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El cambio climático continúa afectando los arrecifes de coral
- 09/06/2021 00:00
- 09/06/2021 00:00
Los arrecifes de coral son conocidos también como bosques tropicales del mar, ya que albergan una gran variedad de flora y fauna marina, como peces, langostas, cangrejos, pulpos, estrellas de mar y otros animales invertebrados, que comprenden los ecosistemas marinos más amenazados actualmente por diversas causas como el cambio climático que ocasiona el blanqueamiento de los corales, así como por la sedimentación excesiva, la sobrepesca y otras actividades como el anclaje que puedan dañar o causar su muerte.
De acuerdo con estimaciones de la División de Ecosistemas Marinos, adscrita al Programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Medio Ambiente, el planeta podría perder los arrecifes de coral vivos en el mundo para el año 2050. Es un dato alarmante, que requiere tomar medidas urgentes por parte de las naciones para su preservación.
Moisés Bernal, doctor en biología marina y actualmente profesor en la Universidad de Auburn, Alabama (Estados Unidos), mencionó a La Estrella de Panamá que muchas especies de arrecifes de coral están en peligro de extinción debido al calentamiento global y la acidificación de los océanos (un proceso causado por el aumento de las emisiones humanas de dióxido de carbono que provocan un descenso importante del PH de las aguas superficiales) que estresa a los corales hasta dejarlos sin color, en una reacción conocida como blanqueamiento que disminuye su capacidad reproductiva y puede llegar a matarlos.
“Los corales viven en una asociación muy estricta con los organismo móviles llamados flagelados, es decir, como una alga que viene dentro del coral y lo alimenta, por lo que al subir la temperatura el coral la expulsa y queda expuesta al blanqueamiento o pérdida de color hasta morir por falta de alimentación”, reconoció Bernal, quien también es investigador de especies marinas.
El especialista detalló que muchas personas creen que los corales son rocas u organismos sin vida, pero la realidad es que son animales vivos que merecen un nivel de cuidado y protección, así como se les brinda a otras especies.
“Los corales son sensibles a las altas temperaturas, la turbidez del agua, los fertilizantes agrícolas que llegan al mar a través de los ríos; todo esto afecta su ecosistema, por lo que es necesario crear conciencia en la población sobre el valor que representan para la vida humana a nivel cultural y turístico; y también hacer un llamado a las autoridades para que ayuden a combatir los efectos del cambio climático, porque sin duda la mayor amenaza para los arrecifes en el mundo es el calentamiento global”, recomendó Bernal.
A su vez enfatizó que miles de especies dependen de los arrecifes de coral para refugio y alimentación. “Los arrecifes de coral son un ambiente fascinante, lo más espectacular que uno puede ver en el mundo marino. Ojalá que las personas tengan la oportunidad de ir a Bocas del Toro, a Portobelo, al archipiélago de las Perlas y sumergirse en el mar y observar, mas no tocar, extraer o romper, la gran diversidad de vida que tienen los arrecifes de coral, incluso los beneficios que recibimos de ellos”, acotó Bernal.
Según el experto, se estima que en el mundo existen más de 6 mil especies de corales formadores de arrecifes. Y aseguró que en muchos casos es difícil diferenciar las especies cercanas usando marcadores genéticos porque pueden ser muy similares morfológicamente y pese a que ocupan menos del 1% de la superficie terrestre, se estima que son el hábitat de aproximadamente el 25% de las especies de peces marinos.
“ Los peces herbívoros, como los cirujanos, mantienen el balance entre los corales y las algas”, destacó.
De hecho, ONU Medio Ambiente detalla en su web oficial que la pérdida de arrecifes de coral no solo tendría consecuencias devastadoras para la vida marina, sino también para más de mil millones de personas en todo el mundo que se benefician directa o indirectamente de ellos.
“Los ecosistemas en los arrecifes de coral proveen recursos evaluados en alrededor de $375,000 millones al año. Si no se toman medidas mayores ahora, el planeta podría perder sus arrecifes de coral vivos y con ellos una gran cantidad de especies marinas del mundo para 2050. “Estamos tomando más de lo que brindamos a nuestros océanos”, aseguró Gabriel Grimsditch de la división de ecosistemas marinos del Programa Internacional.
Un estudio reciente en la región de Asia y el Pacífico también encontró que los arrecifes están contaminados por 11 mil millones de piezas de plástico, que están dando lugar a la enfermedad del coral.
Panamá es un país que se ha caracterizado por tener una gran diversidad de arrecifes de coral tanto en el Pacífico como en el Caribe, y es necesario que cada quien ayude a protegerlos, dijo Bernal.
En ese sentido, este año el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) realizó una jornada de monitoreo ecológico en los arrecifes de la zona sur de la península de Azuero con el fin de evaluar el estado de estos ecosistemas para el diseño de estrategias de protección, conservación y uso sostenible de los arrecifes coralinos.
Según un comunicado de MiAmbiente, las inmersiones se registraron en 13 sitios de isla Iguana, Puerto Escondido, Los Frailes y la bahía de Achotines, en Pedasí, a fin de determinar las condiciones ambientales de los arrecifes coralinos, donde se identificaron 15 especies de corales formadores de colonias, 2 de abanicos de mar, 72 especies de peces y 20 de invertebrados.
De acuerdo con el documento, durante las inmersiones se observó una cantidad considerable de coral fracturado, lo que supone la presencia de malas prácticas de uso del recurso.
José Julio Casas, de la Dirección de Costas y Mares de MiAmbiente, indicó que para los monitoreos se establecen transectos lineales de 25 metros de largo (áreas designadas para colectar datos) en donde los buzos forman un túnel imaginario de cinco metros para la identificación y conteo de todas las especies que se observen dentro de él; esto se hace (siempre que es posible) a dos profundidades, una somera (a menos de 5 metros) y una más profunda (entre 5 y 12 metros). Además sobre ese mismo transecto lineal se monitorea la diversidad del fondo, identificando la presencia de moluscos, crustáceos y de algas sobre el coral, utilizando una cuadrícula de un metro cuadrado.
Para septiembre de este año se realizará la segunda campaña de monitoreo, correspondiente a la temporada lluviosa, lo que permitirá tener información de las dos temporadas (seca y lluviosa) a fin de realizar comparaciones entre los indicadores ecológicos y determinar si hay diferencias, detalló el comunicado.
También se espera establecer un grupo de buceo técnico para institucionalizar el desarrollo sistemático y permanente de este tipo de monitoreo en las áreas marinas protegidas tanto del Caribe como del Pacífico de Panamá.
Bernal aseguró que los corales están siendo afectados por la acción humana, por lo que muchas de las especies que se alimentan de ellos están en peligro de extinción, sobre todo porque al momento de reproducirse las larvas no llegan a formarse o desarrollarse adecuadamente y no sobreviven si el arrecife no presenta las condiciones adecuadas de nutrientes.
Según ONU Ambiente, solo en 83 de los más de 100 países y territorios con una gran área de arrecifes coralinos se identificaron proyectos, y de 314 proyectos encuestados, 279 se centraron en un solo país: Tuvalu en Oceanía.
La financiación es esencial para la gestión sostenible de los arrecifes de coral y los ecosistemas asociados en todo el mundo. Sin embargo, se requiere una mayor consideración de estos ecosistemas como activos de la economía marina, tanto en el sector público como privado, para permitir una inversión cada vez más diversa y, a largo plazo, reducir la dependencia en los donantes.
“El cambio necesario solo será posible cuando la mentalidad cambie en el público en general, entre los tomadores de decisiones financieras y también en el sector del medio ambiente”, dijo Grimsditch.
Actualmente el proyecto de Ley 196, que establece la protección integral de los sistemas coralinos, ecosistemas asociados y especies asociadas de Panamá, está presto a discutirse en primer debate en la Asamblea, y en este proyecto de ley se establece la necesidad de ejecutar monitoreos permanentes y sistemáticos sobre estos ecosistemas en ambas costas de nuestro país.
Suelen desarrollarse en aguas tropicales, limpias, poco profundas y con mucha luz.