‘La tribu’ de Camilo se reunió en Panamá

Se encienden las luces y ahí está Camilo tocando un tambor que salpica agua cada vez que recibe el golpe de la baqueta. Se une el resto de los instrumentos al ritmo del tema Kesi. El artista está vestido de blanco con pantalón ancho y camiseta, descalzo y con el bigote puntiagudo que lo caracteriza. Mientras canta, recorre el escenario bailando.

Niños y niñas se apoderan del lugar, los adultos que los acompañan también bailan y cantan. Todos gozan, a pesar del calor que evidencia la escasa capacidad que tiene el aire acondicionado para enfriar el Centro de Convenciones Amador, antiguo Figali. “¡Qué calor! ¿Sí o qué?, el calor que está haciendo es por el respiro de la tribu junta”, dice con su marcado acento paisa.

“Esta es una historia basada en hechos reales, de las que no se cuentan por ser tan personales”, se escucha Ropa cara, los asistentes bailan entre la multitud. Otros graban videos con sus celulares. Sigue la canción Favorito. Minutos después, en género regional mexicano, suena Pesadilla.

El colombiano hace una pausa para dedicar unas palabras “gracias a Dios por esta noche, tuve la bendición de estar por acá en el 2019, justo antes de que empezara la pandemia y nos dimos un encuentro con algunas personas que sabían quien era yo, cuando apenas estaba lanzando las canciones. Nos vimos por las calles. La tribu era muy chiquita en ese momento y nos preguntábamos cuando sería el día que uno se encuentre en un concierto así, gracias ustedes por estar aquí”.

Presenta a sus músicos, “una de las bendiciones más grandes que he tenido en mi vida, ha sido recorrer lugares preciosos, al lado de la gente que quiero, a quienes les quiero presentar, mis amigos que están aquí en el escenario. Frankie en la percusión, Óscar Gómez en el bajo, en la guitarra, Danny, teclados y otras guitarras Nico”.

Con un cuatro colombiano en las manos ofrece una serenata, “y aunque te den el doble de caricias y el triple de los besos que te di. Y aunque te den veintiún rosas al día y mil veces digan que mueren por ti. Ay, si te dan todo eso me quito el sombrero, pero nadie va a quererte la mitad de lo que yo a ti te quiero”, corea el público junto al artista.

Pide que enciendan las linternas de los celulares, se sienta en el suelo, toca el teclado y empieza a cantar, “le dije al cielo que te fuiste y empezó a llorar, seguro se acordó del día en que te conocí, tú con el pelo suelto y yo con esas ganas de hacerte reír”. Las luces que iluminaban a la multitud están apagadas, solo alumbran las de los teléfonos, parecen estrellas cuando se ven en la pantalla que está tras el artista.

Declama: “cuando el corazón se daña ya se empieza a agrietar, de las grietas salen flores para que se vuelva a sanar, como los plantones que se van sale el sol, el corazón siempre espera por el verdadero amor”. Invita a su esposa al escenario: “Panamá con ustedes, Evaluna". Cantan Por primera vez, tema que escribieron e interpretan juntos.

Evaluna Montaner lo acompaña también en el tema Machu Pichu. Viste jeans anchos, blusa verde olivo de flecos, zapatos negros de plataforma y lleva el cabello semirecogido.

La cantante sale del escenario y queda Camilo nuevamente solo. Canta No te vayas, Millones, Tattoo, Tutu, Ambulancia, Bebé, Vida de rico, 5:24, Desconocidos, El mismo aire, Pegao. Termina con Índigo, Evaluna regresa al escenario para cantar junto a él la canción que le escribieron a su hija.

Termina el concierto, cae confeti sobre el público que grita y aplaude con euforia. Camilo toca los platillos de la batería, contagiado de la adrenalina de la tribu.

El cantautor panameño Carlos Vallarino fue el encargado de darle apertura al concierto de Camilo, presentó un repertorio de sus éxitos, como Bonita, Viajeros, Buscando oro, entre otros.