Seis parajes latinoamericanos se suman a la Red de Reservas de la Biosfera

El Consejo Internacional de Coordinación del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) enriqueció hoy su red de Reservas con seis parajes de Costa Rica, Ecuador, Honduras, Paraguay, Perú y la República Dominicana, informó la Unesco.

Eran todas las propuestas presentadas este año desde América Latina para incrementar la Red Mundial de Reservas de Biosfera, que hasta ahora contaba con 669 reservas en 120 países, 16 transfronterizas. Ecuador y Perú aportaron “la primera transfronteriza sudamericana”, Bosques de Paz, subrayó a Efe un portavoz de la organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Abarca 1,616,988 hectáreas pobladas por unos 617,000 habitantes, que viven esencialmente de la ganadería y el turismo, en un hábitat de gran diversidad biológica y elevado índice de endemismo, por los hasta 3.000 metros de altura de algunas zonas de los Andes Occidentales, resaltó la Unesco en un comunicado.

El sitio incluye “el núcleo de uno de los lugares del mundo más importantes para la diversidad biológica: la región endémica de Tumbes”, donde viven 59 especies, 14 en peligro de extinción.

Perú, que cuenta con cinco reservas, una menos que Ecuador, amplió de 1,881,200 a 2,438,956 hectáreas la de Manu, en los departamentos de Cuzco y Madre de Dios, un territorio con praderas y bosques montañosos y tropicales húmedos que engloba la práctica totalidad de ecosistemas, fauna y flora de la Amazonía nacional.

Paraguay suma ahora tres Reservas de Biosfera, al añadir hoy la de Itaipú, “uno de los ecosistemas más importantes para la conservación de la diversidad biológica mundial”, según la Unesco.

Se trata de un lugar con una zona boscosa subtropical “aún denominada Bosque Atlántico del Alto Paraná”, que se extiende por más de un millón de hectáreas donde viven unos 450,000 habitantes y gran número de especies endémicas, en particular grandes predadores y herbívoros.

A sus tres parajes en la red, Honduras añade ahora el de San Marcos de Colón: 57,810 hectáreas cerca de la frontera con Nicaragua, con alturas de entre 500 y 1,700 metros, una valiosa diversidad biológica y múltiples especies animales endémicas. Repartidos en dieciocho pueblos, sus 26,350 habitantes se dedican a tareas agrícolas y ganaderas y a la artesanía de guarnicionería.

Costa Rica pasa, por su parte, a tener cuatro reservas con la de Savegre, en la costa del Pacífico Central, que es un paraje de valiosa biodiversidad cada vez más turístico, habitado por 50.000 personas y también por el 54% de los mamíferos, el 59 % de las aves y el 20 % de la flora del país.

Por último, la reserva Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, la única de la República Dominicana, ha sido “agrupada” con La Selle de Haití, en un sitio bautizado Reserva de Biosfera Transfronteriza de La Selle y Jaragua-Bahoruco-Enriquillo.

Dado que ambas reservas poseen corredores ecológicos separados por una frontera política y administrativa, su agrupación “facilitará una mejor gestión del medioambiente”, estimó la Unesco, cuyo comité examinó este año veintiocho propuestas de nuevas reservas de veintidós países.