporadas (2014-2018), casi como el periodo 1956-1960, en el que el club blanco encadenó cinco Copas de Europa seguidas.
Mientras triunfaba en el Real Madrid, en el Bayern se tirabande los pelos. Habían perdido a un guía para toda una década. Y en Alemania, no todo fue un aplauso constante durante el último lustro. Otro mito como Lothar Matthaus le regaló una crítica exarcebada tras la pasada Eurocopa, en la que Alemania no pasó de los octavos de final: “Se cree mejor de lo que es. Sus pases rasos son como su peinado: bonitos y limpios, pero eso le quita tiempo al juego de Alemania”, dijo.
Antes, fue Karl-Heinz Rummenigge dirigente en el Bayern, quien hizo historia con una frase lapidaria mientras negociaba su renovación: “No te voy a pagar lo que pides porque no eres un jugador de talla mundial”. El tiempo, al final ha puesto a cada uno en su sitio y ahora Matthaus ha claudicado: “Venderle al Madrid ha sido el mayor error del Bayern en su historia. La UEFA debería crear un premio en su nombre”.
El regreso de Kroos a la selección no fue una tarea sencilla para Julian Nagelsmann, que tuvo que pelear duro para poder volver a contar con un jugador que en junio de 2021 dijo basta y se despidió de Alemania tras un encuentro ante Inglaterra. Le convenció a base de llamadas y de prometerle de que iba a formar un equipo ganador. Aceptó y en un principio pareció una apuesta vencedora, porque Alemania tenía buena pinta tras su certero paso por la fase de grupos.
En octavos de final Kroos rozó el naufragio frente Dinamarca en un día en el que una tormenta eléctrica y un fuerte aguacero llegó a suspender el partido durante media hora. En aquel duelo ya no estuvo tan acertado como en los anteriores. Erró en algún envio sencillo mientras Alemania parecía consumirse fallando ocasiones hasta que en un minuto de locura se salvó: Andersen marcó, su tanto fue anulado por un fuera de juego milímetrico (por la punta de una bota) y seguidamente tocó con la mano un balón dentro del área. Havertz no falló el penalti, Dinamarca se hundió y Kroos sobrevivió.
Tuvo que ser España, su querida España, quien en un giro del destino le arrebatara la posibilidad de terminar su carrera con el último título que le quedaba por ganar. El equipo de Luis de la Fuente cerró el paso a un jugador que inició su final alborotado, con dos golpetazos a Pedri que le sacaron del partido y con un pisotón a Lamine Yamal. Luego se tranquilizó tras seis minutos de furia de los que se escapó sin tarjeta y su fútbol no pudo volver a lucir como siempre, con Alemania en ocasiones a merced de su rival, que decantó el partido del lado equivocado para el jugador alemán.
Y es que España, con el acierto de Mikel Merino en el minuto 119 de la prórroga, certificó de la foma más cruel posible la crónica de una despedida anunciada. La fecha de caducidad tenía un número y un lugar, el 14 de julio en Berlín, que Kroos no pudo saborear. El último pitido del árbitro Anthony Taylor marcó el final de un hombre que se despidió con honores, nervioso al principio con sus patadas a Pedri y consciente de que el reloj hizo su trabajo para terminar con la carrera del maestro del ‘tempo’.