Mario Castrellón: 'Nos hace falta cultivar el sentido de orgullo por la gastronomía local'

Actualizado
  • 17/12/2020 00:00
Creado
  • 17/12/2020 00:00
El chef, empresario y propietario de Maito habla de la reciente inclusión de su restaurante en la lista de los '50 mejores restaurantes de Latinoamérica', edición 2020. Su estilo gastronómico y su labor más allá de los fogones, son algunos de los aspectos que comparte durante la entrevista
Maito es el único restaurante panameño en la lista de los 50 mejores de Latinoamérica.

Mario Castrellón es chef y propietario de Maito, recientemente incluido –por quinta ocasión– en la lista de los '50 mejores restaurantes de Latinoamérica'. ¿Y cómo llegó Mario a ser chef? Todo inició desde temprana edad con su pasión por el buen comer. “Con mi familia hacíamos barbacoas todos los días, no era una cuestión que se efectuaba únicamente los fines de semana. Ahí empezó mi pasión por encender el fuego”. Luego de aceptar el llamado de la gastronomía, Castrellón cruzó fronteras y se formó en la Escuela Sant Pol de Mar, en Barcelona. Una vez culminó su proceso de preparación, regresó a Panamá con la maleta equipada de saberes e ideas creativas. Asimismo, tuvo que enfrentarse a un escenario donde solo se apostaba por la gastronomía internacional. Pero desde su interior, deseaba crear un restaurante que resaltara lo local. Y justo ese amor por las costumbres y platillos nacionales fue el motor que lo impulsó a crear, junto a sus socios, Maito, hace más de diez años. “Este restaurante se originó bajo el concepto de enaltecer la gastronomía panameña; desde el uso de los ingredientes y la preparación, todo es local. Este concepto ha ido evolucionando año tras año”. En una entrevista con este diario, el chef panameño contó cómo emprendió la tarea de dar a conocer a Panamá como destino gastronómico. Además, compartió sus cualidades en la cocina e invitó a apostar por el consumo de productos nacionales.

¿Cómo define su estilo gastronómico?

A pesar de tener una base bastante local y enaltecer la comida panameña, tengo pasión por varios estilos. Si tuviera que definirlo, en realidad sería un estilo libre.

¿Tiene algún referente?

José Andrés, es un chef español que radica en Estados Unidos. Es una persona que está en la creación constante de conceptos, pero a su vez tiene un gran corazón.

¿Qué representa para usted que Maito sea el único restaurante panameño en la lista de los '50 mejores de Latinoamérica'?

Llevamos cinco años siendo parte de esta lista. Lo hemos podido lograr gracias a un trabajo fuerte, con mucha consistencia, preservando los estándares de calidad de la comida de Maito. Nuestro objetivo fue situar a Panamá en el mapa gastronómico. Este reconocimiento más que una satisfacción propia y del grupo, realmente significa colocar nuestra marca país como un sello de la gastronomía.

Como emprendedor, ¿cómo describe el reto de mantener operativo un restaurante en pandemia?

Definitivamente ha sido una tarea bastante divertida navegar en estas aguas tan complicadas, pero creo que a la vez todo lo que ha pasado ha despertado la creatividad de todos los colaboradores en materia de adaptación. En los primeros meses de pandemia, cuando había cuarentena total, nos las ingeniamos para seguir a flote y hoy nos hemos enfocado en seguir las reglas e ir navegando con la corriente.

¿Cómo ve el horizonte de la gastronomía panameña postcovid?

Creo que se fortalecerán algunos restaurantes y otros sufrirán. Falta mucho por definir, porque todavía hay tiempo para ver qué va a suceder. Por ahora, toca sobrevivir para luego ir construyendo poco a poco.

Castrellón se formó en la Escuela Sant Pol de Mar en Barcelona.
Tras un largo periodo de confinamiento, ¿considera que esto producirá cambios en el comportamiento de los consumidores?

Definitivamente es algo que ya se está viendo. La confianza de los comensales está más en espacios abiertos que en espacios cerrados, por ende la experiencia cambia y muchos de los restaurantes no tienen el privilegio de contar con zonas al aire libre. Considero que todo será una cuestión de adaptación y, sin duda, la forma de comer va a ir cambiando como ha pasado hasta ahora. En la actualidad, el consumidor está buscando algo más relajado y menos pretencioso.

Usted ha expresado en diversas entrevistas su amor por la comida local. Si usted tuviera que reinventar un plato nacional, ¿cuál sería y por qué?

Más que reinventar lo que hago es respetar los platos nacionales. El que más aprecio es el sancocho. Desde los inicios de Maito lo servimos, y de tanto intentar reinventarlo, nos dimos cuenta de que lo mejor era respetar su esencia original, por eso nos vamos a la tradición y lo cocinamos en leña, que conlleva tener unos buenos matices de sabores que le traen a la gente recuerdos, en especial a todos los que tuvieron la oportunidad de vivir esa vida en el interior del país y probar un buen sancocho como Dios manda.

Países como Argentina, México y Perú mantienen un fuerte sello de su gastronomía atrayendo a miles de turistas. ¿Cómo ve a Panamá en ese sentido?

Panamá puede hacer un esfuerzo más grande en esa línea, en especial las entidades que tienen la responsabilidad de impulsar el turismo en todas sus áreas, incluyendo la gastronómica. Pero creo que a nosotros como panameños nos hace falta cultivar aún más ese sentido de orgullo por la gastronomía local, y que cada uno sea embajador y pueda explicar todo lo que hay detrás de ella. Esto es algo que puede marcar la diferencia. En países como México ves la pasión por sus platillos en cada esquina y carretilla de taco, lo mismo ocurre en Perú con los ceviches y en Argentina con el tema de la parrilla. Vemos que en estas naciones hay una profundidad más marcada con relación a todo lo gastronómico.

Más allá de los fogones, compártanos su labor con relación a los programas que promueven dinámicas de comercio justo, espacios de formación y oportunidades de empleo.

Con el transcurso de los años, en Maito siempre hemos apoyado e incentivado el consumo local, y más que eso hemos establecido el trato directo con los productores nacionales, lo que nos permite tener un mejor manejo con los intermediarios para que no sean ellos los que se lleven las ganancias totales, sino que de alguna manera los tratos puedan ser justos y que todo se reparta de manera equitativa con los productores. Además, hemos apoyado distintas fundaciones como Nutre Hogar que combate la desnutrición infantil, más que nada a la comarca Ngäbe Buglé, donde tenemos fuertes lazos. También le hemos brindado soporte a la Fundación Calicanto, que tiene un programa que se llama Capta y trabaja con mujeres en vulnerabilidad social. Desde nuestro conocimiento hemos aportado para que tengan otras herramientas para buscar trabajo.

Luego de atravesar unos meses tan difíciles por la pandemia, ¿a qué debe apostar hoy el sector gastronómico?

Debe mirar hacia el consumo local y ahora más, debido a todas las catástrofes que ocurrieron en Tierras Altas, provincia de Chiriquí. Hay que apoyar al productor nacional para que no se desanime. Hay que hacer hincapié en nuestra comida criolla.

Usted ha sido reconocido como uno de los máximos exponentes de la cocina panameña, ¿qué consejo le daría a los jóvenes incipientes en el campo de las artes culinarias?

Primero que sepan que es un trabajo duro que conlleva muchas horas. Es importante que sepan que nada se consigue de la noche a la mañana, y que graduarse de cualquier diplomado en gastronomía no necesariamente los convierte en chefs, porque les falta toda una carrera de experiencia. Por último, les diría que si van a dedicarse a esto, lo hagan con amor y pasión más allá de un simple intercambio económico.

¿Qué debe tener la cocina del futuro?

La veo como la película Back to the Future, donde metías al microondas un plato y casi te salía el pavo caminando (risas). Considero que la cocina del futuro debe tener salud. Hay que preocuparnos más por consumir alimentos frescos, naturales, y volver a comer en casa, algo que se dio mucho en pandemia no solo aquí, sino en todo el mundo. Digo esto por más que me afecte a mí, como propietario de restaurantes. Hay que consumir comidas saludables y balanceadas nutricionalmente.

Si tuviera que cerrar esta entrevista con su mejor platillo, ¿cuál sería?

Esa es una pregunta demasiado difícil porque a todos los amo y los quiero. Todos son platos estrellas. Cada uno es especial porque llevan un pedazo de mi corazón.

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