Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
- 16/12/2023 00:00
- 15/12/2023 19:05
Una ambiciosa exposición itinerante que recién ha abierto sus puertas en Moscú permite a los rusos “poner cara” al misterioso y esquivo artista británico Bansky.
“Queremos presentar Bansky al público ruso, contar sobre esta persona, este fenómeno, ya que plantea temas que mantendrán su vigencia durante muchos, muchos años”, comenta a EFE Olga, una de las guías que presenta la obra del reconocido grafitero.
Se trata de una muestra singular donde los asistentes no verán obras originales del artista, sino fieles reproducciones a escala natural de sus piezas, muchas de las cuales se atesoran en colecciones privadas o han sido destruidas por las administraciones locales que las consideraron actos de vandalismo.
“Es una exposición que sigue las huellas del arte de Bansky, alrededor de 150 obras confeccionadas por artistas rusos”, añade Olga, al mostrar con un gesto abarcador una de las salas del sótano del pabellón 22 de VDNJ, el mayor recinto de exposiciones de Rusia.
La muestra itinerante “Hallar a Bansky”, que acaba de regresar ampliada tras una temporada en San Petersburgo, no solo presenta un recorrido pormenorizado por la trayectoria artística de este polémico creador, sino que devela sus principales inquietudes, su mordaz crítica de carácter político y social, su dicotomía de creador underground y a la vez participante activo del mercado.
Durante la ceremonia de reapertura de la muestra, del público sale un encapuchado con una mascarilla, que frente a la entrada pinta con espray la célebre “Niña con globo” del artista, justo bajo una inscripción que reza “Conservar / No se puede / Borrar”, en alusión al carácter ilegal y perecedero de los grafitis.
En una superficie de unos mil metros cuadrados están presentes los principales hitos del creador que van desde grafitis hasta instalaciones, pasando por otras técnicas como la pintura y el grabado, además de vídeos de intervenciones de Bansky en museos o espacios públicos como el metro de Londres.
Los creadores de la muestra han recreado incluso su taller y su cuarto de baño -invadido por sus icónicas ratas- en base a fotografías aparecidas en medios de prensa o entrevistas, en un afán de darle cara al artista.
No falta entre las instalaciones la reproducción de la expo “Barely Legal”, organizada por Bansky en Los Ángeles y en la que entre las obras expuso una elefanta viva, pintada del color del empapelado del local, una alegoría de los grandes problemas que la gente prefiere ignorar.
También se recrea “The Walled Off Hotel”, la famosa boutique del artista ubicada en Belén, frente a la barrera israelí de Cisjordania, donde se observa un grafiti que representa a un soldado israelí y un combatiente palestino enfrascados en una pelea con almohadas.
Y mientras resuenan las explosiones en Gaza, los chimpancés siguen jugando a la política, los paparazzi le tiran fotos a la calabaza averiada de la Cenicienta y Banksy sigue centrando la atención de gente de todo el mundo, incluyendo a los moscovitas.