Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
- 21/04/2020 00:00
- 21/04/2020 00:00
Muchas veces durante los últimos años, cuando exponía algún proyecto que sonaba demasiado innovador, o que tenía premisas fuera de lo usual, quienes escuchaban mi presentación decían cosas como “muy innovador, pero nadie se va a arriesgar a probar algo así”, casi siempre el argumento giraba entorno a la “normalidad”. Creo que ahora ese tema está superado, no existe la normalidad y no va a existir más, tendremos una nueva normalidad y tenemos que darlo por sentado.
Considero que no está de más listar algunas de las posibles ideas que podrían ayudarnos a construir la nueva normalidad. Llegó el momento de probar.
La educación con telepresencia no es solo ver al profesor por una pantalla, hay que cambiar el esquema de cómo se crea la experiencia de formación. Llegó el momento de tomarse en serio el 'Steam' (Science,Technology, Engineering, Arts and Mathematics); llevamos rato haciendo prototipos y proyectos en este sentido, y estoy seguro de que será más pertinente ahora que nunca.
Parte del problema en que nos encontramos, proviene de la forma en que estamos usando los recursos del planeta; la economía circular aparece como una opción viable para repensar el esquema productivo del país y el mundo entero. Ver la economía como un ciclo y no como algo que crece hacia el infinito, tiene más sentido en nuestra nueva realidad.
La economía naranja (economía creativa y cultural), tiene el potencial de transformarse de manera rápida; en ella usualmente se cultivan las ideas de los innovadores y creo que llegó el momento de trabajar con fuerza en esta; quienes lo hacen, son tan resilientes que definitivamente los necesitamos como impulsores del ecosistema.
Es hora de pensar en la actualización del recurso humano a todo nivel. Esta situación que vivimos con la pandemia es solo una muestra de los retos globales que vienen. No podemos depender de agentes externos para generar conocimiento, ya estamos viendo la importancia de crear el nuestro. Los países que fabrican sus reactivos o sus ventiladores tienen ventaja, ¿qué otras cosas necesitaríamos crear para nuestro futuro?
Estamos viendo la importancia de los datos, sin ellos es casi imposible navegar en los días de pandemia, sin datos avanzamos a ciegas. Creo que los “datos abiertos”, y en general el “gobierno abierto”, se harán cada vez más relevantes. Detrás de estos conceptos viene la economía del conocimiento, pues los datos sin una interpretación no sirven para nada. Necesitamos medios de pago electrónicos fáciles y baratos; hoy día son carísimos y no permiten a los emprendedores locales dar el salto a la monetización digital.
También necesitamos más emprendedores de todo tipo, pero de preferencia de alto impacto; personas que desarrollen nuevos saberes y nos atraigan talento de todas partes del mundo, pero sobre todo que ayuden a desarrollar el ecosistema local. Muchas de esas ideas las venimos trabajando en nuestro laboratorio de innovación abierta (kernelopenilab.org/). Sabemos que no somos los únicos. Tenemos que probar todas estas iniciativas, la realidad superó cualquier escenario supuesto; no tenemos nada que perder y todo por ganar... los invito a todos a probar todas las ideas innovadoras que tengan en mente; por lo pronto les prometo que nosotros lo vamos a hacer.