Ante Chile, a la espera de un cierre al alza en los amistosos híbridos

Actualizado
  • 05/02/2025 00:00
Creado
  • 04/02/2025 18:34
Panamá culmina frente a Chile el segundo de los dos encuentros en la modalidad de amistosos híbridos (club y selección)

La Selección Mayor emprende hoy el camino hacia Santiago de Chile, donde se le espera para que protagonice, junto con la selección local, el partido amistoso programado para el próximo sábado (6:30 p.m.) en el Estadio Nacional.

Será el segundo encuentro del combinado panameño en el arranque del 2025, teniendo la mirada puesta en encontrar variantes y recorrido competitivo para el primer gran desafío del año: las semifinales de la Liga de Naciones (Final Four) ante Estados Unidos, las cuales deberá afrontar el 20 de marzo en Los Ángeles, California.

Para la Selección de Chile es el primer amistoso y el único partido de preparación acordado, antes de retomar el último tramo de las eliminatorias mundialistas, las cuales tendrá que asumir como visitante ante Paraguay, precisamente el mismo 20 de marzo.

Unas eliminatorias a las que se incorporarán los chilenos sin margen de error, pues se ubican en el penúltimo puesto de la clasificación, con 9 puntos en 12 partidos disputados, seis pendientes por jugarse, tres de local y tres de visitante. En este momento las esperanzas están puestas más en colarse en el séptimo puesto -les posibilitaría el acceso a través del repechaje-, que entre los seis primeros a quienes se les concede la clasificación directa al mundial.

Tanto Chile como Panamá han dado prioridad en la convocatoria al microciclo a jugadores que se están desempeñando en su liga local. El plantel de Panamá es mucho más joven que el de Chile; estos han apostado por incluir a dos jugadores con larga experiencia como son Charles Aránguiz y Marcelo Díaz, quienes, sumados al omnipresente Arturo Vidal, evocan entre los aficionados un pasado glorioso; fueron la columna vertebral del mediocampo en el bicampeonato de la Copa América obtenido por Chile en 2015 y 2016.

Arturo Vidal, apodado ‘El King’, se convirtió en un acérrimo crítico del entrenador Ricardo Gareca, oponiéndose a los criterios de gestión del plantel que procuraba el argentino, creándole oposición entre la afición chilena; los malos resultados terminaron por torcerle el brazo al técnico argentino. Tras la derrota ante Colombia 0-4, Gareca optó por abrirle las puertas a Vidal en los últimos juegos eliminatorios; con él de líder en el campo, empataron 0-0 con Perú y vencieron a Venezuela 4-2 en la última jornada de 2024. A pesar de estar convocado, no es segura su participación en el partido según lo expresado por el jugador a la prensa: “No voy a arriesgar nada. No sé si el sábado pueda jugar. No quiero arriesgar”, ha dicho haciendo referencia a algunas molestias físicas que viene superando.

Ganarle a Panamá es un imperativo para Ricardo Gareca en la búsqueda de mantener los ánimos al alza. En la orilla opuesta, la Selección de Panamá bajo la conducción de Thomas Christiansen, tiene que aprender a amarrar resultados, sobre todo cuando los partidos los ha conducido con méritos; quedarse con las manos vacías en los minutos finales, como le aconteció con Universitario en Lima, no debería admitirse para evitar que la estadística del marcador se imponga de entrada a la narrativa del partido.

Esta programación de amistosos quedó bien diseñada para el equipo canalero en la escogencia de rivales, ya sea porque se trabajó en ese sentido o porque se dio por mera casualidad; el hecho de que un partido haya sido frente un equipo profesional (Universitario) y el otro contra una selección (Chile) ha permitido desarrollar la preparación ante dos dinámicas diferentes.

La primera (Universitario) conlleva medirse con un rival en la que sus integrantes están en permanente actividad grupal, ya sea porque el club está inmerso en una competición o realizando pretemporada; sus jugadores conviven, entrenan y aplican semanalmente juntos un esquema de juego con continuidad.

En la segunda (Chile), al ser una selección nacional, la conformación del plantel a través de convocatorias que requieren el permiso de los equipos a los que pertenecen y el juntarse en periodos determinados de tiempo, les hace enfrentarse a un contendiente con sus mismas características de preparación puntuales y jugadores que tienden a ser más removibles para cada cita.

La modalidad de enfrentar a clubes estuvo en boga en décadas pasadas y se había dejado a un lado particularmente debido a que los torneos internacionales han aumentado para las selecciones, saturando muchas veces el calendario, y en otras ocasiones porque se les consideraba poco provechosos para el objetivo final, al abusarse de ellos.

La Selección Colombia era favorita para el mundial USA 94, jugó 21 partidos amistosos con clubes de alto perfil antes de la Copa Mundo: Milan, Fiorentina, Parma, Bayer Múnich, Sao Paulo, Palmeiras etc., a nivel de entradas económicas fue muy rentable; en el mundial Colombia fue la primera selección eliminada. Hoy un amistoso entre la actual campeona del mundo, Argentina, y el Real Madrid, se podría ver como un plato suculento con ganancias económicas codiciadas para promotores y participantes, pero de menor rédito deportivo.

Sin embargo, la Selección de México, en busca de rivales que le exijan y le eleven de nivel más allá del ámbito regional donde mantiene su protagonismo, y sin tener que disputar eliminatorias mundialistas al ser coanfitriones junto con Estados Unidos y Canadá, ha sido de los primeros en retomar en 2025 la práctica de jugar amistosos con clubes, a los que se han denominado ahora amistosos híbridos. Lo hizo el mes pasado al enfrentar a Internacional en Brasil, al que derrotó 2-0, y posteriormente a River Plate en Argentina, con el que perdió 0-2.

Las sensaciones que dejó la Selección de Panamá convocada para el partido amistoso ante Universitario, en Perú, con el que perdió 2-1 fueron positivas en su mayoría; desarrolló el plan táctico planeado, mostró condiciones físicas, tuvo orden y gol, reaccionando ante la desventaja en el marcador. Aunque hay que limitarle su alcance porque todos los jugadores deberían saber y aplicar una regla básica: se puede ganar, perder o empatar un partido, pero nunca regalarlo por una “inocentada” (penal) cometida en el último minuto de juego. “Elemental, mi querido Watson”, como diría Sherlock Holmes.

El sábado ante Chile, un rival con características diferentes, con algunos nombres nuevos en la convocatoria en relación con el anterior compromiso, entre quienes se ha incluido a César Yanis, Gabriel Brown, Rafael Mosquera, Aimar Modelo, Kahiser Lenis, Gustavo Herrera, Cecilio Waterman y Janpol Morales, esta Selección Panamá en versión B, al compararla con quienes son sus regulares titulares, llega al Estadio Nacional de Chile con un aprecio ganado permitiendo sentir que se continúa creciendo y madurando prospectos que se proyectan para cubrir algunos puestos donde se vaya a requerir renovación. Esperamos que el frío austral no opaque el horizonte panameño.

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