América Latina y el Caribe se posicionan como pieza clave para neutralizar emisiones de carbono globales a futuro

Actualizado
  • 18/09/2023 00:00
Creado
  • 18/09/2023 00:00
Un nuevo reporte del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe presenta soluciones a las afecciones por el cambio climático desde la perspectiva de la región
La Amazonia, una de las áreas más biodiversas de América Latina y el Caribe.

América Latina y el Caribe están experimentando su temperatura de calentamiento media más alta en la historia. De acuerdo con el Centro de Cambio Global UC, la región se encontrará en un promedio de calor de 1°C hasta el 2040, siendo este el grado de calor más alto alcanzado.

Según el último Reporte de Economía y Desarrollo (RED) del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), titulado 'Desafíos globales, soluciones regionales: América Latina y el Caribe, frente a la crisis climática y de biodiversidad', la actual temperatura de calentamiento media de Latinoamérica es más alta que la de 1985 a 2014, correspondiente a 0,6°C y 0,8°C, las que ya eran mucho más alta que la de la época preindustrial.

El posible aumento del calor en el futuro dependerá del nivel de emisiones de carbono a nivel global a lo largo del tiempo.

El reporte también señala que para países de América del Sur, como Perú y Ecuador, se espera un aumento de precipitaciones en las costas, al igual que en la cuenca del Río de La Plata y el noreste de Argentina. Otras partes de América Latina como Centroamérica, el norte de Suramérica, parte del Amazonas y el Caribe se espera que disminuyan las lluvias debido al cambio climático.

Presentación del último Reporte de Economía y Desarrollo del CAF en IE University, en Madrid, España.

Actualmente, América Latina y el Caribe se encuentran vulnerables a los efectos ambientales, sociales y económicos debido al aumento del cambio climático, a pesar de solo producir el 11% de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), sin embargo, este documento analiza diferentes alternativas para hacer frente a este problema.

Para esto, el reporte analizó la sostenibilidad de las actuales actividades económicas de la región latinoamericana, el estado de los ecosistemas y la biodiversidad, y los retos en coordinación política internacional para contrarrestar el cambio climático con la finalidad de obtener estas posibles soluciones a la actual crisis.

“Esta última edición [del RED] aborda el reto climático y de la pérdida de diversidad, aportando propuestas originales e innovadoras sobre cómo los países de América Latina y el Caribe pueden responder a este reto, capitalizando su enorme riqueza natural y humana en materia de mitigación, adaptación y preservación, sin perder de vista la importancia de fomentar el dinamismo económico y promover la equidad”, destacó Manuel Muñiz, rector Internacional de IE University y Decano de la Escuela de Políticas, Economía y Asuntos Globales de IE University, centro de educación superior en el que este documento fue presentado.

De acuerdo con el Banco de Desarrollo, todas las iniciativas propuestas en el reporte parten de la política pública de la prevención, mitigación y conservación de la materia climática y la biodiversidad, que es imprescindible para mantener la sostenibilidad en el proceso del desarrollo.

Relevancia regional

Sin embargo, construir un modelo de desarrollo sostenible requiere integrar políticas públicas con aquellas orientadas a promover el crecimiento económico y la inclusión social, lo que puede dar lugar a complementariedades y tensiones que es necesario manejar.

Por su parte, los países de Latinoamérica y el Caribe reconocen que juegan un papel activo en la mitigación del daño al medio ambiente y en casi todos los casos tienen metas concretas de acuerdo a sus niveles de emisiones de carbono.

De hecho, en el año 2030 las contribuciones determinadas a nivel nacional de la región apuntan a reducir un 10% de los GEI de manera colectiva.

El estudio del CAF posiciona a la región como una fuente de biodiversidad crucial para neutralizar los efectos secundarios del cambio climático.

Ciertamente, América Latina y el Caribe cuentan con 9,3 millones de kilómetros cuadrados solo en bosques y una cuarta parte de la cobertura forestal del planeta, que contribuyen con la captura de 1,1 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2).

Estos mismos ecosistemas son responsables de ser el hábitat de cientos de especies de flora y fauna y ofrecer “importantes servicios ecosistémicos a la población a nivel local y regional”.

Por esta razón, evitar la deforestación y la tala de árboles en la región es una de las medidas a tomar más valiosas para poder remediar el calentamiento global.

“América Latina y el Caribe tienen la capacidad de aportar soluciones globales al desafío del cambio climático, gracias a su rica biodiversidad, a su gran cantidad de recursos naturales y a la riqueza de sus ecosistemas naturales. El RED es un gran aporte para que los gobiernos de la región puedan diseñar políticas públicas de primer nivel, basadas en diagnósticos de calidad, que aporten datos y análisis necesarios para comprender el problema íntegramente”, enfatizó Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF.

Otra de las soluciones propuestas para la región son la incidencia en el mercado de créditos de carbono, una herramienta que financia la conservación y regeneración de ecosistemas con alto potencial.

No es la primera vez que en la región se hacen sugerencias en este ámbito, esfuerzos como la Iniciativa Latinoamericana y Caribeña del Mercado Regional de Carbono (Ilacc), liderada por el CAF, cuentan con el apoyo y participación de 13 bancos de desarrollo de la región, impulsando aún más este tipo de ideas.

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