El legado de dos mujeres: Thelma King Harrison y Carmen Antony García

Actualizado
  • 28/02/2021 00:00
Creado
  • 28/02/2021 00:00
Este 8 de marzo nos invita a celebrar la vida y el legado de dos mujeres, que de forma ejemplarizante aportaron su grano de arena a la construcción de un Panamá más humano, democrático y equitativo

La conmemoración del 111 aniversario del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, fecha que además de recordación, reflexión, motivación, es un día especial para celebrarnos y festejarnos como mujeres, y también para celebrar los triunfos y avances logrados gracias a las luchas de nuestras antecesoras y tantas mujeres anónimas que han contribuido a la conquista de nuestros derechos y sueños.

Thelma King Harrison (iz.) y Carmen Antony García (der.)

En la historia panameña hay innumerables mujeres protagonistas; algunas han sido visibilizadas, otras, no tanto. Este 8 de marzo nos invita a celebrar la vida y el legado de dos mujeres, que de forma ejemplarizante aportaron su grano de arena a la construcción de un Panamá más humano, democrático y equitativo. Ellas son: Thelma King Harrison y Carmen Antony García.

La primera, Thelma King Harrison (1921-1993), abogada, periodista, escritora, docente y política panameña, considerada una de las voces políticas más destacadas entre las décadas de 1950 y 1960. Fue una de las fundadoras de la Federación de Estudiantes Universitarios y en la lucha contra el convenio Filós-Haynes. Junto a otras destacadas mujeres, luchó de manera permanente por la conquista de la igualdad de derechos y por la reafirmación soberana del país. De 1960 a 1964 fue la única diputada en la Asamblea Nacional, periodo en que presentó y apoyó leyes importantes de interés social; una de ellas, para cambiar el nombre del puente construido por los estadounidenses de Thatcher Ferry a puente de las Américas. Sus luchas por la democracia le significaron cárcel y exilio, pero nada de ello quebrantó su espíritu de lucha y su fervor nacionalista, hasta su muerte.

Thelma, una mujer libre pensadora, aborreció la injusticia y la cobardía. No permitió ser etiquetada ni doblegada, siendo actora principal de los acontecimientos políticos y sociales de su época. Poco antes de su final, dejó algunas reflexiones a la juventud panameña: “A los jóvenes de mi país lego el deber ineludible de construir una patria verdaderamente soberana. Para ello necesitarán coraje y este no se adquiere en los libros ni puede pedirse prestado. Cada uno tiene que encontrarlo en su propio corazón”.

Carmen Antony García (1930-2020), abogada chilena-panameña, escritora, profesora, pionera de la criminología latinoamericana feminista, destaca por sus aportes criminológicos en victimología con enfoque de género y en su defensa a los derechos de las mujeres, especialmente de las mujeres privadas de libertad.

Sus aportes bibliográficos como investigadora criminóloga quedan plasmados en diversas obras jurídicas, entre las que destacan: 'Hacia una criminología feminista' (2017), 'Mujeres trasgresoras: un estudio sobre violencia de género' (2005); y 'Las mujeres confinadas' (2000). Estas publicaciones invitan a los lectores a recorrer sus páginas con una mirada que amplía el concepto de derechos humanos en la actuación del Estado y la sociedad frente a la discriminación, posibilitando la reflexión profunda y revaloración crítica de la situación de las mujeres presas en Panamá y promoviendo una toma de posición política de los distintos actores involucrados en la temática.

Carmen dejó, con sus investigaciones, importantes reflexiones y propuestas desde una nueva visión de la perspectiva de género, que permiten avanzar en la transformación de una nueva política criminal fundamentada en un pleno respeto de los derechos humanos de las personas detenidas. Constituye un importante legado de enseñanza, ejemplo y aportes a la justicia con perspectiva de género. Fue un privilegio conocerla y ser amiga de esta reconocida y prestigiosa abogada e investigadora criminóloga, de quien admiré, no solo su destacada trayectoria profesional, sino su permanente compromiso sororal y solidario con la causa y la promoción de los derechos humanos de las mujeres en Latinoamérica.

Detrás de estas dos valientes mujeres, Thelma y Carmen, hay historias y un legado feminista que merece ser visibilizado y conocido por las nuevas generaciones: romper con las injusticias y conseguir cambios positivos en Panamá y en el planeta. Dos vidas, dos mujeres de una misma época, en diferentes contextos, viviendo los mismos problemas; dos revolucionarias unidas por el mismo propósito: la búsqueda de la igualdad y la equidad. Ellas no son las únicas; son muchas más. Un brindis por todas ellas y por estas dos valerosas mujeres, cuyos legados han dejado senderos que nos invitan a abrir puertas de libertad, democracia y equidad, y que tenemos que caminar, y para hacerlo tenemos que apropiarnos de esa herencia teórica y política feminista que nos dejaron nuestras antecesoras, y si es necesario, disfrazarnos de lobas o tortugas, o como las serpientes, cambiarnos de piel.

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