Sia: entre luces y sombras

Muchos la conocen como la cantante que no muestra el rostro. Pero Sia es mucho más que su peluca rubia o bicolor: esta compositora e intérprete australiana es una fuerza creadora que se da entera en cada una de sus canciones. Lejos del carácter convencional e hipersexualizado impuesto por la industria musical a las intérpretes femeninas, la música y videos de Sia tienen una carga emocional que sobrepasa todos los clichés de la música pop.

Sia Kate Isobelle Furler (1975) nace en Adeilade, Australia en una familia de músicos. Desde pequeña comienza a entrenar la voz y a componer, mencionando como influencias a Stevie Wonder, Sting y Aretha Franklin. A final de los noventa, Sia es descubierta en un karaoke en Italia. Allí consigue su primer contrato para grabar con un DJ local y, en 1997, debuta en su país con su primer disco como solista.

Ese mismo año muere su novio en un accidente, golpe que la sume en la depresión. A pesar de ello, continúa componiendo y grabando discos exitosos. El sencillo ‘Breathe Me' (2004) aparece en el último capítulo de la serie ‘Six Feet Under' convirtiéndose, de inmediato, en un hit viral.

La pérdida de su compañero y problemas de salud, sumados al abuso de sustancias y alcohol, la llevan al punto más oscuro de su vida. En el 2010, contempla el suicidio. Un amigo la disuade y Sia entra en el programa de 12 pasos, iniciando un proceso de revaluación personal. Entre otras cosas, se da cuenta de cuánto la drenan los tours y la promoción artística: ‘Si la gente supiera qué implica ser famosa, jamás querrían serlo'. La fama no va con ella.

Siempre había escrito para otros pero en este punto de quiebre decide potenciar esa faceta componiendo temas para intérpretes como Madonna, Beyoncé, Rihanna, Shakira, Katy Perry, Christina Aguilera, Celine Dion, Britney Spears y David Guetta entre muchos otros, mientras continúa produciendo trabajos personales.

1000 FORMS OF FEAR

En el 2014, lanza al mercado 1000 Forms of Fear , un álbum introspectivo con letras desgarradoras, oscuras, pero con la dosis justa para conquistar a muchos. El álbum debutó como #1 en los Billboard 200 y se hizo merecedor a importantes premios, pero su voz potente y esa forma de manejarla llena de emoción y empatía, logra que cada una de sus palabras trascienda más allá de un pop simplista.

Decide no mostrar su rostro en entrevistas, videos o presentaciones. ‘Solo llevo la peluca en público, para tratar de mantener algo de privacidad', comentó hace poco a James Corden durante uno de sus carpool karaoke. ‘Hace unos días fui a Target. Una de mis canciones estaba sonando, pero nadie me reconoció. Esto funciona'.

LA EMOCIÓN HECHA VIDEO

La primera vez que escuché ‘Chandelier' fue en el video. Me impactó la congruencia entre música, coreografía y la extraordinaria intensidad de Maddie Ziegler, esa pequeña niña de once años, de enormes y expresivos ojos azules, con un leotardo color piel y una peluca rubia que, más que bailar, transmitía la crudeza y el dolor emocional de una mente que ha llegado al límite. A la fecha, ‘Chandelier' tiene casi un billón y medio de visitas en YouTube.

Este fue el primer proyecto de una suerte de trilogía (‘Chandelier', ‘Elastic Heart' y ‘Big Girls Don't Cry') en la que colaborarían Sia, el director de filmes australiano, Daniel Askill, el coreógrafo Ryan Heffington, Maddie Ziegler y, en Elastic Heart, el actor Shia LaBeouf.

Sia confiesa ser extremadamente visual y sus videos son mucho más que complementos a sus canciones. Cuando Spin Magazine la nombró Artista del año (2014), declararon que ‘Chandelier', una canción que había llegado hasta el Top Ten, era inseparable de su extraordinario video musical que, de por sí, es una pieza artística tan fuerte como hermosa, al ilustrar la crudeza de una crisis existencial'.

En 1000 Forms of Fear , Sia toca temas como la depresión y la adicción. Los videos tienen una paleta de colores fríos, encuadres cerrados (un apartamento desolado en ‘Chandelier', una jaula en ‘Elastic Heart' y un close-up frontal que solo muestra las expresiones faciales de Maddie en ‘Big Girls don't Cry'.

El concepto de ‘Elastic Heart' estuvo a cargo tanto de Sia como del actor Shia LaBeouf. Dentro de una jaula, Maddie y LaBeouf se atraen y repelen en un tipo de danza / batalla que bien podría simbolizar una lucha interna. La coreografía de Heffington es de una carga emocional potente, expresiones que tanto Maddie como Shia LaBoeuf potencian con su interpretación descarnada y visceral.

Sus videos son intensos y, como en toda buena obra de arte, tendrán diferentes lecturas. Pero una cosa es cierta: las interpretaciones de LaBeouf y Maddie, la coreografía de Heffington, la dirección de Daniel Askill y la voz impresionante de Sia son un tour de force.

En estos videos y sus presentaciones en público, Maddie se convierte en algo así como el ‘alter ego' de Sia. Esta joven bailarina de Pittsburg definitivamente tiene la capacidad de transmitir, con sus movimientos y gestos, toda la emoción de sus canciones.

La colaboración de Sia con estos profesionales tan talentosos y sui generis ha elevado los estándares de la danza y el arte del performance en la música pop. Para Sia, ‘el baile es una expresión que atraviesa todas las fronteras del lenguaje. Aunque la gente no pueda entender las letras, comprenderá su esencia a través del movimiento'.

A principios de este año, Sia sacó el álbum This is Acting que contiene piezas compuestas para otros artistas, pero que nunca fueron grabadas por ellos. Destacan los sencillos ‘Alive', ‘Cheap Thrills' y ‘Bird Set Free'. ‘Alive', también dirigido por Sia y Daniel Askill, incorpora a Mahiro Takano, una niña japonesa de nueve años que expone sus habilidades en artes marciales en este canto a la supervivencia y el empoderamiento.

Audaz y versátil, mientras Sia continúe siendo fiel a sí misma, su voz, su música y su visión artística seguirán distinguiéndola del molde prefabricado de la música pop.