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- 11/01/2015 01:01
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¿Cuántas veces hemos escuchado la famosa frase ‘cuesta de enero’? Su significado se refiere a cómo el consumismo bárbaro de enero y los gastos de comida y licor —en general, el consumo desmedido—; hacen que el mes donde la mayoría de los asalariados reciben más ingresos, sea justamente el mes donde el dinero no alcanza.
En diciembre, aparte de los salarios regulares, muchas personas reciben bonos, décimo tercer mes, aguinaldos, ahorros navideños, algunos hasta vacaciones y demás, sin embargo, nada de lo que se reciba es suficiente para la gran lista que tenemos por gastar para todas las festividades que traen las brisas del último mes del año: Día de la Madre, amigos secretos, navidad, las fiestas de fin de año, devolverle la atención a quienes nos regalaron inesperadamente, para no quedar mal… una lista igual de grande.
Una amiga me comentaba ayer que su cuesta de enero dura ¡hasta abril! ¿Por qué? Curioso escucharla contar su historia. Después de todos los gastos de diciembre, donde también incluye el cumpleaños de su esposo a finales del mes, viene en enero el cumpleaños de su madre, en febrero carnavales, en marzo su cumpleaños, ¡y en abril el cumpleaños de su padre! Por eso, confiesa que es hasta entonces que puede empezar a ahorrar. ¡Imagínense ese lomón!
Ahora bien, hay muchas cosas más que también cuestan en enero, y aquí las enumeramos:
*Deshacernos de tanta basura acumulada en el mes: Las cajas y envoltorios de los regalos que guardamos para reutilizarlos ‘por alguna emergencia’.
*Volver a tener en orden la nevera: Cada día del mes, se van guardando más y más ingredientes que no se utilizaron, botellas de ron ponche que nos regalaban, dulces de frutas y todo lo que iba sobrando de la cena de navidad y año nuevo.
*Quitar el arbolito: Si es natural, ver dónde se bota, porque cada vez hay menos quemas de arbolitos entre vecinos, como se hacía en mis tiempos, donde nos reuníamos con malvas y compartíamos entre amigos. Si es artificial, salió perfecto de la caja, ¡y ahora no cabe!
*Hacer espacio para guardar todos los adornos: Los que compramos para este año, más todos los que ya teníamos que no usamos porque el color de moda ahora cambia cada año (en mis tiempos la navidad era sólo rojo y verde y muchas lágrimas plateadas en el árbol).
*Hacer espacio para guardar los juguetes de nuestros hijos: Cada año son más juguetes y cada día, menos los que ellos recuerdan que tienen.
Y uno de los puntos más importantes: ¡Perder las libras que ganaron con todas las comilones de diciembre! Algo que pocos logran, pues o se fijan metas inalcanzables, como empezar a ir al gimnasio, cuando no fueron en todo el resto del año, o darle 5 vueltas al Parque Omar todos los días, o simplemente porque quieren bajar 15 libras en 30 días.
Yo les recomiendo, después de bajar saludablemente 40 libras en cuatro meses, que simplemente modifiquen su alimentación para que acelere su metabolismo; coman menos comida, más veces al día, no coman comidas muy pesadas por la noche, bajen el consumo de alcohol, y de dulces, y de chocolates; incluyan más vegetales y frutas en su dieta, más proteínas saludables y menos carbohidratos, y suban la loma, pero a pie, para que suden un poco esa grasa acumulada, seguramente en el abdomen. ¡Feliz Domingo!
CHEF AUTÓNOMO