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- 09/06/2024 00:00
- 08/06/2024 12:16
El viernes 15 de septiembre de 2023, Fernando Peña Morán caricaturista de La Estrella de Panamá dejó el plano terrenal. La noticia conmocionó a sus allegados. El artista y comunicador gráfico es considerado un maestro.
Sus amigos presentan la exposición ‘Los trazos de un maestro’ hasta el 28 de junio en la Ciudad de las Artes. Esta muestra es una forma de rendirle tributo a quien nunca se negó a transmitir enseñanzas o consejos a cualquiera que se acercara, expresó el caricaturista Pablo Cobos (Paye Cobos).
Fernando Peña Morán trabajó en la Escuela de Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Panamá. Peña impartía la materia de Expresiones y siempre estaba a disposición frente cualquier consulta, resaltó Cobos a este medio.
Peña Morán era una persona verdaderamente carismática, un gran amigo, un gran consejero, tenía una naturaleza, tenía un carácter firme y determinado, pero a su vez, Peña era todo un caballero, resaltó. “Las nuevas y futuras generaciones, lo que pueden aprender de Peña es su constancia, su dedicación, que a pesar de los problemas, a pesar de todos los momentos vividos, Peña supo cumplir con su trabajo. A pesar de las dificultades, nunca le tuvo miedo a un reto; cada caricatura es un reto en situaciones difíciles, caricaturas sensibles, muy sensitivas, él nunca se negó”, destacó el diseñador gráfico.
El mayor legado “de nuestro gran Peña”, agregó Cobos, es el amor al arte, el amor a la familia, el amor al pueblo y hacer el trabajo con el corazón. “Ese es el gran legado que nos deja Peña Morán: dar el máximo en cada trabajo, él lo hacía con sentimiento y emotividad. Todo quedó plasmado en sus obras. Para poder llegar a ese punto, tienes que dibujar y hacer tu trabajo con amor, él lo hacía”.
Fernando Peña Morán realizó las caricaturas siempre “con un toque, dándole esa vuelta, dándole esa eficacia y ese punto directo en la que todo caricaturista tiene que ir”, manteniendo su postura, dedicación, respetando, no humillando, sino siendo siempre directo, puntualizó.
Para esta exposición se tuvo el permiso de los parientes de Peña para poder reproducir algunas de las obras del maestro, explicó Cobos. Ellos tienen todas las obras de Peña y permitieron seleccionarlas para la muestra. Las escogidas fueron dependiendo de la época y tiempo.
En la exposición hay alrededor de 150 obras, añadió el caricaturista, la mayoría son obras son réplicas para así respetar las originales. Se cuentan con 10 piezas originales.
“La selección se hizo con mucho cuidado por el estado de muchas de ellas. Y se determinó sacar copias para poder preservar las originales , ya que son más de 30,000 obras rescatadas del trabajo de Peña Morán en diferentes publicaciones, como semanarios, diarios, libros, portadas de revistas, ilustraciones a nivel educativo”.
La primera obra publicada de Peña Morán data de 1980 cuando el Sha de Irán estuvo asilado en Panamá. Peña Morán hizo una caricatura referente a ese momento. La obra está hecha en plumilla, a blanco y negro. “Las obras de Peña, por lo general, siempre eran muy profundas”.
Los temas que más le fascinaban tocar a Peña Morán eran los internacionales. Además tenía una gran sensibilidad por los temas sociopolíticos, las necesidades del pueblo, las cosas que hacían falta, las denuncias y las críticas sociales, subrayó.
Cada obra de Peña tenía su propio contexto, comentó Cobos, y a la vez muy profundo, se reflejaba en los editoriales gráficos, fue el potencial más grande que tenía Peña. “En cada una de ellas mostraba el hecho gráficamente, hacía un resumen de toda una noticia, un editorial completo del diario vivir de todos los acontecimientos y más aún viéndolo desde un punto de vista siempre objetivo”.
“Abrazó una gran cantidad de trabajos y de medios para poder expresar todo lo que él llevaba y todo lo que se refería a la caricatura. La evolución del maestro Peña: al inicio se refleja con lápiz y papel, inicia sus trabajos y a través del tiempo se vuelve un maestro de la plumilla, el marcador, el pincel y la acuarela”.
Sobre Peñín (el ratón que a veces salía en las caricaturas), Cobos expresó que, era el alter ego de Peña, era esa conciencia juguetona. Comenzó a utilizarlo en momentos de inspiración. Posteriormente, Peñín se volvió recurrente en las caricaturas de Peña en trabajos ya específicos, detalló.
Peña podía dibujar y pintar en todas las gamas de las artes, porque fue un maestro por su dominio, no solamente de la caricatura, él era un gran retratista y pintor. Sus trabajos reflejaban mucho de él, no obviaba detalle alguno y recorrieron el mundo entero, concluyó.