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- 17/06/2017 02:05
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El yoga tendrá, el próximo miércoles, un festejo mundial. El Día Internacional del Yoga, celebrado cada 21 de junio e impulsado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, (ONU) pretende resaltar los beneficios tangibles e intangibles de esta disciplina.
A lo largo de los tiempos, especialistas en la materia consideran que esta práctica aporta ‘beneficios físicos, emocionales y espirituales', apunta Martha Vásquez, instructora de Yoga.
Existen diferentes modalidades para practicar esta técnica milenaria que van desde el tradicional que se realiza sobre un ‘mat' en el piso, hasta otras que se hacen en el aire, apoyados en telas.
Entre estas últimas, figura la técnica AntiGravity Yoga, cuyos orígenes se remontan a la década de los noventa, cuando el gimnasta, acróbata y bailarín Christopher Harrison adaptó la técnica que originalmente era practicada por atletas y gimnastas del equipo de AntiGravity a varios pies de altura y la hizo factible de realizar por el público en general.
TÉCNICA QUE BENEFICIA LAS ARTICULACIONES
‘Actualmente, AntiGravity Yoga es una técnica que fusiona gimnasia, danza, pilates, calistenia, artes aéreas y yoga tradicional, pero invirtiéndolas, literalmente, utilizando la hamaca Harrison para hacerlo. Estas inversiones descompresionan las articulaciones y alínean el cuerpo de pies a cabeza', explica la directora de Andamio Escuela de Movimiento con sede en Costa Rica, Melania Fernández.
‘Actualmente AntiGravity Yoga es una técnica que fusiona gimnasia, danza, pilates, calistenia, artes aéreas y yoga tradicional, pero invirtiéndolas, literalmente, utilizando la hamaca Harrison para hacerlo'
MELANIA FERNÁNDEZ.,
INSTRUCTORA DE YOGA
Fernández considera que esa descompresión ‘es el principal beneficio que se consigue' al practicar esta modalidad de yoga.
Además de la descompresión, estar invertido logra otros beneficios, como ‘oxigenar el cerebro, renovar el flujo sanguíneo en los vasitos capilares del cutis o, simplemente, darle otra perspectiva la cotidianidad', dice Fernández a la vez que afirma que ‘esta técnica logra incrementar la salud general y la agilidad física de quien la practica'.
POSTURAS PARA CONCILIAR EL SUEÑO
Por otro lado, teniendo en cuenta el porcentaje de personas que se ven sometidas a estrés y ansiedad como consecuencia del acelerado ritmo de vida actual, lo que afecta áreas importantes que repercuten directamente en el insomnio, Carolina Fábrega, instructora de yoga aconseja cinco posiciones especiales que ayudan a conciliar el sueño.
Uttanasana: El yoga de pie aminora el dolor de cabeza que produce insomnio y alivia los niveles de estrés y ansiedad. Es necesario mantenerse de pie y elevar los brazos. Al exhalar, el cuerpo se debe dobla hacia delante; mantén las rodillas rectas mientras las palmas de las manos tocan el suelo o se colocan detrás de los tobillos.
Balasana: Esta postura es especial para reducir el cansancio. Para realizarla es necesario arrodillarse en el suelo, juntar los dedos pulgares de los pies y sentarse sobre los talones; inmediatamente se deben separar las rodillas e inclinar el torso sobre los muslos.
Halasana: Primero, debes recostarte en el suelo con las piernas juntas y las palmas de las manos hacia abajo, pues serán el punto de apoyo para que junto con los abdominales, eleves las piernas por encima de la cabeza hasta tocar el piso detrás de tu cabeza con la punta de los pies. La posición de yoga invertida reduce el estrés, insomnio y dolores de cabeza o espalda.
Viparita Karani: Viparita reduce el estrés de forma inmediata. Recuéstate y recarga las piernas estiradas sobre la pared –para facilitar la postura–, mantén la postura cinco minutos. Esto con el fin de aliviar los posibles calambres y, al mismo tiempo, relajar el sistema nervioso.
Savasana: Este asana se puede realizar antes de dormir y es muy sencillo: acuéstate boca arriba y coloca tus brazos a los lados con la palma de las manos hacia arriba, cierra los ojos mientras respiras profundamente y ve cómo tus músculos se relajan. Esta postura debe mantenerse por 10 minutos, para reducir la actividad mental, los sentidos se alejan del entorno y la presión arterial, fatiga, estrés e insomnio se reducen.