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- 12/10/2018 11:30
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La batalla legal de Kimberly Thompson, una de las componentes iniciales de la banda que acompaña habitualmente a Beyoncé en sus giras, por conseguir demostrar que la famosa estrella había utilizado realmente "magia negra" en su contra se enfrentaba a un momento clave este jueves, cuando la percusionista debía comparecer en el juzgado para defender su versión de los hechos y obtener así la orden de alejamiento contra su antigua jefa que le había sido denegada en una ocasión anterior.
Sin embargo, en un sorprendente giro de los acontecimientos, Kimberly decidió no presentarse a la cita y el caso ha sido desestimado en consecuencia. Beyoncé, por su parte, se ha mantenido fiel a la política de ignorar las acusaciones contra ella que había seguido hasta ahora y no ha enviado a nadie a representarla.
Este último problema legal que puede considerar ya cerrado es sin duda uno de los más extraños a los que se ha tenido que enfrentar la esposa de Jay Z a lo largo de toda su carrera. En los documentos que presentó inicialmente su ex empleada, esta alegaba que la artista había orquestado una campaña de acoso y hostigamiento en su contra que pasaba por pinchar su teléfono o controlar sus finanzas, unas acusaciones que, si bien resultaban muy graves, aún podían considerarse plausibles. La historia se complicaba en vista de que Kimberly insistía en que la herramienta utilizada por Beyoncé para acosarla sexualmente y convertir su vida en un infierno habían sido una serie de 'hechizos extremadamente oscuros y poderosos' con los que consiguió asesinar a su gato.
Uno de los aspectos más curiosos de esas inverosímiles acusaciones era que la música no ofrecía en ningún momento explicación o motivo alguno por los que la cantante pudiera haberse puesto supuestamente en su contra.