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- 22/03/2024 00:00
- 21/03/2024 20:24
Para parte de la población el trabajo puede representar beneficios, e incluso proteger su salud mental al brindar propósito, sensación de realización personal y una oportunidad para establecer relaciones positivas, entre otros beneficios.
También existen riesgos para el bienestar mental ligados al ámbito laboral. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos se denominan riesgos psicosociales y pueden guardar relación con el horario, lugar o contenido del trabajo e incluso la capacidad de brindar oportunidades de desarrollo profesional para las personas.
Algunos de los riesgos psicosociales pueden incluir desde un ritmo excesivo de trabajo, horarios excesivamente prolongados, condiciones físicas de trabajo inseguras, hasta la cultura institucional que permite los comportamientos negativos, la supervisión autoritaria y la violencia, acoso u hostigamiento en el empleo.
La OMS destaca que los entornos de trabajo seguros y sanos son un derecho fundamental. Esto también tiene probabilidades de minimizar la tensión y los conflictos en este ámbito, a su vez mejorando la fidelización, el rendimiento y la producción del personal.
Los principales afectados por la falta de estructuras afectivas y apoyo en el trabajo son las personas que actualmente viven con trastornos mentales, que de acuerdo con esta misma organización comprende a un 15% de los adultos en el campo laboral.
De acuerdo con el ‘Mind Health Report 2024’ de la compañía multinacional AXA, 3 de 4 trabajadores en el mundo experimentan problemas de salud mental debido al trabajo, mientras que un 23% de los trabajadores ha tomado periodos de baja laboral por enfermedad debido a problemas con su salud mental en los últimos 12 meses.
El cansancio o pérdida de la energía, problemas del sueño, estrés y ansiedad difíciles de controlar, pérdida del interés en las actividades cotidianas así como la confianza en sí mismos, sentimientos de inutilidad y dificultad para la concentración o toma de decisiones, son algunos de los síntomas que presentan estos tres cuartos de la población, que han sido afectados psicológicamente por sus trabajos.
Según este mismo informe, las generaciones más jóvenes son las más impactadas a nivel de salud mental en los entornos laborales, pues son personas entre los 18 y 24 años que están sufriendo de depresión, ansiedad y estrés severo. Mientras que la población general padece estas enfermedades en un 23%, los adultos jóvenes en estas edades las presentan en un 39%.
El estudio señala que todavía no existe una completa recuperación del deterioro psicológico causado por la pandemia de Sars-CoV-2, pues cuatro años después la situación no ha mejorado y “continúa empeorando”.
Algunas de las preocupaciones más frecuentes de las personas jóvenes incluyen la adicción a aparatos tecnológicos, las redes sociales, problemas de imagen corporal y la incertidumbre sobre el futuro.
Las típicas barreras para conseguir ayuda psicológica entre la población joven incluyen el estigma de los padecimientos psicológicos, el costo de los tratamientos o preocupaciones sobre la confidencialidad del mismo.
En algunos casos, muchos jóvenes tienden a no poder reconocer sus propios problemas de salud mental o que necesitan ayuda.
A pesar de que una cantidad importante de personas adultas que trabaja, está experimentando problemas de salud mental relacionados con su puesto laboral, sin importar su género, edad o estatus socioprofesional, muchos de estos subestiman su salud mental diciendo estar bien, mientras presentan síntomas relacionados con padecimientos psicológicos.
De hecho, un 40% de las personas adultas en el mundo maneja su salud mental por su propia cuenta y menos de un cuarto cree que sus problemas no están relacionados con el trabajo, mostrando un gran desconocimiento de la realidad de sus situaciones, según AXA.
En contraste, el ‘Mind Health Report 2024’ concluye que en las empresas no están conscientes de las consecuencias que tiene el trabajo en la salud mental de sus empleados, y a pesar de que gran parte de estos se encuentra moderadamente conforme con las políticas de bienestar de sus compañías, esperan medidas concretas que apoyen su salud mental, por lo que es importante que las empresas tomen un punto de vista holístico en cuanto al trato de su personal en su desarrollo profesional.
Un 42% de los empleados espera que sus empresas provean servicios para consulta externa o que les permita llegar a especialistas externos a la empresa que puedan apoyar sus problemas psicológicos relacionados con el trabajo, mientras que un 36% desea que sus compañías realicen workshops, seminarios o webinars relacionados con la salud mental en el trabajo, el conocimiento de la salud mental y sus buenas prácticas.
Otro 36% espera que su compañía cubra sus gastos médicos de salud mental y un 34% que sus mánagers o superiores aprendan a ser buenos líderes a través de entrenamiento con profesionales o coaching.