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- 13/12/2020 00:00
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El Museo de Arte Contemporáneo de Madrid acoge desde este mes, la considerada retrospectiva más completa del trabajo del panameño Julio Záchrisson. “Julio Zachrisson entre dos orillas” parte de una donación de 52 grabados a la institución, trabajos “que suponen un ejemplo de sincretismo, tanto en la técnica como en la temática”, según lo informa el sitio de Museo de Arte Contemporáneo.
La muestra, curada por Marcos Giralt Torrente y Denis Long, aporta catálogo expreso, con texto principal de Juan Manuel Bonet y comprende obra gráfica, pinturas, dibujos, collages y esculturas.
La muestra “contempla estampas narrativas y universales del universo de la tauromaquia, el circo, la mitología, el colonialismo norteamericano, el indigenismo americano o la magia. La mayoría de las escenas tienen un fuerte componente de narratividad y suele haber un protagonista claro y un conjunto de máscaras, tan esperpénticas como transfiguradas, que constituyen una masa humana asistente a lo que quiera que está sucediendo”, dice el museo.
El arte de Zachrisson, el probablemente artista más importante del país, se distingue por reflejar lo propio y lo popular. En un momento en que el arte americano se identificaba con los patrones europeos, Zachrisson puso en valía temas relacionados con su país, su región -con una fuerte influencia de la cultura mesoamericana y mexicana en particular- leyendas, la oralidad, la literatura y lo urbano.
En una entrevista reciente, el artista comentó que su interés en registrar lo popular viene de “la necesidad de tomar lo cotidiano y darle un sentido más elevado”. Y que ese interés surge de sus vivencias, de su infancia en San Felipe, donde se crió, en una familia oligarca, con apellido, pero no con dinero, como él mismo lo afirma.
Zachrisson registra lo popular, en un momento en que no es apreciado por todos y siempre ha sido consciente de ello. Lo popular está siendo registrado por las nuevas generaciones. En aquel momento, una gran discriminación generaba un contundente rechazo, sin embargo, el artista se mantuvo fiel a sus principios. “Uno debe ser fiel a su obra más allá de lo que representa vender”, ha dicho en diversas ocasiones. Y es justamente esa fidelidad lo que ha generado singularidad y valor en su obra. Su mayor recomendación al artista joven es que desarrollen una consciencia de quién es y de dónde viene.
La galerista Mirie De la Guardia, quien ha tenido la oportunidad de participar en la curaduría de sus más recientes exposiciones en Panamá asegura que la obra de Zachrisson es “imprescindible, como el artista universal que es”, pues a pesar de reflejar una realidad muy panameña, sus temas no excluyen a nadie: la muerte, la guerra, el erotismo, la ironía…
Y, es que para Záchrisson el arte es una manifestación muy personal, algo que llevas dentro”, y aunque puede ser divulgador de mensajes políticos, “ya eso es otro asunto”.
En 2015 en Museo de Arte Contemporáneo de Panamá presentó la restrospectiva “Imprescindible Zachrisson”, con obras de su colección personal. La curaduría, en esa ocasión fue un trabajo a seis manos, con el propio artista, De la Guardia y Gladys Turner.
En aquella ocasión De la guardia comentó que “Zachrisson es un compendio de lo que incluye el ser panameño, desde los aspectos míticos de las culturas originarias hasta el rico imaginario urbano de nuestra capital”.
En abril de 2016 se presentó en Allegro una muestra individual curada por De la Guardia y Adrienne Samos, en total cuatro óleos, cinco dibujos y 50 grabados. Obras que no se presentaron en la retrospectiva del MAC y que de alguna manera llegaron a completar un panorama amplio del trabajo de Záchrisson. Además, se presentó allí el corto de Abner Benaím, “Zachrisson”, un trabajo íntimo sobre la vida del artista que desde hace muchos años reside en España y cómo transcurren sus días desde que perdió por completo la vista.
En él se descubre un hombre que reconoce su arte de memoria, así, lo va describiendo con lujo de detalle, mientras se hace un inventario. Su panameñidad es también evidente. Comentan sobre una obra del Brujo Cirilo, una de las series en las que trabajo y le preguntan ¿Quién es el brujo Cirilo? Él simplemente responde “un brujo…”.
Este corto forma parte de la exhibición que se presenta actualmente en Madrid, así como un trabajo en animación inspirado en la serie Toro volandero, de Cine Animal. La exhibición estará abierta al público por un año.
Julio Augusto Záchrisson nació en la ciudad de Panamá en 1930. Sus primeros estudios artísticos inician en la Escuela Nacional de Pintura bajo la dirección de Juan Manuel Cedeño. En los primeros años de la década de 1950 visita varios países centroamericanos (Honduras, El Salvador y Guatemala) buscando ampliar su horizonte artístico, pero su carrera comienza a tomar impulso en 1953, año en que llega a México y se matricula en la escuela fundada por Diego Rivera La Esmeralda.
En 1960 expone su primera exposición individual en la Universidad de Panamá y este mismo año inicia su periplo europeo, trabajando en Italia en los talleres de la Academia Pietro Vannucci. Posteriormente, se trasladará a Madrid, donde estudiará en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En España desarrollará su producción artística, que resulta en un mundo poderoso de imágenes y temas que hunden sus raíces en los mitos e historias de la cultura occidental, en las leyendas indígenas y en la cultura popular de su ciudad natal, Panamá.
A lo largo de su carrera ha recibido significativos reconocimientos como el Primer Premio de Pintura, Concurso Soberanía del Instituto Nacional de Cultura, Panamá (1975), Accésit VI Premio Grabado Bienal de San Juan, Puerto Rico (1992), el Premio Concurso Nacional de Grabado, de la Academia de BB. AA. de San Fernando, Madrid (1993), Premio Grabado “Aragón Goya”, Gobierno de Aragón, Zaragoza (1996) y la Condecoración “Vasco Núñez de Balboa”, Gobierno de Panamá (2006) entre otros.
Su obra forma parte de importantes colecciones como las de la Biblioteca Nacional de España, el Museo de Arte Contemporáneo, en Madrid; el Museo de Arte Contemporáneo de América Latina, Washington, D.C.; Museum of Modern Art y Metropolitan Museum of Art, ambos en Nueva York; Museo de Posnam, Polonia, Cincinatti Art Museum, Cincinatti, Ohio, Museo del Grabado, Fuendetodos, Zaragoza, España, Instituto de Artes Gráficas, Oaxaca, México, así como en colecciones alrededor del mundo (Yugoslavia, Irak, Colombia, Chile, Puerto Rico, Francia).