Reflexiones navideñas: ¿cómo vivir las festividades de forma sostenible?

Llega diciembre y con él las festividades de la época.

Ciertos sectores de la ciudad se iluminan, se adornan, se ambientan de ensueño, de esperanza, de símbolos de amor y paz. Los hogares, lugares de trabajo y centros comerciales se transforman y envuelven en alegría a quienes residen en ellos, transeúntes o visitantes.

Con el pasar de los días, quienes pueden realizar compras “navideñas” se ven envueltos en el afán de la organización de las festividades, se compran desde regalos y comida, hasta juguetes y adornos; es aquí donde el gasto para vivir la época podemos transformarlo en una carga para el ambiente que nos rodea.

Dentro de la plataforma digital responsabilidadsocial.net están descritas las acciones humanas que representan un impacto al ambiente durante las festividades, el consumo de electricidad aumenta, hay uso de fuegos artificiales, desperdicio de comida, generación de residuos, aumento en movilidad urbana, tanto en autos como de peatones.

Frente a este escenario las festividades pueden provocar un incremento desmedido en el impacto al ambiente que nos rodea y al que pertenecemos y, precisamente por ello, es positivo reflexionar en cómo vivir festividades sostenibles.

Entre las reflexiones destacan:

La época navideña se distingue por el árbol, símbolo asociado a los regalos, la reunión en familia y la llegada de las festividades. Si ha decidido por su uso para decorar, es importante reflexionar que los árboles artificiales son elaborados con polímeros y, por ende, en este proceso contribuyen con los gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera, por lo que es preferible optar por un árbol de Navidad natural nativo en maceta o crear uno con materiales reciclables que tenemos por la pandemia en casa.

Crear el árbol navideño en casa es una actividad que contribuye con la unión familiar y ayuda a la sostenibilidad del ambiente. Los materiales reciclados, como trozos de envases tetrapak, tubos de rollos de papel higiénico, cartulinas de las manualidades escolares de los niños o cualquier material que se tenga al alcance, hace de esta opción una ventaja para la sostenibilidad ambiental y económica de la familia durante las festividades.

La plataforma digital responsabilidadsocial.net señala que, “parte de las decoraciones tradicionales para las festividades decembrinas incluyen luces de todos colores” lo que aumenta el consumo de energía eléctrica en los hogares y empresas hasta un 30% durante las fiestas navideñas y celebraciones de Año Nuevo.

Si va a decorar con luces, procure en su reflexión el uso de luces LED que le permitan disminuir el consumo y alumbrar de igual forma sus espacios navideños. Otra reflexión importante es desconectar los aparatos que no utilice y apagar las luces decorativas todas las noches.

La pirotecnia contribuye a la contaminación auditiva, hídrica, del aire y del suelo. Cuando los juegos pirotécnicos se encienden, liberan componentes tóxicos como azufre, nitrato de sodio, carbono vegetal, aluminio y monóxido de carbono, que tardan hasta tres días en disiparse y, al ser respiradas, pueden provocar enfermedades y emergencias respiratorias.

Según los estudios de la Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México, grandes concentraciones de estos componentes tóxicos en el aire pueden provocar alteraciones en los patrones de lluvia al desvanecer las gotas de lluvia, lo que hace que los contaminantes prevalezcan en el aire por más tiempo.

Como reflexión de este punto y analizando que el Cuerpo de Bomberos de Panamá atiende cada año a menores de edad con quemaduras graves, se sugiere la reflexión de conservar la alegría de los niños al protegerlos de actividades pirotécnicas y exaltar las decoraciones con luces LED.

Además, los sonidos que generan los “cohetes” intranquilizan a los animales silvestres y domésticos del ambiente donde vivimos, por lo que, es positivo aprender a disfrutar las festividades sin juegos pirotécnicos para contribuir con la sostenibilidad ambiental de las festividades.

Una reflexión sobre este punto es realizar solo compras necesarias y procurar respaldar a los emprendedores locales; así apoyan la disminución de los combustibles consumidos para la movilización de sus paquetes, pues al comprar en Panamá, bajan las horas de vuelo y de transporte terrestre que producen las compras en otros países.

Los residuos de la época pueden ser empaques, envolturas, lazos, cubiertos y platos desechables, plásticos de un solo uso y productos no biodegradables, así como las baterías de los juegos electrónicos.

Reflexionar sobre cuántos residuos sólidos o líquidos podemos generar en las festividades, nos permiten planificar las compras para reducir al máximo las envolturas y productos similares. En pandemia es importante que los residuos de las mascarillas y/o guantes los dispongamos de manera segura en recipientes cerrados, para impedir que se conviertan en focos contaminantes por la rotura inesperada de una bolsa de basura o el derrame de un tanque de basura en la calle.

El uso de cubiertos desechables dependerá de las medidas de bioseguridad de su hogar, burbuja familiar y lugares de trabajo, sin embargo, cuando sea posible, procuremos utilizar cubiertos de metal para lavarlos posteriormente con agua hirviente y con ello retiramos una cuota de plástico del ambiente.

“A nivel mundial, un tercio de los alimentos producidos se desperdician, y en diciembre esto se duplica por la gran cantidad de comida que se prepara para los festejos navideños y de fin de año”, frente a este punto expuesto por la plataforma digital responsabilidadsocial.net. sería interesante reflexionar sobre cómo evitar el desperdicio de comida, lo que al cocinar en exceso emite gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera y contribuye al cambio climático.

La pandemia sigue en el ambiente y por ello es importante reflexionar en cómo prevenir en estas festividades nuevos contagios. En el caso de sus burbujas familiares es imprescindible tomar las medidas de bioseguridad en cada una de sus celebraciones e incentivar el uso de la tarjeta QR de vacunación, la desinfección de espacios, el distanciamiento adecuado y el lavado de manos. Se hace interesante si decoramos los implementos de bioseguridad para que los miembros de las burbujas familiares hagan uso constante del jabón y lavado de manos durante las festividades, y así contribuir al cuidado del ambiente para detener la propagación de covid-19 y sus variantes.

La Navidad es tiempo de costumbres que invitan a participar de un mensaje de amor y de entrega, a ser solidarios y a estar dispuestos a dar desinteresadamente.

Disfrutemos al máximo las festividades desde lo más importante: el corazón. Vivamos en armonía con lo que tenemos, pensemos en construir nuestras festividades desde el compartir de nuestra esencia como seres vivos que pertenecemos al ecosistema del planeta.

En estas festividades lo importante es reflexionar y orar juntos en familia, vivir el significado de la Navidad en las distintas tradiciones religiosas, contar anécdotas sobre la celebración de estas tradiciones en la familia, compartir con amigos y con compañeros de trabajo, dar y recibir muestras de cariño. Estas festividades son especiales porque hemos recibido el don de la vida y desde ese don les invito a vivir sosteniblemente las festividades.

Antes de comprar un regalo, comida, luces, adornos, reflexionemos si es realmente necesario comprarlo.

La autora es investigadora científica en recursos hídricos e ingeniera civil. También es doctora en ingeniería agrícola con mención en recursos hídricos en la agricultura (Chile).