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Aumentan las iniciativas para combatir el consumo de tabaco en Panamá
- 15/06/2021 00:00
- 15/06/2021 00:00
Mientras el mundo lucha por combatir la pandemia de la covid-19, hay otro problema de salud pública y de impacto económico presente y que debe ser abordado con urgencia. Se trata del tabaquismo, un hábito que en Panamá se ha logrado reducir desde hace más de 10 años gracias a la ley antitabaco y a las autoridades de Salud que trabajan en conjunto con organismos como el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés) que a través del convenio marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS), llevan el mensaje de prevención.
En Panamá, la prevalencia del consumo de cigarrillo en adultos bajó considerablemente en 2019 a un 6,3% y aún se mantiene en lo que va de 2021. Según la data oficial para el año 2000 se ubicaba en un 16,9%.
Ley No. 13 del 24 de enero de 2008 ha sido muy rígida en la adopción de medidas para prevenir, controlar y reducir el consumo de tabaco y la adicción, considerando que esta actividad está asociada a enfermedades cardiovasculares, oncológicas y respiratorias, además de que afecta tanto a los fumadores activos como a los pasivos.
Sin embargo, pese a la implementación de políticas públicas que han gestionado los gobiernos del mundo para evitar esta práctica, no se ha logrado eliminar el hábito en los más de mil millones de fumadores activos (1,140 millones) que hay actualmente en el planeta, lo que muestra un nuevo récord respecto a los menos de 1,000 millones que había en 1990, detalla un estudio de la Carga Mundial de Enfermedades (GBD) publicado recientemente en la revista The Lancet.
Eliécer Pérez Rivera, psicólogo y psicoterapeuta, señala que abandonar el tabaco no es fácil y precisa acudir a terapias conductuales, lo que también implica disciplina y ayuda familiar. “Está demostrado que el nivel de adicción a la nicotina podría compararse a drogas como la cocaína o la marihuana”.
Según el especialista, en Panamá, gracias al esfuerzo de las entidades públicas se ha logrado un cambio social enorme. “Hoy no vemos a las personas fumar en todas partes y el olor a tabaco o cigarrillo tampoco se siente en los lugares públicos”, planteó Pérez.
James Taylor Hays, representante del Centro para la Dependencia a la Nicotina de Mayo Clinic, en Rochester, Minnesota, dijo en un comunicado de prensa que la terapia conductual para dejar de fumar puede abarcar una amplia variedad de actividades de la vida cotidiana y generalmente implica reemplazar comportamientos viejos por nuevas rutinas no vinculadas con el hábito de fumar.
Aconsejó evitar los lugares o las actividades donde generalmente hay fumadores, acudir a lugares donde no se permite fumar y pasar tiempo con personas que no fuman o que también desean dejar el vicio. El galeno también recomendó masticar chicle mientras se conduce o tomar rutas diferentes para llegar al destino a fin de concentrarse en el entorno y no pensar en fumar.
Según Taylor, dentro de las opciones para luchar contra la adicción al tabaco están incluidas las terapias de reemplazo de la nicotina, disponibles sin receta médica, como los chicles o los parches y caramelos con nicotina que también se adquieren sin receta médica, igual que el rociador nasal con nicotina y los inhaladores de nicotina. Igualmente añadió que muchas personas han intentado dejar de fumar con los cigarrillos electrónicos, también conocidos como vaporizadores eléctricos, pero los médicos de Mayo Clinic no recomiendan este método.
Las clínicas de cesación del tabaquismo se pueden encontrar en las instalaciones del Ministerio de Salud (Minsa) y la Caja de Seguro Social (CSS) en Panamá. Los pacientes pueden recibir tratamiento integral con diferentes servicios de salud y tratamientos médicos de manera gratuita.
Abrahamson Center, una entidad nacida en Israel y con presencia en Panamá, Colombia, México y Estados Unidos, dijo mediante un comunicado que otorgará de manera gratuita al personal de salud que combate la pandemia y que desee dejar de fumar, un tratamiento 100% natural y sin medicación.
La iniciativa, que parte de la campaña 'Dile no al cigarrillo y a la covid-19', a través del método Abrahamson busca reducir el riesgo de las afectaciones por la acción de fumar, sobre todo porque la covid-19 es una enfermedad infecciosa, que ataca principalmente los pulmones.
El pasado 31 de mayo se conmemoró el Día Mundial sin Tabaco bajo el lema 'Comprometerse a dejar el tabaco', cuyo propósito es resaltar la importancia de crear entornos propicios para incentivar a las personas a abandonar el tabaco, promoviendo políticas públicas que estimulen la cesación.
Panamá, por ejemplo; fue galardonado en 2014 por la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como uno de los siete países líderes en el mundo en proteger a su población de los efectos nocivos que produce fumar tabaco y ese esfuerzo aún sigue de manifiesto con la adopción de nuevos proyectos de ley que esperan ser aprobados por el Ejecutivo, dice Pérez.
Una de esas iniciativas es el controvertido proyecto de ley 178, que prohíbe el uso, importación y comercialización de sistemas electrónicos de administración de nicotina, cigarrillos electrónicos, vaporizadores, calentadores de tabaco y otros dispositivos similares con o sin nicotina en toda la República de Panamá.
Pero esta iniciativa legislativa, aprobada en tercer debate el 19 de marzo de 2020, fue devuelta a la Asamblea el pasado mes de mayo, sin la firma del presidente Laurentino Cortizo, ya que al hacer el análisis de su contenido, se encontraron razones de inconveniencia que dieron lugar a que fuera objetado parcialmente.
No obstante, la OPS lanzó en febrero de este año la versión en español 'Florencia', una herramienta de asistencia virtual desarrollada por la OMS para ayudar a los fumadores a dejar de fumar.
Y ¿cómo es esto posible? Según describe el organismo en su sitio oficial, esta trabajadora de salud virtual orienta a los usuarios mediante conversaciones por video o mensaje de texto acerca de las técnicas y herramientas más eficaces para cesar en el uso de tabaco, otorgándoles información para elaborar un plan.
Además, ofrece datos sobre servicios de cesación recomendados por la OMS, como líneas telefónicas nacionales gratuitas y aplicaciones digitales. “Ahora que los fumadores tienen más probabilidades de presentar síntomas graves de la covid-19 que los no fumadores, abandonar el consumo de tabaco es más importante que nunca”, describe el organismo.
Entre las recomendaciones para dejar de fumar figuran cuatro pasos: establecer lo antes posible un día concreto para dejar de fumar; contárselo a amigos, familiares y colegas de trabajo; anticiparse a posibles obstáculos que se puedan presentar, y eliminar cualquier producto de tabaco del entorno inmediato.
Según la OMS, en el mundo una de cada ocho personas fuma. El tabaco mata a más de 8 millones de personas cada año, y de ellas, alrededor de un millón son de las Américas.
De acuerdo con Andrea Costantini, especialista en farmacología clínica y líder en el área de asuntos científicos de Philip Morris International para Latinoamérica y Canadá, “todo el mundo sabe que fumar es una de las peores elecciones que podemos hacer en lo que respecta a la salud, ya que está directamente relacionado con el desarrollo de enfermedades oncológicas como el cáncer de pulmón, la enfermedad obstructiva pulmonar crónica (Epoc), cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares”.
“Aunque el consumo del cigarrillo causa todo tipo de cáncer (gástrico, vejiga, riñón), el pulmón es el más expuesto a las sustancias tóxicas inhaladas por el cigarrillo quemado”, explicó.
En el humo del tabaco, según la OMS, se encuentran cerca de 4,000 sustancias tóxicas; entre sus componentes destacan: la nicotina que produce estimulación y es responsable de la dependencia, alquitranes que son cancerígenos, irritantes que debilitan el aparato respiratorio produciendo tos y secreciones y, por último, monóxido de carbono que elimina el oxígeno de los glóbulos rojos, produciendo fatiga.
Constantini aseguró a este diario que la compañía está trabajando en un proyecto a fin de disminuir la carga que representa en materia de salud pública el consumo de tabaco. “Todos sabemos que si fumamos, corremos el riesgo de morir más jóvenes; así como también de llegar a una edad avanzada con discapacidad severa por las enfermedades que ello implica”, subrayó.
A fin de alcanzar el objetivo de disminuir la carga que el cigarrillo ocasiona en materia de salud pública, es decir, para reducir la cantidad de gente que se enferma y muere por fumar cigarrillos, es necesario implementar estrategias de reducción de daño en la población de adultos fumadores que a pesar de todo continuarán fumando.
Para este grupo de personas, en particular, los productos que entregan nicotina de manera similar a los cigarrillos pero que eliminan la combustión representan una mejor alternativa.
Según la médica, al eliminar la combustión se expone al usuario en promedio a un 95% menos de sustancias tóxicas o cancerígenas comparado con la exposición al humo del cigarrillo.
“Existe evidencia científica que demuestra que estas alternativas representan un menor riesgo de daño para la salud, comparado con fumar cigarrillos quemados, así lo demuestran varios estudios científicos, además la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) respalda la comercialización de este dispositivo de tabaco calentado desde hace cuatro años.
“Aunque hoy no se cuenta con estudios a largo plazo que hablen de la reducción del riesgo de desarrollo de enfermedades, muy probablemente esta disminución en la exposición a tóxicos y cancerígenos tenga un efecto positivo en la salud pública, mostrando una reducción en el riesgo de desarrollo de enfermedades relacionadas con fumar en un futuro”, enfatizó la doctora.
El Centro de Control de Enfermedades (CC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos plantea que solo un 7,5% de los fumadores que intentan dejar el cigarrillo combustible logran la cesación, por lo que se hace necesario brindarle a ese 92,5% de fumadores que continuará fumando una alternativa de menor riesgo.
La FDA no es la única entidad sanitaria que ha optado por esta vía para ofrecer a los fumadores activos este tipo de alternativas; el Departamento de Salud del Reino Unido ha adoptado plenamente el papel de la reducción del daño del tabaquismo al alentar activamente a los fumadores, que no dejan de fumar, a cambiar a los cigarrillos electrónicos, declarando que la evidencia de que los cigarrillos electrónicos son significativamente menos dañinos a la salud que fumar tabaco, es cada vez más clara.
A su vez, Constantini remarcó que la OMS sostiene que con lo que se hace actualmente para controlar la epidemia del tabaquismo, es notable que las personas eligen fumar por placer y no por falta de educación, y que para el año 2030 las cifras de fumadores quizá no aumenten, pero se mantendrán iguales por lo que estas alternativas deben ser consideradas en las políticas públicas.
“Si queremos generar un cambio importante y con impacto tenemos que modernizar nuestras políticas de control de tabaco e incluir en ellas la reducción de daño en tabaco, y para esto es fundamental abrirse o dar a conocer las nuevas alternativas a los fumadores, que están basadas en evidencia científica” subrayó Constantini, quien concluyó con una frase del científico alemán Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.
Mundialmente el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer entre hombres y mujeres, y es el responsable del 64% de los casos de cáncer en Latinoamérica, por lo que médicos insisten en que el diagnóstico temprano del tumor es crucial, ya que 1,8 millones de personas mueren anualmente (alrededor de 4 mil personas al día) por este padecimiento, debido a las dificultades que enfrenta su detección.
Yendry Rojas, gerente médica de cáncer de pulmón de Roche Centroamérica y Caribe, comentó a La Estrella de Panamá que esta enfermedad tiene distintos desafíos en su diagnóstico, porque muchos de los síntomas en la fase temprana se confunden con otras enfermedades respiratorias y no es tratada como debería ser.
A su vez, añadió que las personas creen que la enfermedad es causada únicamente por el tabaquismo y, aunque es responsable de la mayoría de los casos, también existen otros factores y por eso muchos pacientes que no fuman no sospechan que este tumor pueda ser la causa de lo que sienten.
Según Rojas, el 59% de las personas con cáncer de pulmón en una etapa temprana o localizada del tumor tienen la posibilidad de sobrevivir cinco años y hasta más, mientras que para quienes presentan metástasis esta tasa se reduce a un 5%. “Es importante que las personas fumadoras, exfumadoras y personas que han sido expuestas al humo ajeno sepan que tienen un mayor riesgo y por eso se recomienda que se realicen chequeos periódicos para identificar cualquier anomalía y detectar a tiempo cualquier tipo de condición que el paciente pueda presentar”, agregó Rojas.