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- 07/09/2024 00:00
- 06/09/2024 17:10
La necesidad de ser aceptados es inherente a la naturaleza humana. Desde temprana edad, aprendemos que la aprobación de los demás es un indicador de nuestro valor y pertenencia. Esta búsqueda constante de aprobación, sin embargo, puede convertirse en una trampa que limita nuestra autenticidad y bienestar.
Me decía un cliente hace un tiempo: “mi pareja parece otra persona cuando estamos con otras personas, no habla igual, exagera lo que cuenta y no la reconozco; a veces no sé quién es ella”.
La búsqueda de aprobación se manifiesta de diversas formas. Hay personas que son capaces de vivir la vida en función a la opinión de los demás, incluso cuando no están de acuerdo, con tal de evitar el conflicto. Se pueden ocultar los verdaderos pensamientos y sentimientos para evitar el rechazo o compararse constantemente con los demás, buscando validar la propia valía a través de los logros de los otros.
En parte, se debe al instinto de supervivencia. Los seres humanos somos animales sociales y la pertenencia a un grupo ha sido fundamental para nuestra supervivencia. La aprobación de los demás era una señal de que éramos aceptados y protegidos por la tribu. Sin embargo, en la sociedad moderna, la necesidad de aprobación ha evolucionado más allá de la mera supervivencia.
La búsqueda excesiva de aprobación puede tener consecuencias negativas en nuestra vida.
Puede llevarnos a perder nuestra identidad. Cuando nos esforzamos tanto por agradar a los demás, podemos llegar a olvidar quiénes somos realmente. Nos convertimos en camaleones, adaptándonos a cada situación y a cada persona sin expresar nuestra verdadera esencia.
Puede limitar nuestra capacidad para tomar decisiones. Si siempre estamos preocupados por lo que pensarán los demás, tendremos dificultades para tomar decisiones que vayan en contra de la corriente. Podemos quedarnos estancados en situaciones que no nos satisfacen por miedo a desagradar a alguien.
Puede generar relaciones superficiales. Cuando nuestras relaciones se basan en la necesidad de ser aceptados, en lugar de en la autenticidad y el respeto mutuo, es difícil construir vínculos profundos y duraderos.
Aceptación: el primer paso es aceptar tus fortalezas y debilidades. Todos tenemos cualidades únicas que nos hacen especiales.
Trabaja en tus pensamientos negativos: identifica y desafía los pensamientos que te dicen que no eres lo suficientemente bueno.
Establece límites: aprende a decir no y a defender tus propios intereses.
Cultiva la autoestima: desarrolla una autoestima saludable y te sentirás seguro en tus propias capacidades.
Conecta con tus valores: De esa forma, tendrás una brújula interna que te guiará en tus decisiones.
La búsqueda de aprobación es una parte normal de la experiencia humana. Sin embargo, cuando se convierte en una obsesión, puede limitar tu potencial y felicidad.
Al aprender a aceptar tu propia individualidad y construir relaciones auténticas, puedes liberarte de la necesidad de aprobación constante y vivir una vida más plena y satisfactoria.
Eres valioso tal como eres. No necesitas la aprobación de los demás para sentirte bien contigo mismo.
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