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- 11/01/2025 00:00
- 10/01/2025 18:59
El fenómeno de La Niña puede influir en las condiciones climáticas de Panamá, marcando un cambio en los patrones de lluvia y temperatura. Generalmente, durante un evento como este, se espera un aumento en las precipitaciones en algunas zonas del país, incluso en períodos que normalmente son considerados secos, como la temporada seca habitual entre diciembre y abril. Esto podría resultar en lluvias atípicas o una extensión de la temporada lluviosa.
Desde marzo de 2024, el Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá (Imhpa) había estado en la vigilancia del posible desarrollo de La Niña, dado que se estaba produciendo un lento enfriamiento en la superficie del mar dentro de la zona de monitoreo de El Niño – Oscilación del Sur (ENOS). Sin embargo, es en diciembre de 2024 cuando las temperaturas en la superficie del mar en la región Niño 3.4 superan de forma constante el umbral para declarar a esta fase fría del ENOS, “La Niña”.
Guido Berguido, director de la Asociación Adopta Bosque, destaca a La Estrella de Panamá que por una parte parece ser un punto positivo por el tema del Canal de Panamá, no obstante, agrega que “a larga esto genera una serie de perturbaciones que cada año serán más extremas; este año tenemos un fenómeno de La Niña, pero el próximo año se puede presentar un fenómeno de El Niño extremadamente fuerte”.
Por otra parte, sabemos que para el Canal de Panamá la presencia de lluvias resulta altamente factible para mantener a flote su funcionamiento y evitar caer en la crisis como en julio de 2024, cuando la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) tuvo que reducir los tránsitos diarios, esto para poder prolongar las reservas de agua dulce.
La cuenca hidrográfica ha presentado una notable recuperación gracias a las precipitaciones de los últimos meses del año pasado, aseguró la ACP a finales de noviembre cuando anunció que el lago Gatún, principal para el funcionamiento del Canal, estaba próximo a alcanzar su nivel máximo de 27.01 metros.
En Panamá, la presencia del fenómeno La Niña tiende a aumentar las lluvias en la vertiente del Pacífico y, teóricamente, a disminuirlas en la vertiente del Caribe. El proceso de evapotranspiración puede ser más lento, por lo cual aumenta la saturación de los suelos.
Como consecuencia de estos efectos, puede aumentar el riesgo de inundaciones y deslizamientos. También aumenta la turbiedad en los cuerpos de agua y sitios de toma de agua de las potabilizadoras. Asimismo, la mayor frecuencia de días con lluvias aumenta el riesgo de resfriados y enfermedades respiratorias en la población.
Este fenómeno de La Niña 2025 tiene la particularidad de que coincide con la temporada seca del país, por lo cual es poco probable que sus impactos sean tan significativos. Los efectos más probables son: mayor frecuencia de días nublados, lluvias aisladas y el prolongamiento de la transición de la temporada lluviosa hacia la temporada seca.
Sin embargo, para el sector productor, específicamente en la región de tierras altas de la provincia de Chiriquí, la época lluviosa de 2024 sí tuvo un impacto significativo. “Ahorita mismo los rendimientos se han visto mermados; para el mes de enero se han importando productos para complementar la producción local de cebolla, ya que sin esa complementación los precios estarían por las nubes”, comparte a este medio Lorenzo Jiménez, presidente de la Asociación de Comunidades Productoras de Tierras Altas.
Pero, a pesar de la extensión de la temporada lluviosa, destaca que el sector no se verá tan afectado en los primeros cuatro meses del 2025, ya que proyectan que las lluvias no serán tan intensas como a finales del año pasado. A su vez, esto asegura un clima agradable para la buena producción de productos como la lechuga. “En un hipotético caso, si las lluvias aumentan de manera significativa, entonces sí veríamos productos como el apio y lechuga muy afectados, generando una importante escasez en el mercado”, concluyó Jiménez.
En consecuencia, se experimentará un retraso en el inicio de la temporada seca 2025, como ya se ha observado desde el pasado diciembre de 2024 y lo que ha transcurrido de enero de 2025.
Una de las afectaciones por este aplazamiento de la temporada seca, que genera una preocupación para los ambientalistas, es que en Panamá hay especies de seres vivos que se han adaptado para reproducirse y alimentarse en esta temporada. Como es el caso del guayacán; “bien sabemos que este árbol florea para el mes de abril, pero los hemos visto florecer en pleno diciembre y esto a consecuencia de las lluvias fuera de temporada, generando un estrés fisiológico en estas plantas”, menciona Berguido.
En la misma línea, la ingeniera Luz Graciela de Calzadilla, directora general del Imhpa, manifestó que se continuará emitiendo mensualmente el informe especial sobre el estado de La Niña, para actualizar e informar los detalles de su evolución, indispensable para la toma de decisiones y ejecutar las medidas que sean necesarias.