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- 15/09/2019 02:00
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No creo que haya un lugar de trabajo más grato que una bombonería. Solo mirar las bandejas con variados bombones de chocolates hace sonreír. Y qué decir cuando se prueban. Ya sea conociendo de antemano de qué está relleno, o sumando ese factor sorpresa, cuánta dulzura hay en un bombón.
Cómplices en repartir esa dulzura son Rosanna Marty de Baquero y Ricardo Baquero, propietarios de La Praline Chocolatier, en Vía Porras, que ya cumple cinco años en Panamá.
Las creaciones del chocolatier Ricardo Baquero se han afianzado en la ciudad de Panamá y su colección alcanza unas 40 confecciones diferentes.
Tres años atrás, lograron la certificación Kosher, y con ella incluyeron en el menú algunas opciones adicionales sin lácteos, recetas que no solamente son gustadas por la comunidad hebrea sino por quienes han decidido llevar una dieta libre de lácteos.
‘Sin lácteos ya trabajábamos las orangettes, los o'melages de chocolate oscuro, el bombón de mazapán y el de mazapán de pistacho. Ahora hemos incluido Mosaico, que es una gianduja de almendras y avellanas; Celeste, que es un bombón de chocolate oscuro y café; Gala, que es un crocante con almendra, un toque de sal y chocolate oscuro y Dúo, un caramelo de maple con crocante de pacanas caramelizadas', anuncia el chocolatero.
Baquero se considera un apasionado del chocolate, ‘un producto singular que no tiene nada que se le parezca'. ‘Es interesante que este producto se consigue de una fruta que no es conocida por su buen sabor. Sin embargo, luego de un proceso que el ser humano ha ido desarrollando con el paso del tiempo, se consigue este producto tan peculiar', reconoce.
La historia del chocolate es también peculiar porque la manera en que inicialmente se consumía el cacao, por los aborígenes que habitaban tierras mexicanas, dista mucho de la forma actual. De la pulpa de cacao macerada seca y molida, disuelta en agua caliente consumida varios siglos antes de Cristo, a la sofisticada forma de preparación en la que se logra un producto sedoso, muy agradable al paladar, mezclado con una gran variedad de ingredientes y presentado de formas inimaginables, ha habido mucho trecho.
‘Praline' significa bombón y es el nombre que identifica la bombonería atendida por Rosanna Marty de Baquero, término que no debe ser confundido con ‘praliné', con acento, un relleno usual de la chocolatería, hecho de nueces molidas cocida con azúcar, utilizado en la pastelería y sobre todo, como relleno de bombones.
Otras novedades de la chocolatería son los coloridos bombones que le dan una gran vistosidad a la vitrina y una sorpresa al paladar. ‘Quisimos sumarnos a la tendencia de los colores e ingredientes novedosos sin dejar de lado nuestra propuesta clásica, que es la que más nos identifica', cuenta Marty de Baquero. El maestro chocolatero y su sous chef crearon tres confecciones nuevas: spicy colada, con coco, piña y un toque de picante; maíz, con maíz tostado caramelizado y molido y pie de limón, un bombón de chocolate blanco, que es como una cucharada del delicioso postre, incluyendo la base de galletas molidas.
Y aunque la especialidad de la casa son los bombones, de chocolate, se ofrecen tres snacks que cuentan con una gran aceptación: la orangette, cáscara de naranja confitada y cubierta de chocolate oscuro, el o'melange, un disco de chocolate, oscuro o chocolate de leche, con nueces y frutos secos, y el turrón de almendras, caramelo y chocolate.
Otros productos son las piezas infantiles que se trabajan con moldes y se elaboran exclusivamente con chocolate de leche. También hay cuadritos que se pueden adquirir con etiquetas típicas o a la elección del cliente, ya sea para obsequiarlas como recordatorios en bodas u otra ocasión familiar, o como obsequios corporativos con el logo de la empresa.
También hay cofres comestibles, así como su contenido, algunos de ellos, productos de temporada, para fechas específicas como Navidad, día de los enamorados, Pascua o Halloween.
‘Trabajamos ediciones especiales y si hay un cliente al que el gustó mucho alguna confección y quiere hacer un pedido para un evento, pues se hace, siempre y cuando sea con tiempo y sea un producto que haya sido probado', Marty de Baquero hace la salvedad.
Y es que las confecciones nuevas son el resultado de muchas pruebas, por lo que deben tener el tiempo suficiente.
Las presentaciones
En los cinco años que lleva la tienda en Panamá, se han diversificado las presentaciones de las cajas de bombones. ‘Siempre uno de nuestros objetivos ha sido que los clientes puedan llevar algo de regalo incluso con temas típicos de Panamá. En estos últimos años, uno de los artistas de los cuales adquirimos derechos de reproducción es el chiricano Mario Saldaña, de quien tenemos un diseño del Biomuseo, una mujer indígena, y el rostro de una empollerada que visten tanto algunas cajas de madera de diferentes tamaños, así como cintillos de papel que cierran las cajas de cartón. ‘También tenemos diseños de Diablica Lunera, con una rana dorada, la heliconia y las guacamayas. Lo bonito es que haces el obsequio, se comen los chocolates y luego se mantiene la caja', pero como para gustos están los colores, ellos cuentan con cajas con una gran variedad de diseños que van desde flores hasta acabados sobrios para el sector ejecutivo.
En cinco años, La Praline se ha esmerado por elaborar bombonería estilo belga de la mejor calidad. La gran mayoría de los ingredientes de sus confecciones provienen de Panamá; sin embargo, el chocolate viene del Ecuador. ‘Ofrecemos un producto que aunque es asequible, es muy sofisticado', concluyen los chocolateros.