La Selección Femenina de Panamá se choca con la realidad

Una desilusión total se llevó la Selección Femenina de Panamá luego de caer eliminadas en la primera edición de la Copa Oro W. Las chicas no lograron sumar ni tan solo un punto y se despidieron de la competición en el último lugar del grupo B.

Las panameñas afrontaban este reto como una oportunidad importante de desplegar el buen fútbol que demostraron en varias ocasiones durante el proceso de clasificación a este torneo. Si bien es cierto que las dudas en cuanto al funcionamiento rondaron por este equipo en los partidos oficiales post mundial, lo cierto es que tenían una oportunidad importante de demostrar lo que eran capaces de hacer.

Sin embargo, los resultados en este torneo fue algo completamente diferente a lo que se tenía planeado. Tres derrotas en tres partidos, ningún punto a favor, con solo un gol a favor y hasta 13 en contra, siendo Panamá el segundo equipo más goleado del torneo, superado solo por República Dominicana a quienes le encajaron 16 tantos.

Panamá viajó para esta Copa Oro W con un plantel relativamente joven. El promedio de edad de las jugadoras fue de 24 años e incluso esta sería la primera experiencia de algunas de ellas en un torneo internacional.

El director de la sección Ignacio Nacho Quintana llamó a 13 legionarias, mientras que las otras 10 del plantel militan en clubes de la liga local. Vale la pena destacar que de las 23 seleccionadas, 16 jugaron el Mundial.

Hay que decir que Panamá fue emparejado en un grupo un poco complicado. Con una Colombia que no lograron vencer en los dos amistosos anteriores (un empate y una derrota) que jugaron antes de partir hacia el Mundial en Australia y Nueva Zelanda 2023.

También debían jugar contra su verdugo Brasil, quienes ya había goleado a las nuestras en la justa mundialista 4-0 y por último Puerto Rico que en papel Panamá tenía serias oportunidades de sumar las tres unidades.

En algo que acertó el técnico Quintana sobre los partidos contra Colombia y Brasil fue que muchas de estas jugadoras ya tendrían una referencia de ellas por los encuentros anteriores.

“Ahora mismo las jugadoras pueden tener una referencia, tienen una experiencia previa de jugar contra las selecciones de Colombia y Brasil. Yo creo que nuestras jugadoras saldrán con sed de revancha también. Aunque no tuvimos un resultado positivo contra los dos, todo dependerá de las nuestras que afronten este reto con el carácter que estos partidos merecen”, afirmó Quintana para este medio durante una entrevista en el mes de diciembre.

Los números están ahí y en estos momentos el técnico Quintana afronta una mala racha de resultados. Incluso desde que llegó al mando de la selección femenina en diciembre del 2020 ha dirigido 42 partidos con un saldo de 20 victorias, cinco empates y 17 derrotas. El dato curioso es que en partidos oficiales Quintana tiene la misma cantidad de victorias y derrotas con nueve.

El torneo empezó cuesta arriba para Panamá en aquella goleada en contra contra Colombia. La sorpresa mayúscula de este partido fue la decisión de Quintana de dejar a varios pesos pesados en el banquillo, como lo fueron Aldrith Quintero, Riley Tanner y Carina Baltrip-Reyes; jugadoras que habían estado presente en el último Mundial y empezaron desde el banquillo aquel juego.

El propio técnico se dio cuenta de su error e hizo los respectivos cambios en el medio tiempo, ya cuando Panamá iba perdiendo 3-0. Ingresaron Quintero y Tanner, mientras que Baltrip-Reyes ingresó al minuto 62. Lo que más llamó la atención fue que en el segundo partido contra Puerto Rico la futbolista, que milita en la Lazio de Italia, le dio razones a Quintana para no sacarla del once, ya que fue autora de la única asistencia del torneo y completo un buen partido contra las puertorriqueñas adueñándose de la banda derecha.

Tras lo ocurrido contra Colombia, ya las jugadoras e incluso Quintana sabían lo mucho que se jugaban contra Puerto Rico. Una de las líderes del plantel Wendy Natis hizo mención de esta premisa durante la conferencia de prensa antes del partido contra Puerto Rico.

“Sabemos que será un partido muy difícil, pero no imposible. Nosotras sabemos que somos jugadoras profesionales. Esta vez no logramos el resultado que queríamos (contra Colombia), pero sabemos que será un partido de mucha responsabilidad y hay que ir a buscar los tres puntos”.

“Tenemos que tener un equipo más unido, con mucha más comunicación dentro del campo, con más actitud y con eso vamos a sacar el resultado”, lanzó la jugadora panameña que milita en el Bahía de Brasil.

Por momentos Panamá mostro signos de esperanza contra Puerto Rico. Empezaron ganando con un gol de la capitana Natalia Mills a los 27’ del encuentro. Las panameñas tenían todo a su favor y lograron tener muchas ocasiones para sentenciar la victoria en el primer tiempo, pero fue otro Puerto Rico que salió al campo en la segunda mitad.

Las puertorriqueñas lograron darle la vuelta al marcador y en un abrir y cerrar de ojos Panamá ya tenía medio pie afuera del torneo. Este fue un resultado que dejó mucho de que hablar. Muchos no se explicaban como una selección en el puesto 103 del ránking FIFA podría haberle remontado y ganado una selección que está dentro del top-10 de Concacaf y ocupa el puesto 55 mundial.

A pesar de estas duras derrotas, desde el seno de la selección aún creen que tienen el potencial para cosechar mejores resultados.

“Tenemos aún mucho por mostrar. Definitivamente tenemos un gran grupo de futbolistas y creo que solo estando juntas, aprendiendo de estos juegos y también de cada una de nosotras podemos hacer las cosas mejor en un futuro”, señaló la propia Tanner antes del partido contra Brasil en conferencia de prensa.

Los intentos no fueron suficientes y Panamá volvió a perder contra las brasileñas en el ocaso de su participación en la Copa Oro W. La realidad es que tampoco se le podría exigir mucho a las jugadoras. En Panamá no existe una liga profesional como en los países vecinos y si en algún momento se planea alcanzar cosas grandes será importante cambiar los cimientos del proyecto.