Alzhéimer y covid-19: un nuevo vínculo con adultos mayores

Actualizado
  • 21/09/2022 00:00
Creado
  • 21/09/2022 00:00
Estudios demuestran que el SARS-CoV-2 podría causar daño neurológico a largo plazo a las personas infectadas, especialmente en adultos de 65 años en adelante
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que actualmente afecta a 50 millones de adultos mayores en el mundo.

Los adultos mayores son una de las poblaciones más vulneradas ante los efectos de la covid-19. Aunque la situación actual del virus está controlada en Panamá, y las personas de 65 años en adelante son de los grupos más vacunados, hay otros temas que ocupan a la ciencia.

La tercera edad ahora tiene una posibilidad que va del 50 al 80% de desarrollar alzhéimer hasta después de un año de haber padecido covid-19, según revela la Universidad de Western Reserve en Cleveland, Ohio, luego de realizar un estudio en 6,2 millones de individuos que tuvieran de 65 años de edad en adelante, y que no hubieran sido diagnosticados previamente de alzhéimer.

Con la ayuda de los registros médicos de estas personas que iban desde febrero de 2020 hasta mayo de 2021, la investigación se dividió en dos grupos: 400.000 pacientes que habían sido infectados por el virus y el grupo restante compuesto por 5,8 millones de adultos mayores que no habían presentado casos de SARS-CoV-2.

Los resultados mostraron que el riesgo de padecer alzhéimer se duplicó en pacientes que habían contraído covid-19, y que las mujeres mayores de 85 años son las más propensas a tener un diagnóstico de alzhéimer luego de haber pasado por el cuadro viral.

Numerosos estudios confirman la relación entre el coronavirus y afectaciones neurológicas.
Panamá

Según datos de la Caja de Seguro Social (CSS), en el país, alrededor de 20.000 panameños padecen alzhéimer y se calcula que para 2030 las cifras llegarán a los 47.000 casos, mientras que para el año 2050 se estima que habrá 103.000 personas con este trastorno cognitivo.

Por otro lado, el alzhéimer y la demencia representan el 1,69% de todas las muertes en Panamá, con más de 200 fallecimientos, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“La misma relación entre la covid-19 y el alzhéimer se podría encontrar en la población panameña”, explica la doctora Gabrielle Britton, coordinadora del Centro de Neurociencias del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Tecnología AIP (Indicasat-AIP), al referirse a los resultados encontrados en el estudio realizado por la Universidad Western Reserve.

La 'niebla cerebral' se presenta en al menos 30% de los pacientes luego de padecer COVID-19.

En entrevista con La Estrella de Panamá, también hace hincapié en que el factor primordial para un diagnóstico de alzheimer es la edad, pero que la idiosincrasia de la población juega un rol fundamental: en Panamá, aunque el índice de tabaquismo es bajo comparado con otros lugares de la región, los panameños tienden a sufrir problemas de obesidad y presión arterial, lo que contribuye a un posible diagnóstico de alzhéimer en edades avanzadas. Igualmente comenta que el riesgo de padecer alzhéimer se duplica cada cinco años en los adultos mayores.

Una amenaza constante

Además de que diferentes estudios han comprobado que el virus afecta el sistema nervioso central de manera directa o indirecta, la sospecha de una relación entre covid-19 y el alzhéimer empezó por las secuelas a largo plazo del virus, como la niebla cerebral, que puede ser adquirida por personas de cualquier edad.

Este síntoma consiste en la pérdida de memoria a largo o corto plazo, dificultad para encontrar palabras, presentar problemas de atención e incluso sentir agobio al realizar tareas simples.

“Sabemos desde un principio que el virus afecta al cerebro”, afirma la doctora Britton, que a su vez explica que para encontrar una relación entre la niebla mental y el alzhéimer habría que estudiarlo a fondo.

“Lo que más nos preocupa a los neurólogos son los pacientes que vienen con problemas cognitivos, de concentración o memoria. Es algo que aún estamos definiendo, los síntomas son en ocasiones vagos, pero es bastante común”, cuenta Pascual Sánchez Juan, director científico de la Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas, al diario español El Independiente.

Por su parte, Panamá también está iniciando estudios que conecten al SARS-CoV-2 con las probabilidades de desarrollar alzhéimer más adelante. La coordinadora del Centro de Neurociencias detalló que la institución acaba de recibir fondos de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) para realizar un estudio similar al de la Universidad Western Reserve, que pretende indagar la situación de personas recuperadas de covid-19 y otras totalmente sanas, durante cinco años para determinar las diferencias neurológicas de los pacientes en ambos casos.

A pesar de que la enfermedad ocasionada por el SARS-CoV-2 es respiratoria, también se muestra un potencial neurotropismo, es decir, que el virus tiene la capacidad de penetrar el tejido nervioso del cerebro. Médicos alrededor del mundo manifiestan gran preocupación por las secuelas neurocognitivas que ha dejado el virus en diferentes pacientes, especialmente porque no solo se trata de que adultos mayores presentan estos efectos secundarios, niños y adolescentes también han demostrado ser propensos al desmejoro cognitivo y alteraciones neurológicas.

“El sistema de salud pública debe tomar acción”, denuncia Britton, quien considera que es preocupante que las instancias encargadas de la salud no cuenten con planificación ni insumos para tratar a adultos mayores, uno de los sectores más vulnerables de la población panameña.

La doctora Britton insiste en que la salud panameña no se puede olvidar de esta población.

Sin embargo, parece ser que la diferencia entre ambos trastornos cognitivos es que el alzhéimer se desarrolla poco a poco y es permanente, mientras que la niebla cerebral ocurre justo después de la infección por SARS-CoV-2 y puede mejorar con el tiempo, lo que no es el caso de pacientes de alzhéimer.

Sin embargo, la covid-19 y la niebla cerebral pueden servir como base para estudiar mejores alternativas de combate contra el alzhéimer y entender mejor el cerebro, es lo que afirma la neurocientífica y psiquiatra del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, Maura Boldrini a National Geographic.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus