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- 22/09/2024 00:00
- 21/09/2024 15:16
Quien sabrá las razones de por qué los interioranos cuando por motivos de estudio, trabajo o familiares, debemos dejar nuestras provincias. Al llegar a la capital el periodo de adaptación se trasforma en una series de cosas bochornosas, sobre todo si provenimos del campo y de pueblos pequeños.
“Es que (en la ciudad de Panamá) la gente no te saluda, no te da los buenos días y ni mi papá, ni mi mamá se paran a conversar y a echar cuentos cuando van a la tiendita, como acaecía por onde uno. ¡Acá cada uno anda en lo suyo!”
Así me dice Lyann Leguísamo, recordando su infancia en Puerto Armuelles y cuando muy niña (a penas 12 años) fue traída por sus padres a la ciudad capital en busca de mejores condiciones de vida. Cada uno de nosotros lleva por dentro historias parecidas a la de Lyann, como también la cordialidad que aún se siente allá en el interior de la república.
Desde hace mucho tiempo trataba de entrevistar a esta joven que se hace llamar: ‘La Culturosa’, y finalmente la tengo frente a mí, en un restaurante de vía Argentina, calle que es el cuartel (hogar) de sus múltiples batallas culturales.
Muy dentro de mí, viaja una simpática curiosidad: el porqué de ese curioso apodo, ¿de dónde surgió? Entonces me animo a preguntarle a Lyann los motivos. Este será el hilo conductor de nuestras reflexiones. Ella replica:
“Soy super activa, muy laboriosa y en la jerga juvenil La Culturosa le da... como, más pifia a la vaina” (carcajada entre nosotros) “Le quita seriedad a mi actividad y al mismo tiempo se la otorga” continúa diciendo, abriendo sus sonrientes ojos. Pero Lyann es mucho más de todo esto.
Lyann Leguísamo (1993) es cofundadora y gestora cultural de Open Arts Inc., organización dedicada a la creación, gestión y coordinación de proyectos culturales en clave de desarrollo sostenible. Se ha destacado en la sociedad civil, como directora ejecutiva de la Fundación Pink Shirt Day, en Panamá, oenegé por una sociedad libre de acoso y violencias.
Cuenta con experiencia en creación, producción y coordinación de programas y proyectos educativos y culturales con organismos de cooperación internacional como la Agencia de Cooperación Española (Aecid) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). También ha colaborado y coordinado proyectos de enfoque comunitario asociados a gobierno abierto, derechos humanos, emprendimiento social, economía creativa y cultura ciudadana, en numerosas ocasiones con el Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá, Ministerio de Comercio e Industrias, la Autoridad de la Pequeña y Mediana Empresa, la Junta Comunal de Bella Vista, la Alcaldía de Panamá y la Embajada de Francia en Panamá, entre otros organismos de administración pública. Forma parte de la Comisión de Industrias Creativas y Culturales de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá.
Como ven, muchos jóvenes surgidos de universidades e instituciones educativas en Panamá, hoy diariamente se esfuerzan para dar cuerpo al sistema cultural en Panamá, soporte necesario para el desarrollo de nuestros talentosos artistas y creadores que trabajan en nuestro país. Todo esto es digno de celebrar.
Lyann Leguísamo se encuentra desde muy joven organizando eventos donde las personas puedan encontrarse e intercambiar experiencias, revindicando el derecho de cada adolescente para expresarse en espacios seguros y protegidos para su crecimiento intelectual. Panamá cuenta con comerciantes emprendedores dispuestos a apoyar iniciativas culturales que permitan un crecimiento mutuo a través de las propuestas presentadas por estas actividades.
Se toma vía Argentina con Open Arts. 2022, algo nunca visto en Panamá. Ejemplo para todos.
Tal vez muchos tendrán presente que desde junio del 2022, se viene presentado la Fiesta de la Música en Vía Argentina en la ciudad de Panamá. Lyann es co-organizadora de esta iniciativa; esta actividad originalmente viene desarrollada en Francia y es una de las tradiciones más importantes de la Unión Europea que ha permeado a más de 40 países en el mundo. Ese año, Open Arts fue uno de los asociados clave para la realización de la actividad principal que consistió en 5 conciertos simultáneos en locales de la zona y un gran concierto al aire libre en el reconocido Parque Andrés Bello. La iniciativa, por ser novedosa, atrapó la atención de muchos jóvenes deseosos de cosas diferentes y despertó el interés comercial de todo el entorno de esta zona.
Son muchos los esfuerzos que desde hace un lustro se vienen desarrollando, dirigidos a consolidar un sistema que soporte las expresiones culturales en Panamá y vemos con mucho placer que algunos de esos esfuerzos hoy dan frutos. Esta ardua tarea les permitirá consolidarse con extraordinarias propuestas de alta calidad artística.
Al escribir sobre Lyann, tratamos de dar visibilidad a las muchas personas que también realizan un trabajo (a veces silencioso) desde las comarcas indígenas, el interior de la República... a las empresas del sistema de diversión, las pujantes inversiones privadas en el ámbito de galerías y espacios expositivos y a las fuertes tentativas del Ministerio de Cultura (desde su creacion) en su afán por construir ese apoyo fundamental para la economía panameña.
Todo un conjunto de personajes que esperan cosechar sus fatigas y trasformar con excelencia nuestro sistema. Al atento observador, la invitación a captar este nuevo renacimiento que ya es realidad en suelo patrio.
Miro a Lyann y le pregunto si en su labor ha tenido tutores y cual es su ultimo proyecto y ella me responde: “Sí, he tenido muchas personas con las que he tenido buena química, muchas. Tenemos un trabajo junto a Pedro Colmenares con el Coworking coffee aquí en Vía Argentina y muchos otros que no recuerdo sus nombres, Dios, son tantos... son muchos...”.
Es hora de cerrar mi cuaderno, mi último sorbito de café, veo que Lyann amablemente se despide y al dirigirse hacia la salida, sonriente saluda a los camareros y cede el paso a los entrantes dando las buenas tardes. La cultura también se refleja en los buenos modales, por eso cierro los ojos, recordando que soy un cholito santiagueño y que la buena crianza jamas va a morir. Gracias Lyann.