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- 29/04/2014 02:00
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Una indígena peruana que lideró una campaña para frenar la construcción de dos hidroeléctricas que implicaban el éxodo de miles de nativos amazónicos ganó el lunes el premio Goldman, el mayor galardón ambiental, junto con otros cinco activistas de India, Indonesia, Rusia, Sudáfrica y Estados Unidos.
Ruth Buendía, de 37 años e integrante de la etnia asháninca, dijo a The Associated Press que sueña con un gobierno peruano que ‘respete el territorio, la cultura y las decisiones propias de las comunidades nativas porque ellos no se oponen a las inversiones siempre que haya consulta previa, información y atención del Estado con calidad en la educación, salud y justicia”.
El premio Goldman consistente en 175 mil dólares en efectivo, para cada uno de sus ganadores, y se otorga anualmente a héroes del medio ambiente que luchan en condiciones casi totalmente adversas.
Los planes para construir en la selva central peruana las hidroeléctricas Pakitzapango y Tambo 40 por parte de la brasileña Odebrecht están detenidos desde 2011 tras la oposición de los ashánincas, la etnia amazónica más numerosa de Perú.
La Central Asháninca del Río Ene (Care), institución que dirige Buendía, usó acciones de amparo ante la justicia peruana argumentando que los planes para construir las dos hidroeléctricas rompían la ley porque no se habían realizado procesos de consulta previa en las comunidades donde se iban a edificar las represas.
Según datos oficiales, Pakitzapango tenía proyectado producir mil 200 MW, poco más del doble de la producción de la más grande hidroeléctrica del país, mientras que Tambo 40 unos mil 287 MW.
Las hidroeléctricas iban a inundar en conjunto más de 9 mil hectáreas y unos 24 mil ashánincas habrían tenido que salir de los territorios de sus comunidades, colindantes con el río Ene.
Perú y Brasil firmaron en 2010 un acuerdo para construir 15 hidroeléctricas, entre ellas Pakitzapango y Tambo 40, principalmente para vender energía al gigante de Sudamérica. Ninguna represa se ha construido al momento.
Buendía, activista por los derechos indígenas y madre de cinco hijos, comentó que ‘hubo una dura lucha de convencimiento incluso a mis hermanos ashánincas, pero las mujeres me apoyaron más rápido, las mamás de la comunidad que han pasado la violencia social ya no quieren pasar de nuevo el desplazamiento que nos iban hacer con las hidroeléctricas’.
La etnia asháninca fue esclavizada y sometida a tratos crueles por la guerrilla Sendero Luminoso desde la década de 1980 durante el conflicto armado interno con las fuerzas de seguridad que culminó en 2000.
La Comisión de la Verdad calcula que 6 mil ashánincas fueron asesinados en ese periodo y otros 10 mil tuvieron que realizar un éxodo forzado para evitar la muerte.
En 1990 y apenas cumplidos los 12 años Buendía escapó de su tierra natal Cutivireni hasta una barriada de Lima para sobrevivir luego de que su padre fue asesinado y su hermana mayor secuestrada por tropas de Sendero Luminoso. ‘Vimos tantos horrores, tantas matanzas, que todos escapábamos. Ese acontecimiento de tener que dejar nuestras casas es el mismo que nos vino a la mente hace pocos años cuando nos enteramos de las hidroeléctricas’, afirmó. Pero la vida dura para los Ashánincas continúa.
‘Hay comunidades como Potsoteni y Unión Puerto Asháninca donde el 82% de los niños tiene desnutrición crónica, otras como Boca Anapate donde el colegio sigue vacío por falta de profesores, el estado no ha llegado hasta ahora’, dice.
LOS OTROS GANADORES
El premio Goldman, que cumple este año sus bodas de plata, reconoce los esfuerzos significativos y sostenidos de individuos por proteger el ambiente natural, usualmente con un riesgo personal muy alto. Anualmente premia a a héroes ambientalistas que trabajan en seis regiones continentales.
La peruana Ruth Buendía fue la ganadora del área de Centro y Sudamérica, Africa, Asia, Europe, Islands and Island Nations, North America,
Desmond D’Sa, el ganador por África, ha hecho campañas en las comunidades de durban del Sur, conocidas por su poca cohesión. Sin embargó logró con éxito cerrar un xxx de desechos tóxicos que exponía a los habitantes cercanos a los efectos de químicos peligrosos y les negaba su derecho constitucional a un ambiente seguro y limpio.
Con un café internet como sus oficinas centrales, Ramesh Agrawal, el ganador por Asia organizó a una comunidad organizada para exigir su derecho a la información sobre proyectos de desarrollo industrial y tuvo éxito en cerrar uno de los más grandes proyectos de mina de carbón en Chhattisgarh, India.
Suren Gazaryan, zoologo, experto en murciélagos y homenajeado por Europa, lideró múltiples campañas que expusieron corrupción gubernamental y uso ilegal de bosques protegidos a nivel federal a lo largo de la costa rusa del Mar Negro.
Biólogo por entrenamiento, Rudi Putra está desmantelando plantaciones ilegales de palmas aceiteras que están causando una deforestación masiva en el Ecosistema de Leuser al norte de Sumatra, protegiendo el hábitat del rinoceronte de sumatra, especie en peligro.
Utilizando una cláusula en la constutición del estado que le da a los municipios el derecho de hacer decisiones sobre terrenos locales, Helen Slottje, ganadora por Norteamérica, ofreció asistencia legal gratuita para ayudar a los pueblos de Nueva York a defenderse por sí mismos de empresas petroleras y de gas, vetando la actividad de fracturación hidráulica.