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- 19/09/2022 00:00
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Botellas, vasos, platos, bolsas, envases, pajitas (carrizos), entre otros objetos de plástico, son entes contaminantes del ambiente y sobre todo de los océanos, ya que al deshacernos de estos, pueden acabar en un vertedero y algunos otros pueden llegar a ser incinerados o reciclados. Sin embargo, debido a la acción del viento y la lluvia, estos residuos también pueden llegar al mar, incluso cuando los tiramos a la basura. Y una vez los objetos de plástico llegan al mar pueden ser ingeridos por la fauna marina y acumularse en su interior, pueden quedarse en suspensión o flotando en la superficie, o pueden finalmente hundirse y permanecer en el fondo marino, o incluso pueden quedar atrapados en el hielo del Ártico.
Ya se han encontrado plásticos hasta en las zonas más profundas, a más de 10,000 metros de profundidad, describe en su sitio oficial la organización ambientalista internacional Greenpeace.
De hecho, un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma-2021) califica la actual contaminación del planeta causada por el plástico como una “crisis mundial” y propone que se actúe rápidamente y de forma coordinada para atajar este problema, porque “es urgente reducir la producción mundial de plástico y de residuos plásticos en el medio ambiente y en ellos océanos del mundo”.
Para hacerse una idea del problema, el informe detalla que aproximadamente 7,000 millones de los 9,200 millones de toneladas de producción acumulada de plástico entre 1950 y 2017 se convirtieron en residuos plásticos, y tres cuartas partes de los cuales fueron desechados y depositados en vertederos formaron parte de flujos de residuos incontrolados y mal gestionados o fueron vertidos o abandonados en el medio ambiente y en el mar.
“El plástico es de hecho la fracción más grande, más dañina y más persistente de los desechos marinos, y representa al menos el 85% del total de esos desperdicios, y para 2040, los volúmenes de este material que fluirán hacia el mar casi se triplicarán, con una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas. Esto significa alrededor de 50 kilogramos de plástico por metro de costa en todo el mundo”, según el informe: 'De la contaminación a la solución: una evaluación global de la basura marina y la contaminación por plásticos'.
El documento destaca que la “contaminación actual es omnipresente y persistente”, es decir; que pese a que el mundo ha logrado un importante crecimiento económico en las últimas décadas, éste ha ido acompañado de grandes cantidades de contaminación, con importantes repercusiones en la salud humana y los ecosistemas, así como en el funcionamiento de algunos de los principales procesos de los sistemas terrestres, como el clima.
En consecuencia, todas las especies marinas, desde el plancton y los moluscos, hasta las aves, las tortugas y los mamíferos, se enfrentan a riesgos de intoxicación, trastornos del comportamiento, inanición y asfixia. Los corales, los manglares y los pastos marinos además están sofocados por desechos plásticos que les impiden recibir oxígeno y luz.
Ante esta realidad los expertos coinciden en que la contaminación por el plástico es una amenaza creciente no sólo para los ecosistemas acuáticos, sino para todos los ecosistemas, desde aquellos en donde se origina este material, hasta los marinos y los que están en el camino.
Además, aseguran que la contaminación por plásticos se encuentra en todos los océanos y es casi imposible de eliminar una vez que entra.
A fin de buscar una solución al problema que afecta a toda la humanidad, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) pide un tratado mundial jurídicamente vinculante sobre los residuos plásticos con 'normas específicas, claras y universalmente aplicables' para todo el ciclo de vida de los productos artificiales. Empresas como Coca Cola, Nestlé y Unilever, que venden productos como refrescos y champú envasados en plástico de un solo uso, se han hecho eco de estos llamamientos, detalla una nota publicada en el diario DW.
Los tratados anteriores de la ONU sobre el medio ambiente han sido criticados por su ineficacia al hacer voluntarias las reducciones de la contaminación. El histórico Acuerdo de París sobre el Cambio Climático de 2015, por ejemplo, no establece objetivos vinculantes sobre cuánto deben reducir los países su contaminación por carbono cada año.
Debido a que el tema es urgente, en febrero de este año, se desarrolló la cumbre One Ocean: por océanos más sostenibles, la cual se efectuó en el puerto francés de Brest, en donde los líderes mundiales se reunieron para debatir temas como la explotación minera de los fondos marinos, una mayor protección de la alta mar y planes para salvaguardar el 30% de los océanos del mundo para 2030.
De acuerdo con una publicación de National Geographic, el problema de los residuos plásticos se ha complicado aún más, así como los esfuerzos para detener su llegada a los mares del mundo, ya que los ríos son los conductos principales de los residuos plásticos a los mares.
Según la revista, en 2017, dos grupos diferentes concluyeron que el 90% de los residuos plásticos transportados por ríos que desembocan en los océanos circulaban por unos pocos grandes ríos continentales, como el Nilo, el Amazonas y el Yangtsé, los tres ríos más largos del mundo.
Limpiar esos ríos —10 ríos en un estudio y 20 en el otro— podría ayudar a resolver el problema, acordaron los expertos.
Pero una nueva investigación publicada en la revista Science Advances reconoció que los ríos son los principales conductores de residuos plásticos en los océanos . Según la investigación, los científicos descubrieron que el 80% de los residuos plásticos se distribuyen entre más de 1000 ríos, no solo 10 o 20. También descubrieron que la mayor parte de esos residuos son transportados por ríos pequeños que atraviesan zonas urbanas densamente pobladas, no por los ríos más grandes.
En el peor de los casos, exceder los umbrales ecológicamente peligrosos de contaminación por microplásticos podría provocar efectos adversos en las especies y los ecosistemas, incluida la reducción de las poblaciones. “Toda la evidencia sugiere que la contaminación por plásticos del océano es irreversible. Una vez distribuidos en el océano, los desechos plásticos son casi imposibles de recuperar. Se degrada constantemente y, por lo tanto, la concentración de micro y nanoplásticos continuará aumentando durante décadas. Atacar las causas de la contaminación por plásticos es mucho más efectivo que limpiar después. Si los gobiernos, la industria y la sociedad actúan unánimemente ahora, todavía pueden limitar la crisis del plástico”, indica Heike Vesper, Director del Programa Marino de WWF Alemania.
Dada la omnipresencia de la contaminación plástica, es probable que casi todas las especies se hayan encontrado con plástico. Los impactos negativos de la contaminación plástica ya son detectables en la mayoría de los grupos de especies, mientras que la productividad de varios de los ecosistemas marinos más importantes del mundo, como los arrecifes de coral y los manglares, están bajo un riesgo significativo, explica el informe: “Impactos de la contaminación por plásticos en los océanos, sobre las especies marinas, la biodiversidad y los ecosistemas”, realizado por el Alfred Wegener Institute Helmholtz Centre for Polar and Marine Research y WWF.
Una estrategia que conlleve una solución única destinada a acabar con la contaminación será inadecuada para reducir la cantidad de plásticos que llegan a los océanos. Se necesitan múltiples intervenciones sinérgicas en la producción y uso del plástico, aseguran los autores de los informes presentados en esta nota.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente lanzó la campaña 'Mares Limpios' en 2017 con el objetivo de impulsar un movimiento global para revertir la marea del plástico al reducir el uso de plásticos innecesarios, evitables y problemáticos, incluidos los de un solo uso, y eliminar los microplásticos añadidos intencionalmente.
Desde entonces, 63 países se han unido a la campaña y han adquirido compromisos para mejorar la gestión de los plásticos mediante, entre otras medidas, la reducción de la prevalencia de productos plásticos de un solo uso. Ahora, la campaña destacará los problemas y sus soluciones desde el origen de la contaminación y pedirá una acción global urgente. Mares Limpios contribuye a los objetivos de la Alianza Mundial sobre Basura Marina y el 'Compromiso Global de la Nueva Economía del Plástico'.