'Real fooding', una elección que cobra vida como tendencia

Actualizado
  • 28/05/2020 00:00
Creado
  • 28/05/2020 00:00
Datos de Google Trends respaldan que durante los últimos cuatro meses se ha incrementado sustancialmente la búsqueda relacionada a una alimentación saludable. El movimiento basado en la elección de productos que no han sido procesados, recobra fuerza desde su primer auge digital en 2018

Parece que la cuarentena ha llevado a muchos a reflexionar en torno al tema, abriendo un espacio para replantearse nuevos hábitos de consumo y compras más pensadas e 'inteligentes'. Al mirar las tendencias de búsqueda de Google, en todo el mundo, vemos un aumento considerable en aquellas asociadas a una alimentación sostenible y sana, en los últimos tres meses. El movimiento #realfooding que plantea el consumo de alimentos naturales frente a los ultraprocesados, gana adeptos y cada vez más popularidad.

Todo está en la habilidad de elegir frente a las miles de opciones en el mercado, para lograr un menú más cercano a lo natural, sin productos derivados de procesos industrializados.

Solo en Instagram la etiqueta #realfood cuenta con más de 8 millones de publicaciones, y en España, YouTube lanzó la iniciativa #TendenciaAlCambio para promover conductas más sostenibles y una alimentación más saludable, con la participación de algunos creadores de contenido del país europeo, según recoge el diario Marca.

Pero, ¿qué es esencialmente esta tendencia que viene abarcando terreno desde 2018? Si bien la traducción literal es 'comida real', el real fooding implica el consumo de todos los alimentos que vienen directamente de la naturaleza o han sido mínimamente procesados.

En este grupo 100% real y natural se incluyen verduras, hortalizas y frutas, legumbres, frutos secos, pescado y mariscos, carnes sin procesar, huevos, tubérculos (patata, batata, zanahoria, rábano), cereales 100% integrales o de grano entero, leche fresca, hierbas, especias y semillas, café e infusiones.

Algunos promotores de la tendencia también incluyen un segundo grupo con opciones de procesados saludables, donde incluye el aceite de oliva virgen extra, los lácteos, los panes integrales, los chocolates con un porcentaje de cacao del 85% o superior y los alimentos congelados en crudo o envasados ya cocinados sin un exceso de añadidos.

Los 'real fooders' defienden la idea de abandonar los alimentos procesados.

Carlos Ríos, promotor del movimiento en España, comentó a la revista Harper's Bazar durante una entrevista que un real fooder es “aquel que disfruta de la comida real y sabe elegirla esté donde esté; aquel que lleva una alimentación consciente enfocada en sus gustos, su salud y su estilo de vida. También creo que un verdadero real fooder se preocupa por la alimentación de los que le rodean, divulgando así sus conocimientos para un bien común”.

Además, el nutricionista y precursor del movimiento agregó que “los productos ultraprocesados son una mezcla de ingredientes insanos formulada por la industria alimentaria. Casi siempre están presentes en nuestro alrededor, están diseñados para que puedas comerlos en cualquier lugar y en cualquier momento, y para que cuando abras el envoltorio no puedas parar de comer”.

Según Ríos, la combinación de estas variables con la ingesta excesiva de ultraprocesados deriva en inflamación crónica en nuestro organismo, como el primer paso a muchas de las enfermedades.

Industrialización

La ciencia explica que los alimentos procesados han soportado cambios o han pasado por algún nivel de procesamiento industrial antes de llegar a nuestra mesa. Esto permite que dispongamos de muchos productos que no podríamos consumir si no fuese por esta técnica y mejora la seguridad de los alimentos mediante diversos métodos que incluyen tratamientos a temperaturas elevadas que destruyen las bacterias nocivas, el uso de algunos aditivos que impiden que las grasas entren en descomposición o que se desarrollen hongos y bacterias; además, el envasado ayuda a prevenir la manipulación indebida de los alimentos.

Es muy amplia la oferta de alimentos procesados, algunos ejemplos son las frutas, las verduras y los productos cárnicos congelados, enlatados, pescado en conserva y la leche U.H.T.

Las búsquedas relacionadas con una alimentación saludable se dispararon durante la cuarentena.

Si bien su demanda en el mercado es creciente, también tiene detractores.

En este marco entran los defensores del real fooding o comida real, en un intento por abarcar la necesidad de adquirir hábitos healthy y más cercanos a un estilo de vida justo con el planeta y la salud.

Por otra parte, estudios sugieren que los alimentos procesados en exceso pueden suponer desbalances en la salud. Otros avalan la relación entre este tipo de alimentación y el cáncer. La Universidad Sorbona de París publicó uno de ellos en 2018, en el British Medical Journal, asociando la enfermedad mortal con este tipo de alimentación.

En Estados Unidos, por ejemplo, ya aparece un dato alarmante: estos alimentos representan más de la mitad de todas las calorías consumidas. Constituyen casi el 90% del consumo de azúcar añadido en la dieta estadounidense.

Algunos métodos de procesado ocasionan la pérdida de nutrientes: es el caso de algunas vitaminas y minerales que se quedan en el agua de cocción o en las partes del grano que se eliminan para elaborar la harina.

Las comidas procesadas también pueden contener azúcar y grasas en cantidades más elevadas que las que elaboramos con nuestras manos.

La industria de consumo masivo y de alimentos ha llevado a la sociedad a abandonar las opciones naturales y a sustituirlas por las procesadas.

El movimiento real fooding no es un régimen alimenticio, pero sí un estilo de vida con una base muy definida: comer comida real como un acto más noble y consciente con la salud, la mesa y el medioambiente.

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